Consejo Recursos

La Formación Misionera de los Salesianos de Don Bosco

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1 - 2-

La Formación Misionera
de los Salesianos
de Don Bosco
Dicasterio para las misiones - Dicasterio para la formación
Roma 2014Editrice S.D.B.
Edizione extra commerciale
Direzione Generale Opere Don Bosco
Via della Pisana, 1111
Casella Postale 18333
00163 Roma
Traducido del original en italiano:
La Formazione Missionaria dei Salesiani di Don Bosco
por Dionisio Pacheco Aldea y José Miguel Núñez Moreno3
PRESENTACIÓN.................................................................................... 5
ABREVIACIONES .................................................................................. 9
INTRODUCCIÓN.................................................................................... 11
FORMACIÓN INICIAL ............................................................................ 13
Prenoviciado............................................................................. 13
Contenidos a subrayar ............................................................ 13
Actitudes a cultivar................................................................ 14
Experiencias a promover ......................................................... 14
Noviciado ................................................................................. 14
Contenidos a subrayar ............................................................ 15
Actitudes a cultivar .............................................................. 15
Experiencias a promover ........................................................ 16
Postnoviciado ........................................................................... 16
Contenidos a subrayar ........................................................... 17
Actitudes a cultivar .............................................................. 17
Experiencias a promover ........................................................ 18
Tirocinio................................................................................... 18
Contenidos a subrayar ........................................................... 18
Actitudes a cultivar .............................................................. 19
Experiencias a promover ........................................................ 19
Formación específica de los Salesianos Presbíteros y Coadjutores... 20
Contenidos a subrayar ........................................................... 20
Actitudes a cultivar .............................................................. 21
Experiencias a promover ........................................................ 21
FORMACIÓN PERMANENTE ...................................................................... 23
Contenidos a subrayar ................................................................ 23
Actitudes a cultivar ................................................................... 23
Experiencias a promover ............................................................. 24
Sumario4
PREPARACIÓN ESPECÍFICA DEL SALESIANO MISIONERO ...................................... 27
Discernimiento ......................................................................... 27
Criterios para el discernimiento .............................................. 27
Personas implicadas .............................................................. 27
Contraindicaciones ................................................................ 27
Elementos insuficientes ......................................................... 28
Criterios generales ................................................................ 28
Preparación específica............................................................... 29
Discernimiento ..................................................................... 30
Preparación ......................................................................... 31
Inserción ............................................................................. 32
Formación continua .............................................................. 33
APÉNDICES........................................................................................ 35
La vocación Misionera Salesiana .................................................. 35
Quién es misionero hoy .............................................................. 43
El grupo misionero ..................................................................... 46
El aspirantado misionero ............................................................ 50
La urgente necesidad de animación misionera ................................ 52
La Jornada Misionera Salesiana 1988-2015 ................................... 58
Algunos centros de especialización .............................................. 60DIREZIONE GENERALE OPERE DON BOSCO
Via della Pisana 1111 - 00163 Roma
El Consejero General para las Misiones
El Consejero General para la Formación
Roma, 24 de enero de 2013
Prot. 13/0033
Objeto: Formación misionera de los Salesianos de Don Bosco
Queridos Hermanos,
Os enviamos estas reflexiones y propuestas sobre la “Formación
Misionera de los Salesianos de Don Bosco”. Son el fruto conjunto de nuestros
Sectores para las misiones y para la formación, después de consultar con los re-
spectivos Delegados inspectoriales; encuentran fundamento en la responsabi-
lidad que las Constituciones confían al Consejero para las misiones sobre “la
preparación específica y la puesta al día de los misioneros” (Cost. 138); han
sido aprobadas por el Rector Mayor y su Consejo el 23 de enero de 2013.
Sabemos de la atención misionera que Don Bosco cultivó progresivamente
en su vida y que llegó a su madurez con el envío de la primera expedición mi-
sionera el 11 de noviembre de 1875 y con las sucesivas expediciones. Cono-
cemos los “Recuerdos a los misioneros” de Don Bosco sobre los que el Rector
Mayor, Don Pascual Chávez ha vuelto en su carta “La inculturación del carisma
salesiano” (ACG 412, Roma 2011).
Actualmente vemos también codificado en el artículo 6 de nuestras Consti-
tuciones el compromiso misionero de la Congregación.
