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Cagliero11 aprile 2015

MISIONES


MISIONES - Cagliero 11

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Titolo notiziario
Nome società
N. 76 - abril de 2015
Boletín para la Animación Misionera Salesiana
Una publicación del Sector para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de las misiónes salesianas
Akash Bashir
19 años, antiguo
alumno salesiano
de Lahore. Su
nombre y su
s a n g r e h a n
llenado la última
parte de nuestro
itinerario de
Cuaresma 2015.
El "odio a la fe" es condición sine qua
non para que la Iglesia declare mártir
a alguien. En este caso parece que no
cabe duda. ¡Mártir sin más!
Recemos este mes por los
jóvenes cristianos de Medio Oriente y
de África Norte. Al mismo tiempo
dejémonos iluminar por el
conmovedor ejemplo de Akash; tan
joven y en poco tiempo ha puesto en
práctica lo esencial del Evangelio,
dar la vida por los hermanos. "Si el
grano de trigo cae en tierra y muere,
da mucho fruto".
Detrás de cada disponibilidad
misionera, y detrás de cada proyecto
de voluntariado salesiano, debería
estar presente este mismo deseo, dar
la vida por los demás o, por decirlo a
la Ceferino Namuncurá, "ser útil para
mi gente".
¡Gracias, querido Akash!, tu
vida ha sido muy "útil" para tu gente.
Trataremos de imitarte.
¡Con el augurio de una feliz
Pascua !
P. Guillermo Basañes SDB
Consejero para las misiones
E l guardián – héroe que el domingo de
15 de marzo de 2015 pasado en Laho-
re, Pakistán ha impedido que el autor
kamikaze del grupo “Jamaat ul Ahrar”
entrara en la iglesia católica de San Juan,
abarrotada de fieles para la misa. Se
llamaba Akash Bashir y era un joven
antiguo alumno de la escuela profesional
salesiana situada en el barrio de mayoría
cristiana de Yuhannabad. Se abrazó al
asaltante, haciendo de escudo con su cuerpo; él perdió la vida
pero salvó la de otras
muchas personas.
Akash, en cali-
dad de “guardia de
seguridad”, se encon-
traba con un compañ-
ero suyo en el portón
de la iglesia contro-
lando la entrada.
Cuando el kamikaze
se ha acercado a la entrada, buscando la manera de pasar vio-
lentamente a los dos jóvenes guardas, lo ha detenido; advir-
tiendo la carga explosiva que escondía debajo de una cazado-
ra, lo ha abrazado y la explosión le ha separado la parte infe-
rior del cuerpo. Gracias a él el balance de víctimas no ha sido
tan terrible como los asaltantes habrían previsto.
“Al ser minoría cristiana, hay momentos en que nuestra
única esperanza está en la ayuda de Dios y de su Madre Marí-
a”, comentan los Salesianos en Lahore.
Un antiguo alumno
ofrece la vida
para salvar
a otros cristianos



FELICES PASCUAS FELICES PASCUAS
a todos nuestros lectores a todos nuestros lectoresIntención Misionera Salesiana
Para que los jóvenes que sufren diversas formas de persecución y marginación
permanezcan siempre firmes en su fe en Jesucristo.
La intención es una fuerte llamada a la apertura del corazón a favor de los prófugos de
todo el mundo, y en particular a los refugiados del Medio Oriente la mayoría de los cuales
son árabes cristianos no musulmanes. Estamos llamados a acoger a estos hermanos
cristianos que son expulsados a causa de su fe y a aquellos que sueñan con un Oriente
Medio y un África del norte sin cristianos.
Me hice misionero para hacer en mí la voluntad de Dios
Por los jóvenes cristianos del Medio Oriente y de África del
norte que sufren por su fe
E l paso frecuente de de misioneros de mi tierra, Ponte de Vagos, Aveiro -
Portugal, ha representado una referencia importante. Eran ellos los que
contaban, a viva voz, sus magníficas historias con la ayuda de algunas
grabaciones e imágenes que nos hacían soñar y cuestionarnos la posibilidad de
seguir su ejemplo, llevar el Evangelio a tantas personas que no lo conocen o que
aún no han aceptado la propuesta de Jesucristo.
Si bien pude continuar mis estudios regularmente, la idea y el deseo de partir
quedaban en mí durante toda mi juventud. Tuve la experiencia en el mundo del
trabajo, en la construcción civil, como trabajador de forja y en la oficina.
Después de hacer el servicio militar obligatorio, asumí la gran aventura.
Comencé la secundaria, y la hice durante el aspirantado y prenoviciado. Después
del año de noviciado, tres años de filosofía en España y cinco de estudios
en Roma, obtuve la licencia en teología con la especialidad en
misionología.
Y después de cinco años de vida misionera en Cabo Verde a
servicio de mi inspectoría de Portugal, en octubre de 2013 partí para la
Visitaduría de Mozambique. La decisión de ponerme a disposición del
Rector Mayor al servicio de la misión salesiana ad gentes, ha suscitado
algunas preguntas en personas que me conocían y en hermanos de mi
Inspectoría. De hecho, Portugal ya forma parte del grupo de países en los
que, actualmente, hay tantas personas que no conocen a Jesucristo o
que tienen necesidad de profundizar la propia fe... Entonces, ¿para qué
irse cuando hay tanta necesidad a la vista? En realidad, se trata de un hecho y de un misterio al que no
puedo responder... ¡Trato es de obedecer lo que percibo como la voluntad de Dios en mi vida y donde me
siento feliz!
El conocimiento de Don Bosco y la vida salesiana, juntamente con los estudios realizados y el curso
de preparación para los nuevos misioneros realizado en Roma y en Turín, me han dado el ánimo para seguir
adelante hacia la misión salesiana en el mundo para servir a los jóvenes y sobre todo a los más pobres.
Los desafíos y las alegrías que encontramos en estas tierras de misión son muchos... y el reto está en
tener el coraje de dejar que Dios realice en cada uno de nosotros su santa voluntad.
P. Jorge Bento
portugués, misionero en Mozambique


Testimonio de santidad misionera salesiana
El Beato Felipe Rinaldi (1858-1931), tercer sucesor de Don Bosco, y del que celebramos
el 25º aniversario de la beatificación (29 abril 1990), fue un gran promotor de la obra misionera
de la Congregación. Así escribía en una de sus cartas circulares: “No olvidemos que en el corazón
de nuestro buen Padre desde hacía años se habían concentrado los ardores de Francisco Javier,
alimentados por la luz suprema que le venían anunciando el porvenir por medio de sueños... Lo
veo, al amadísimo Padre en los lejanos recuerdos de mi vocación, precisamente en los años de
su mayor fervor misionero: me quedó una impresión imborrable. Don Bosco era un verdadero
misionero, un apóstol devorado por la pasión de las almas".