CG28

CG28 Pistas de reflexión sobre el tema

2.2. PISTAS DE REFLEXIÓN Y TRABAJO SOBRE  EL TEMA DEL CG28

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Estas pistas ofrecen algunas sugerencias para el camino que harán las Inspectorías en preparación del CG28. Pueden ser útiles para centrar la atención de los hermanos, de las comunidades locales y de los Capítulos Inspectoriales sobre el tema del CG28, orientando la reflexión y el trabajo de todos.

2.2.1. Carta para convocar el CG28

El camino hacia el CG28 comienza con el estudio personal de la carta convocatoria del Rector Mayor y con la deliberación de la comunidad sobre sus contenidos.

El título de la carta del Rector Mayor, “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?”,  pone de manifiesto la voluntad de dar una respuesta a los jóvenes, especialmente a los más pobres y excluidos, a la luz de una visión carismática que los quiere en el centro de la nuestra vocación salesiana. Para ello, necesitamos salesianos preparados y dispuestos a trabajar con la mente, el corazón y las manos de Don Bosco, en la Iglesia y en la sociedad, y que acompañen a los jóvenes en el mundo del trabajo, en el universo digital, en la defensa de la creación, etc. En este tiempo precapitular, se nos pide que estemos en sintonía con el camino sinodal de la Iglesia sobre los jóvenes, especialmente estudiando el Documento preparatorio y el Instrumento de trabajo del Sínodo de los Obispos 2018; también será importante que tengamos en cuenta las exhortaciones apostólicas del papa Francisco: “Evangelii gaudium” y “Amoris laetitia”.

Esto nos pide una renovada formación que, como respuesta a la vocación personal de cada uno, es por naturaleza permanente o continua. Obviamente, esta respuesta tiene sus raíces en la formación inicial, pero está destinada a crecer dinámicamente en el tiempo y a delinear un perfil del salesiano, que se conforme a Jesucristo y a Don Bosco en respuesta a las situaciones actuales. En este perfil es necesaria la disposición al acompañamiento de los jóvenes, fruto de la experiencia directa de quien antes ha madurado la necesidad de ser acompañado. Para acompañar a los demás en el camino de la vida, debemos experimentar la experiencia de ser acompañados. En este perfil también debemos tener en cuenta nuestra llamada a la santidad, tal como el Papa Francisco la presenta a todos los cristianos en la exhortación apostólica “Gaudete et exsultate”.

Esta formación es necesaria para fortalecer la misión juvenil compartida con los seglares de la comunidad educativo-pastoral. Esto exige, urgentemente, superar las resistencias que hacen que la misión compartida siga siendo todavía opcional: está dirigida al bien de los jóvenes y pide una formación específica y conjunta de salesianos y seglares. En este momento, debemos volver al CG24 y a lo que allí se dijo acerca de compartir espíritu y misión con los seglares en vista de una verificación del camino recorrido y de los pasos que debemos dar en el futuro.

El tema del capítulo es único aunque esté articulado en tres grupos temáticos: prioridades de la misión, perfil del salesiano, compartir  la misión y la formación con los seglares. No se trata de tres temas separados, sino de elementos relacionados para que el tema sea unitario. Es inusual que el tema de un Capítulo general se presente en forma interrogativa: “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?”. Esta pregunta hace explícito el deseo, la voluntad y el compromiso de ponernos de verdad a la escucha de los jóvenes, de los hermanos en formación inicial, de los seglares.

Después del compromiso de ser testigos de la radicalidad evangélica vivida a partir del CG27, nos parece importante que ahora nos centremos en la profecía evangélica. El Papa Francisco escribió el 21 de noviembre de 2014 en la carta apostólica “A todos los consagrados” con motivo del Año de la Vida Consagrada: “Espero que «despertéis al mundo», porque la nota que caracteriza la vida consagrada es la profecía. Como dije a los Superiores Generales, «la radicalidad evangélica no es solo de los religiosos: se exige a todos. Pero los religiosos siguen al Señor de manera especial, de modo profético». Esta es la prioridad que ahora se nos pide: «Ser profetas como Jesús ha vivido en esta tierra... Un religioso nunca debe renunciar a la profecía»”. Por lo tanto, podremos pensar en el tema del capítulo en la perspectiva de la profecía.