Estas reflexiones y propuestas pretenden mantener vivo el espíritu misio-
nero de la Congregación. En un tiempo de globalización necesitamos estar
abiertos a una formación y una pastoral inculturada. El compromiso de la
5Iglesia por la nueva evangelización y por la evangelización ordinaria, nos pide
seguir lanzándonos a las fronteras de la primera evangelización. La necesidad
de construir comunidades internacionales y el Proyecto Europa son una llamada
a la movilidad misionera en la Congregación.
En concreto estas notas se proponen un doble objetivo. Sobre todo, pre-
tenden hacer que crezca en cada hermano la sensibilidad misionera y la capa-
cidad de hacer animación misionera entre los jóvenes y laicos; conocemos bien
nuestras posibilidades en la animación misionera entre los jóvenes y en el vo-
luntariado misionero, que abren en los jóvenes a estilos de vida sobria y soli-
daria, los comprometen en la causa del Evangelio y los cuestionan sobre la vo-
cación consagrada salesiana.
En segundo lugar, pretenden proponer un itinerario para descubrir, discernir
y profundizar una verdadera vocación salesiana misionera. Tal vocación nace,
crece y se desarrolla como don de Dios, en la línea del compromiso evangeli-
zador de Jesús y por el impulso del Espíritu Santo; al mismo tiempo encuentra
condiciones históricas que requieren nuestra cooperación.
Confiamos estas reflexiones y propuestas a la responsabilidad de los inspec-
tores, para que puedan dar como fruto abundantes “misioneros” en este Bicen-
tenario del nacimiento de Don Bosco.
Cordiales saludos y gracias por la atención.
Don Vaclav Klement, SDB Don Francesco Cereda, SDB
Consejero para la misiones Consejero para la formación
6Const. Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales.
FSDB Formación de los Salesianos de Don Bosco. Principios y Normas.
(Roma, 2000).
MB Memorias Biográficas de San Juan Bosco. 19 vol. (Central Cate-
quistica Salesiana: Madrid, 1981-1989)
OESFI Orientaciones sobre los Estudios Salesianos en la Formación
Inicial. Metodología y Distribución de contenidos en cursos
de estudio para Varias Fases Formativas (Roma 2005).
Reg. Reglamentos de la Sociedad de San Francisco de Sales.
RM Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris Missio (1991).
SSCS Sistema Salesiano de Comunicación Social. Líneas operativas
para la Congregación Salesiana. Segunda edición (Editorial
SDB: Roma, 2011).
9
AbreviacionesE Este documento pretende animar a cada salesiano me-
diante la formación a mantener vivo el celo misionero de
Don Bosco, capacitándolo para ser animador misionero y
ayudándolo a discernir si Dios lo llama a la misión ad
gentes.
Tal documento evidencia contenidos, actitudes, expe-
riencias para varios momentos de la formación. Se
ofrecen algunos contenidos que subrayan la dimensión
misionera de la experiencia formativa; se indican además
actitudes a cultivar y experiencias que promover. Se trata
de contenidos, actitudes y experiencias que habria que
profundizar en continuidad durante las diversas fases. Y
como las comunidades formativas se encuentran en va-
riados contextos, las diferentes propuestas se deben
adaptar a las distintos situaciones.
Al final del documento se presentan aspectos especí-
ficos: criterios de discernimiento para la vocación sale-
siana misionera y la formación del salesiano misionero.
11
IntroducciónE
PRENOVICIADO
El prenoviciado es la primera fase de la formación;
está orientado a suscitar interés y entusiasmo por la vo-
cación salesiana; ofrece una experiencia de vida comuni-
taria y apostólica salesiana en la que los prenovicios pro-
fundizan su opción vocacional; ayuda a los prenovicios a
madurar en los diferentes aspectos humanos y cristianos
como discípulos misioneros 1 de Cristo y favorece su pre-
paración al noviciado.
