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Cagliero11 - decembro 2013

MISIONES


MISIONES - Cagliero 11

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Boletín para la Animación Misionera Salesiana

Una publicación del Dicasterio para las Misiones para las comunidades salesianas y amigos de la misión salesiana ¡Una Inspector Una Inspectoríía que no se lanza hascia a que no se lanza hascia las fronteras, se enferma!

El artículo 6 de las Constituciones indica las tareas que tenemos en la Iglesia: “La vocación salesiana nos sitúa en el corazón de la Iglesia y nos pone plenamente al servicio de su misión. Fieles a los compromisos heredados de Don Bosco, somos evangelizadores de los jóvenes, especialmente de los más pobres; tenemos cuidado especial de las vocaciones apostólicas; somos educadores de la fe en los ambientes populares, sobre todo con la comunicación social, y anunciamos el Evangelio a los pueblos que no lo conocen. De este modo, contribuimos a edificar la Iglesia como Cuerpo de Cristo, a fin de que, también por nuestro medio, aparezca ante el mundo como sacramento universal de salvación.”

Este artículo se refiere a cada salesiano, comunidad e inspectoría. La realización de los fines de la Congregación es responsabilidad de todos; esto vale para la educación y la educación de los jóvenes, especialmente los más pobres, para las vocaciones apostólicas, para la educación de la fe en los ambientes populares, sobre todo con la comunicación social, y también para la evangelización de los pueblos que no lo conocen. Este cuarto deber de la Congregación de suscitar vocaciones misioneras, no es pues, una tarea sólo del Consejero para las misiones, es de todos nosotros.

Para nuestras inspectoría existe el riesgo que el Papa Francisco denuncia para la Iglesia: el cerrarse. Una inspectoría autosuficiente y cerrada en sus necesidades, que no va por el camino y no se lanza a las fronteras, se enferma. Hay inspectorías con abundancia de vocaciones, que sólo piensan en sí mismas; hay inspectorías pobres que reciben misioneros y que también mandan. La Iglesia y la Congregación se renuevan con el compromiso misionero y con el intercambio de los dones vocacionales; por eso son importantes las comunidades internacionales; éstas son el signo de que la Congregación está viva, porque en ella hay disponibilidad y movilidad misionera.

P. Francesco Cereda

Consejero para la formación

(extracto del discurso en el II Encuentro de Misioneros en Europa, Valdocco, 3 nov. 2013.

Queridos hermanos y amigos de las misiones salesianas: El encuentro más significativo que he tenido este año ha sido la visita a los lugares de Don Luis Bolla, un misionero genial desaparecido en febrero de 2013. Don Luis visitaba cada año los treinta poblados Ashuar en el territorio amazónico peruano que forman una verdadera ‘iglesia indígena’. Creo que sus palabras son el mejor comentario al tema del CG27: "Cuando el barco se separaba del puerto de Génova viví uno de los momentos más bellos de mi vida. Me parecía que todo moría - tus amigos, tu tierra, tus montes... Y creo che este debe ser el sentimiento de todos los misioneros. En ese momento dije al Señor: ‘he perdido todo, ahora sólo quedas TÚ, porque en el nuevo mundo no conozco a nadie. Y en ese momento el Señor te responde: YO SOY TODO y SÓLO PARA TI’. ¡Es un momento de alegría, alegría infinita! Quisiera que los jóvenes se entusiasmen por seguir la vocación misionera Sí, ¡la vocación isionera es un don extraordinario!"

¡Os deseo una fructuosa celebración de la Santa Navidad 2013! P. Václav Klement, SDB Consejero para las misiones

En vísperas del CH 27 y casi al final del sexenio quiero dar las GRACIAS a todos los que colaboran en la redacción del Cagliero 11: Luciano Arcarese, P. Angelo Biz, René Dassy, P. Alfred Maravilla, P. Hilario Passero, Renée Saghers, P. Agustin Pacheco, y P. Dionisio Pacheco.