2.2.2. Proceso de preparación para el CG28

El Capítulo General está precedido, en todas las Inspectorías, por el Capítulo Inspectorial. Así se pide explícitamente en las Constituciones (Const. 172). Compite al Capítulo Inspectorial elegir uno o dos delegados para el Capítulo General y sus suplentes (cf. Const. 171) y “mandar propuestas al regulador del Capítulo General” (Reg. 167).

El cumplimiento de estas tareas no agota la naturaleza y las competencias de un Capítulo Inspectorial. Sería erróneo suponer que se debe reunir, en la inminencia de un Capítulo General, solamente para la elección de los delegados o para mandar propuestas al regulador. Los artículos 171 y 172 de las Constituciones y el artículo 167 de los Reglamentos generales enumeran una amplia serie de finalidades y tareas que, sin embargo, no son tratadas ni todas ni siempre en cada Capítulo Inspectorial.

La reflexión sobre el tema “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?” es prioritaria; no concierne solo a los hermanos que participarán en el CG28. La carta que convoca el CG28 pretende promover una reflexión profunda, orientada a la conversión, por parte de cada hermano, de todas las comunidades, de cada Inspectoría. En este proceso, un momento muy importante es la “asamblea representativa de los hermanos y de las comunidades locales” (Const. 170), que es, precisamente, el Capítulo Inspectorial.

El tema del CG28 no exige una reflexión académica o doctrinal sobre la que debamos escribir consideraciones teológicas, de naturaleza espiritual o pastoral, para “mandar al Regulador”. El tema es una “provocación” para todos. Es la voz del Espíritu que nos hace interrogarnos, a “examinar nuestras obras”, de “volver a ver”, a “arrepentirse y convertirse”. “El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice”. Es el Espíritu quien nos habla y también nos invita a ponernos a la escucha (cf. Ap 2, 1-29).

El Capítulo General tendrá lugar en Turín Valdocco en 2020, y participarán en él alrededor de 250 hermanos; aunque más correctamente debería decirse que ya ha empezado y que participan en él todos los hermanos de la Congregación. Cada hermano se pregunta sobre el perfil que se le pide a él en las circunstancias cambiantes y en el encuentro con los jóvenes, para responder a la llamada de Dios en este momento particular de la historia. El salesiano, fiel al proyecto apostólico de Don Bosco presente en las Constituciones, revisa sus opciones de fondo, su estilo de vida y de trabajo; con él, la comunidad y la Inspectoría verifican su credibilidad y su fecundidad en los contextos en que viven.

La convocatoria del Capítulo Inspectorial es, por tanto, una gran oportunidad para cada Inspectoría. Se sugiere, dada la articulación del tema, tener en cada comunidad local momentos para escuchar a los jóvenes, a los hermanos en formación inicial, a los seglares. También sería importante tener reuniones inspectoriales por separado con estos tres grupos y que tengan su representación en el Capítulo Inspectorial. Una contribución significativa será presentada por los hermanos jóvenes que, precisamente en las etapas iniciales de su formación, están poniendo las bases para construir el perfil salesiano y que, siendo jóvenes, pueden aportar una visión más objetiva de su generación, dada la cercanía de edad, de cultura, etc. 

2.2.3. Articulación del tema del CG28

La carta para convocar el CG28 nos pide que centremos nuestra atención en tres núcleos temáticos, que proponemos aquí a las comunidades salesianas y a los Capítulos Inspectoriales. Estos núcleos se refieren a lo que debe caracterizar al salesiano del futuro, para que sea capaz de responder a la misión salesiana de hoy, junto con los seglares.