Contenidos a subrayar:
– el estudio de la biografía de Don Bosco nos muestra
su celo por las almas, manifestado también en el
deseo de ir a las misiones ya en los primeros años de
su formación sacerdotal y desarrollado después en el
lanzamiento de la frontera misionera de la Congrega-
ción durante los años de la madurez;
– la descripción de las presencias actuales de la Congre-
gación ofrece a los prenovicios una mirada sobre la
variedad de la misión salesiana en los diferentes pa-
íses y les entusiasma sobre todo el trabajo de los mi-
sioneros en las diversas partes del mundo, a pesar de
los desafíos que encuentran 2 ;
– la presentación de figuras históricas y de testimonios
actuales de la vida salesiana ofrece también a los pre-
novicios figuras de misioneros en los que se pueden
inspirar para su vida.
13
1 CELAM V, Aparecida.
Documento Final, n.
146, 216-220, 278
(Conferencia Epis-
copal Peruana: Lima,
2007) 62, 118-119,
143-145. El docu-
mento subraya que
todos los cristianos
están llamados a ser
discípulos misio-
neros. La vida consa-
grada es vivir radical-
mente el ser discí-
pulo misionero.
2 Cf. OESFI, 1.2; 1.3.
Formación InicialE
Actitudes a cultivar:
– el reconocimiento por la fe recibida, el interés en el
estudio del catecismo, la alegría de conocer y amar a
Cristo y a la Iglesia, el deseo de querer compartir la
propia fe con otros;
– la apertura a las diversas realidades sociales y cultu-
rales del propio país y del mundo, a las situaciones de
pobreza, a las realidades de muchos jóvenes que se en-
cuentran como “ovejas sin pastor” (Mt 9, 36) y, como
consecuencia, el sentido de compasión y solidaridad;
– la generosidad apostólica que inclina a la sencillez y
al don gratuito de sí, fruto de una espiritualidad sale-
siana que requiere el compromiso por un servicio res-
ponsable.
Experiencias a promover:
– conocer el trabajo de los misioneros en la propia Ins-
pectoría, en la iglesia local, en el propio país y en
todo el mundo, por ejemplo a través de vídeos y las
visitas de misioneros;
– formar parte de un grupo misionero en el prenovi-
ciado;
– hacer experiencia de compartir la propia fe con los
otros prenovicios y con los jóvenes;
– comprometerse en la catequesis y en el apostolado,
suscitando en los jóvenes interrogantes sobre el sen-
tido de la vida, favoreciendo interés por la fe, creando
el deseo de conocer la figura de Jesús.
NOVICIADO
El noviciado es el inicio de la experiencia de vida con-
sagrada salesiana. Los novicios se configuran cada vez
14más con Cristo Buen Pastor, como sus discípulos misio-
neros, consolidando su relación de amor y amistad con
Él. Comenzando a vivir la vida consagrada, aprenden a si-
tuarse en el corazón de la Iglesia y a ponerse entera-
mente al servicio de su misión 3 . Como dice la Ratio, “el
servicio del Reino, el testimonio del Evangelio, el sentido
de Iglesia, el impulso misionero caracterizan la expe-
riencia del noviciado” 4 .
Contenidos a subrayar:
– el estudio de las Memorias del Oratorio con la inten-
ción de ayudar a los novicios a comprender el corazón
oratoriano de Don Bosco, como expresión de su celo
misionero y de su interioridad apostólica 5 ;
– el contacto con la santidad vivida por algunas figuras
significativas de la Familia Salesiana, especialmente
misioneros, y la reflexión sobre características de su
santidad para a hacer crecer en los novicios un co-
razón misionero 6 ;
– el estudio de la Familia Salesiana con la intención de
abrir el horizonte de los novicios a la colaboración y
la aportación de los miembros de la Familia Salesiana
misma y de los laicos que comparten la misión sale-
siana, con especial referencia a las misiones.
Actitudes a cultivar:
– la voluntad de identificarse cada vez más con los sen-
timientos de Cristo y con su compromiso para que
todos los hombres conozcan el Evangelio, y el deseo
de que sea conocido y amado por todos los pueblos,
especialmente por los jóvenes;
– la identificación con el corazón misionero de Don
Bosco y el deseo de ser, especialmente para los jóvenes
que no conocen a Cristo, signos del amor del Padre;
3 Cf. Const. 6.
4 FSDB 366.
5 Cf. OESFI 2.1.
6 Cf. OESFI 2.3.
15E
– el ardor del da mihi animas que lleva a los novicios al
don total de sí mismos a Dios en la profesión religiosa
por la senda de Don Bosco;
– la simpatía por las misiones y por los misioneros sale-
sianos y un creciente interés y disponibilidad para
ofrecerse a las misiones, si ésta es la voluntad de Dios
para ellos.