Entre los Gitanos he descubierto mi vocación misionera

Mi vocación misionera ha ido creciendo desde hace tiempo. El primer llamado fue durante mi juventud después conocer la vida de un misionero, San Damián de Veuster. Entonces sentí una invitación a estar con los más débiles. Los siguientes pasos de mi vida salesiana han sido lentos. Años después, siendo director de los salesianos estudiantes de teología, iba con ellos a un pueblo a 35 km de Bratislava donde un grupo de unos 400 gitanos habían construido casas en un campo. Las hermanas de Madre Teresa habían comenzado ya algunas iniciativas con los niños. Pero para nosotros salesianos, todo comenzó con la celebración de las misas dominicales para los niños de los gitanos en la iglesia parroquial. El siguiente paso en mi vocación misionera fue la preparación de los padres al bautismo de sus hijos. Dispusimos algunos lugares en un viejo asilo para los niños. Los adaptamos según la necesidad: como oratorio, como capilla, o como aula para preparar a los niños para la escuela, etc. Al principio esperaba que los padres viniesen a nuestro "centro", pero finalmente tuve yo que ir a buscarlos a sus casas en donde comencé las primeras "catequesis". Poco a poco llegué a conocer un bonito grupo de familias. Además de nosotros (salesianos) también trabajaban las HMA, los jóvenes universitarios y también otros religiosos que eran estudiantes de teología. Después de algunos meses el número de salesianos estudiantes de teología disminuyó y se decidió mandarlos a la Crocetta de Turín. Al final, como salesiano, me quedé yo sólo. Ahora vivo en una comunidad salesiana en un barrio de la ciudad de Kosice donde hay unos 5000 gitanos. Nuestra presencia entre ellos me ha abierto los ojos a la presencia de una cultura diversa desde el punto de vista social y también cristiano. Estando con ellos he entendido por qué los gitanos han logrado conservar lo que hoy nosotros no entendemos de la cultura de "eficacia y derecho". Puedo sólo definirlo, tal vez de una manera poco precisa, como la percepción de que el mundo no es de nuestra propiedad, sino de todos, y no somos dueños sino sólo peregrinos; el sentido de la alegría de estar juntos como familia, grupo, etc. Aquí, creo que hay un campo fértil para el Evangelio. Por otro lado, los gitanos en su mayoría están bautizados pero no evangelizados. Nosotros procuramos bautizar a sus hijos y nada más. Pero también he descubierto personas y familias abiertas a la fe. Para mí que el desafío más grande consiste en comprender bien el núcleo cultural y no estigmatizarlos como "perezosos" y "astutos". Hay que tener paciencia para encontrar el campo donde sembrar. En ocho años de camino con ellos he descubierto que entre los gitanos puedo vivir auténticamente la vida salesiana, vivir entre pobres no sólo en sentido económico, sino también bajo el punto de vista religioso, los que aún no han acogido a Jesucristo en su vida. ¡Entre los gitanos he descubierto mi vocación misionera! P. Jozef Žembera Eslovaco, misionero entre los gitanos de Eslovaquia Entrevista al P. Faustino García Peña, Inspector de la Inspectoría África Occidental Francófona (AFO) en francés y subrayado en español (http://vimeo.com/79889774 ) Por los Jóvenes de la Región Europa Norte Para que los jóvenes de Europa encuentren comunidades cristianas que les hagan ver el rostro de Cristo hoy en los ambientes de la Familia salesiana. El Proyecto Europa necesita la fuerza de regeneración endógena (desde dentro), que viene a través de la nueva evangelización que descubre las raíces de la verdadera vida basada en los valores cristianos. A pesar de las apariencias las nuevas generaciones europeas están en busca de la del sentido de la vida, de la espiritualidad y del sentido de lo profundo. Que mediante la acción educativa de la Familia Salesiana puedan ser la esperanza del futuro del continente europeo. El compromiso en el voluntariado misionero, la activa participación en los grupos juveniles (Movimiento Juvenil salesiano) en los ambientes salesianos puede ser el camino para volver a descubrir el rostro de la Iglesia viva.