Prioridad de la misión con los jóvenes

Expectativas de los jóvenes. El CG28 intenta centrarse sobre la clave central del “proyecto de vida fuertemente unitario” de nuestro padre Don Bosco: “el servicio a los jóvenes” (Const. 21). Los elementos de este proyecto son siempre nuevos, siempre diferentes, de generación en generación, de cultura en cultura. En esta diversidad, la Congregación quiere discernir y “comprobar si sus obras y actividades están al servicio de los jóvenes pobres” (Reg. 1). Por tanto, debemos evaluar nuestras opciones e indicar algunas orientaciones proféticas para que los jóvenes pobres, en los diferentes tipos de pobreza, exclusión y marginación, estén en el centro de nuestras elecciones. También debemos indicar cómo concentrar nuestra atención y nuestros esfuerzos en las prioridades de los jóvenes de hoy, en sus preocupaciones, en sus problemas: la falta de trabajo, los desafíos del universo digital, los derechos humanos, la ecología...

Acompañamiento de los jóvenes. Hoy los jóvenes nos piden que nos hagamos presentes entre ellos y que estemos con ellos; esta es una oportunidad para redescubrir la asistencia salesiana como el modo de estar con y para los jóvenes. Nos piden que les acompañemos, que no les dejemos solos; piden guías competentes a su lado, que sean maestros en el arte del acompañamiento. Por lo tanto, la tarea crucial para una pastoral juvenil renovada hoy es la calidad de la experiencia de acompañamiento espiritual de los jóvenes por parte de cada salesiano. Nos preguntamos qué pasos debemos dar todavía para garantizar que cada salesiano sea un acompañante en el camino de cada joven.

Familia y pastoral juvenil. Los padres, que son los acompañantes primeros y naturales de los jóvenes, no pueden estar ausentes en la misión salesiana. La realidad de las familias es “un interpelante «collage» formado por tantas realidades diferentes, colmadas de gozos, dramas y sueños (AL, 57)”. Una vez más, un Capítulo General de la Congregación llama la atención sobre la familia, como sujeto y objeto de los procesos de la pastoral juvenil y sobre las formas concretas de involucrar a las familias y de la ayuda que les podemos ofrecer. 

Perfil del salesiano hoy

Formación salesiana. En estos últimos años hemos expresado repetidamente la necesidad de una referencia más explícita a Don Bosco, a su figura y su historia, para que nuestra pastoral y nuestra espiritualidad no sean genéricas; en esto nos ayudó especialmente la celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco y los tres años de preparación. Ahora debemos preguntarnos qué pasos posteriores podemos dar en este nuestro “volver a partir de Don Bosco”, para que nuestra vocación salesiana esté aún más marcada carismáticamente.

Formación permanente.  El perfil del salesiano hoy pone en el centro una realidad a menudo olvidada: toda la vida es una respuesta al Señor que llama. El Señor llama siempre en una situación y, mientras hace oír su voz a través de numerosas mediaciones, nos pide nuestra respuesta personal. Por tanto, es necesaria la autoformación y la formación permanente. La presencia de guías, que saben cómo acompañar los pasos de cada uno, nos permite responder a tiempo a tantas solicitudes que recibimos. Debemos preguntarnos cómo impulsar nuestra formación para que sea permanente.

Formación en la misión. La formación tiene lugar en los acontecimientos de la historia y no solo en previsión de un objetivo a alcanzar y que, para ello, requiere una preparación especial. Visto únicamente como una preparación en vista de una misión, el perfil del salesiano cae fácilmente en el funcionalismo y el aprendizaje superficial, que realmente no involucra la mente y el corazón y, por tanto, la existencia. Por eso es importante reconocer que se nos forma en las situaciones y a través de las situaciones, y encontrar formas para que esto se realice concretamente. Para responder a las situaciones y saber leer los signos de los tiempos es necesario seguir dando pasos para aprender el arte del discernimiento.