Experiencias a promover:
– aprovechar la posibilidad de insertarse en la realidad
social y apostólica 7 y expresar la caridad pastoral al
servicio del Reino mediante diversas experiencia edu-
cativas y pastorales, para poder “conocer y experi-
mentar la realidad del mundo de los jóvenes, especial-
mente los más pobres” 8 ;
– favorecer la oración por las misiones y los misioneros 9 ,
especialmente la Adoración Eucarística y el Rosario;
– relacionarse amigablemente, donde es posible, con jó-
venes de otras religiones;
– mantener contactos con algún misionero salesiano,
mejor si es de la propia inspectoría;
– implicarse en la celebración anual de la jornada misio-
nera salesiana, en la conmemoración mensual cada 11
de mes, y en la oración personal por las vocaciones
misioneras y las necesidades misioneras de la Iglesia y
de la Congregación.
POSNOVICIADO
El posnoviciado es la fase en la que el neoprofeso sa-
lesiano refuerza la experiencia formativa del noviciado en
lo que respecta a la vida consagrada salesiana: se prepara
para el tirocinio; entra en diálogo con la cultura a través
7 Cf. Reg. 89.
8 FSDB 367.
9 Cf. RM 78.
16del estudio filosófico, pedagógico y catequístico; integra
fe, cultura y vida 10 .
Contenidos a subrayar:
– la lectura crítica de la cultura y de los aconteci-
mientos de la Iglesia y del mundo, para comprender
las implicaciones actuales de la evangelización, espe-
cialmente en el ámbito juvenil;
– el estudio de la historia de la Congregación y de la
obra salesiana, con especial referencia a la expansión
misionera en todo el mundo 11 ;
– el estudio del Sistema Preventivo con atención a su
inculturación en el contexto actual, multicultural y
plurireligioso 12 ;
– el conocimiento del fenómeno de la migración y de los
desafíos que comporta a nivel social, cultural y religioso;
– el estudio de la catequesis y de la comunicación social
para aprender a llevar el evangelio a los jóvenes, espe-
cialmente a los indiferentes, a los no creyentes y a los
no cristianos;
– el conocimiento de los Criterios para el Discernimiento
de la Vocación Misionera Salesiana en vistas a iniciar
un posible discernimiento de vocación misionera.
Actitudes a cultivar:
– la apertura crítica y comprensiva de las realidades so-
ciales, culturales y religiosas del propio país y del
mundo, especialmente de los jóvenes, y la atención al
grito de los pueblos por una vida más digna;
– la sensibilidad por las necesidades de los jóvenes emi-
grantes, muchachos de la calle y jóvenes en riesgo;
– el interés y la participación en la misión evangelizadora
de la Iglesia y de la Congregación y la voluntad de con-
tribuir a su crecimiento en el propio país y en el mundo;
10 Cf. FSDB 396;
Const. 114.
11 Cf. OESFI 3.4.
12 Cf. OESFI 3.1; P.
CHÁVEZ, «La incultura-
ción del carisma sale-
siano», en ACG 411,
pp. 49-51.
17E
– la disponibilidad para dejarse interpelar por la llamada
misionera y la generosidad para ofrecerse con alegría
en una vida que requiere compromiso, sacrificio y do-
nación de sí mismo.
Experiencias a promover:
– hacer apostolado entre los jóvenes emigrantes, con los
pobres de las zonas rurales y con los jóvenes en riesgo,
en el contexto de las experiencias apostólicas del pos-
noviciado;
– organizar y animar grupos misioneros en los am-
bientes en donde se hace apostolado;
– hacer alguna experiencia de animación misionera con
los medios de comunicación social 13 ;
– reflexionar personal y comunitariamente sobre los Cri-
terios para el Discernimiento de la Vocación misionera
Salesiana.
TIROCINIO
El tirocinio es la fase para medirse vital e intensa-
mente con la acción salesiana en una experiencia educa-
tivo pastoral que ayuda a los jóvenes salesianos a ma-
durar en su vocación consagrada salesiana y a verificar su
idoneidad vocacional mirando a la profesión perpetua 14 .