Formación en comunidad. La experiencia de Don Bosco dice que para poder ser “artífices y constructores de comunión”, es necesario formarse en comunidad. Juntos aprendemos a pertenecer a Dios, a los hermanos, a los jóvenes. En nuestra formación es necesario verificar los criterios de discernimiento vocacional sobre la idoneidad para vivir en comunidad y el aprendizaje de las modalidades comunitarias de vida. Para madurar la conciencia de esta pertenencia comunitaria, especialmente al inicio de la vida salesiana, se necesitan equipos de calidad, integrados por personas que, haciendo continua experiencia de los valores de la vocación salesiana (cf. Const. 98) puedan comunicarlo a los demás. Además, la escucha atenta de acompañantes válidos y preparados conduce a asumir progresivamente los rasgos de Jesucristo, tal como Don Bosco los asumió y los hizo suyos. Y nos preguntamos ahora: cómo asegurar la formación y la composición de un equipo de formadores de calidad.

Misión compartida entre salesianos y seglares

Realizaciones y resistencias en la misión compartida con los seglares. Después de más de veinte años desde la celebración del CG24 sobre los seglares, es importante destacar las experiencias que llevaron a logros positivos en la misión compartida con los seglares y las motivaciones o las situaciones que han facilitado estas adquisiciones. También es necesario identificar las resistencias, a veces inconscientes, que han impedido, hasta ahora, un camino de compartir misión con los seglares, para eliminar los obstáculos; los cambios de mentalidad y actitudes a menudo son necesarios, pero también lo son las decisiones proyectuales e institucionales.

 

Reciprocidad de las relaciones entre salesianos y seglares. El salesiano se entiende a sí mismo a la luz de la relación que establece con otras vocaciones de la Iglesia. En estos años han crecido la contribución y la reflexión ofrecidas por los seglares y esto ha enriquecido las opciones de la Congregación; nuestras vocaciones son complementarias. La presencia de los seglares dentro de nuestras obras, no solo como colaboradores, sino como corresponsables en la misma misión a favor de los jóvenes, ha permitido el desarrollo de un nuevo sujeto: la comunidad educativo-pastoral. Constituye una experiencia real de Iglesia en la que los jóvenes son realmente escuchados y acompañados; y para que este acompañamiento sea efectivo, no son suficientes los salesianos solos. Junto a los elementos comunes que existen en las relaciones entre salesianos y seglares y la conciencia de las diferencias vocacionales específicas, debemos encontrar modalidades para enriquecer y adoptar actitudes de reciprocidad.

Formación conjunta de salesianos y seglares. En el camino de las comunidades educativo-pastorales emergen, junto con experiencias positivas, improvisaciones y dificultades también en la formación junto con los seglares. Por lo tanto, es necesaria una formación específica para los seglares y, en consecuencia, una formación conjunta de salesianos y seglares. La formación dentro de la comunidad educativo-pastoral presenta diferentes velocidades y pasos realizados;  también en este caso es necesario encontrar formas para continuar el camino.

 

Obras con gestión compartida o con gestión seglar. Hay diferentes modelos de gestión que,  a veces, parten de la no comprensión de los estados de vida del cristiano y de la no valorización del  consagrado y del seglar en una visión correcta y sinérgica. Se superponen modelos patronales donde los salesianos son los jefes y mantienen el poder; junto con modelos pastorales correctos carismáticamente en los que los salesianos están como guías y formadores. Entre los diversos modelos, se debe prestar atención a las obras de gestión compartida y a las obras gestionadas por seglares bajo la responsabilidad inspectorial.

2.2.4. Metodología del discernimiento comunitario

En los últimos tres Capítulos Generales hemos adoptado la metodología del discernimiento comunitario. En la “Evangelii gaudium”, en la “Amoris laetitia”, en el “Documento preparatorio” para el Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, en la “Gaudete et exsultate”, Francisco nos invita a asumir la práctica del discernimiento. Creemos que, de acuerdo con el camino actual de la Iglesia y con la experiencia adquirida en nuestros Capítulos Generales, debemos continuar con esta metodología.

En el proceso de discernimiento para el estudio del tema capitular, se proponen los siguientes momentos: escucha, interpretación, opciones. Para cada núcleo temático, los Capítulos Inspectoriales están invitados a hacer un discernimiento de acuerdo con estos tres pasos. Si comparamos con la terminología del CG27, se han cambiado los nombres de los tres pasos para adaptarse a las expresiones que utiliza el papa Francisco, pero es la misma metodología.


Escucha. El primer momento nos pide reconocer la situación; afrontarla en sus aspectos prioritarios; mirar lo que más nos desafía; escuchar lo que nos interpela. Debemos destacar lo que es más prometedor para los hermanos, las comunidades y la Inspectoría, para los jóvenes y los seglares y que pide desarrollarse; pero también lo que es más arriesgado y nos pide que lo afrontemos y superemos. Se trata de reconocer las expresiones prometedoras y arriesgadas sobre las prioridades de la misión, las exigencias de la formación y la implicación de los seglares.

Interpretación. En el segundo momento, a partir de los aspectos reconocidos a través de la escucha, se trata de leer la situación; de identificar las causas profundas del bienestar o del malestar; de saber interpretar los desafíos y los riesgos. La interpretación de la situación debe conducirnos a una comprensión profunda de ella. Las claves de interpretación de la situación son: el Evangelio, la vida de la Iglesia, las Constituciones, los signos de los tiempos. Este segundo momento del proceso de discernimiento ha demostrado ser el más difícil de implementar para nosotros hasta ahora.

Opciones. El tercer paso consiste en identificar las opciones que debemos realizar. Se trata de encontrar y, por tanto, de elegir lo que nos hace avanzar hacia nuevas formas de vivir la misión juvenil, de realizar el perfil salesiano, de involucrar a los seglares. Las opciones deben corresponderse con las situaciones escuchadas e interpretadas. Se trata de opciones proféticas y audaces que fortalecen lo que ya se hace pero que aún no está terminado; superar lo que es débil y arriesgado, encontrar nuevas vías. Estas opciones deben ser esenciales y fundamentales y pueden referirse a procesos y pasos a realizar.

El proceso de discernimiento pide que nos centremos en algunas prioridades, tanto en la escucha, y consecuentemente en la interpretación, como en las opciones. El documento escrito constituirá la contribución del Capítulo Inspectorial al CG28. Para cada núcleo temático es conveniente que el documento escrito que sea enviado al Regulador, como propuestas del Capítulo Inspectorial al CG28, no pase de dos páginas.

En el Capítulo Inspectorial se aconseja que evitemos los documentos en papel, en cuanto sea posible, y que se use en su lugar la tecnología digital, para alentar la adopción de una mentalidad ecológica y para asegurar un ahorro económico. Esto también puede ser un progreso al hacer el Capítulo.

2.2.5. Propuestas que se enviarán al Regulador del CG28.

Para el 15 de julio de 2019, las diversas propuestas deberán haber llegado al Regulador del CG28; y pueden ser de cuatro tipos diferentes:

§ propuestas de los Capítulos Inspectoriales sobre el tema del CG28 “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?”. Estas propuestas se refieren a los tres núcleos temáticos, cada uno de los cuales tiene una ficha especial;

§ propuestas de los Capítulos Inspectoriales sobre asuntos relacionados con la vida de la Congregación, las Constituciones o los Reglamentos; incluso estas propuestas tienen su propia ficha separada; en cada ficha se debe colocar una sola propuesta;

§ propuestas de individuos o grupos de hermanos sobre el tema del CG28 “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?”. Estas propuestas se refieren a los tres grupos temáticos y tienen su propia ficha específica;

§ propuestas de individuos o grupos de hermanos sobre temas relacionados con la vida de la Congregación, las Constituciones o los Reglamentos. Estas propuestas tienen su propia ficha; en cada ficha se debe colocar una sola propuesta.