Contenidos a subrayar:
– la reflexión personal y comunitaria y el intercambio
con otros tirocinantes sobre las propias experiencias
de vida y actividad salesianas;
– el conocimiento directo de la vida de la Inspectoría y
de la Congregación.
13 Cf. SSCS II, 3-4.
14 Cf. FSDB 428-429.
18Actitudes a cultivar:
– la alegría de la fe y del amor por Jesucristo y el entu-
siasmo por llevar a los jóvenes a conocerlo, especial-
mente mediante la catequesis;
– la pasión de Don Bosco en proponer a los jóvenes, es-
pecialmente a los que no conocen el Evangelio o se
han alejado de la Iglesia, la experiencia de la plenitud
de vida en Cristo;
– la disponibilidad en la práctica del Sistema Preventivo
como expresión de la pasión y de la alegría por com-
partir la experiencia de plenitud de vida en Cristo;
– la profundización teórica y práctica del Sistema Pre-
ventivo con atención a la inculturación.
Experiencias a promover:
– crear y animar un grupo misionero entre los jóvenes y
estimular su entusiasmo por formar parte en dife-
rentes iniciativas en favor de las misiones, incluido el
voluntariado misionero;
– encontrar cauces para relacionarse con jóvenes de
otras religiones en el propio ambiente, y donde sea
posible, hacer una experiencia directa en una pre-
sencia misionera salesiana de la propia Inspectoría.
19L
FORMACIÓN ESPECÍFICA DE LOS SALESIANOS PRESBÍTEROS
Y DE LOS SALESIANOS COADJUTORES
La formación específica es la fase que completa la for-
mación inicial del salesiano, discípulo misionero, edu-
cador y pastor, siguiendo las líneas de la vocación espe-
cífica como salesiano coadjutor o salesiano sacerdote 15 .
Contenidos a subrayar:
– el estudio de Don Bosco Fundador en los años de la
madurez, cuando afronta nuevos desafíos pastorales,
integra numerosas fuerzas apostólicas, abre la Congre-
gación a las fronteras misioneras 16 ;
– el estudio de la pastoral juvenil salesiana, que ayuda a
profundizar la dimensión misionera de la evangeliza-
ción, o sea, la urgencia de anunciar a Cristo y educar a
los jóvenes en la fe, las nuevas formas de presencia
entre los jóvenes, la presencia salesiana en el terri-
torio, la atención a la animación misionera 17 ;
– el estudio de la teología pastoral con atención a los
documentos de la Iglesia sobre la actividad misionera,
la teología de la religiones, la teología de la evangeli-
zación, la misionología, el diálogo interreligioso e in-
tercultural, y otros temas relacionados como los desa-
fíos de la globalización, del secularismo, de la multi-
culturalidad y la multirreligiosidad, de la inmigración,
de la religiosidad popular y del modo de anunciar el
mensaje evangélico en los actuales contextos 18 ;
– el estudio de la comunicación social con la capacita-
ción para hacer uso de los instrumentos y lenguajes
de los medios modernos para anunciar el Evangelio y
para trasmitir el mensaje evangélico en la cultura de
los media modernos;
15 Cf. FSDB 446.
16 Cf. OESFI 4.1.
17 Cf. OESFI 1.3; P.
CHÁVEZ, «La pastoral
juvenil salesiana», en
ACG 407, n. 4.2, pp.
48-51.
18 Cf. SÍNODO SOBRE LA
NUEVA EVANGELIZACIÓN,
Proposición 9.
20– el impulso y dinamismo misionero del sacerdote en
virtud de su configuración con Cristo pastor 19 .
Actitudes a cultivar:
– el vínculo de profunda amistad con Cristo que lleva a
configurarse con Él y por tanto a recibir de Él una
fuerte caridad pastoral;
– el amor a la Iglesia como pueblo de Dios abierto a
acoger a todos los pueblos;
– la convicción sobre el carácter misionero del carisma
salesiano 20 .
Experiencia a promover:
– la experiencia de trabajo misionero con los jóvenes de
otras religiones;
– el conocimiento y la animación del programa del cate-
cumenado según el Rito de Iniciación Cristiana de
Adultos;
– la experiencia misionera durante el periodo estival;
– la implicación en la animación misionera salesiana en
los niveles local e inspectorial;
– la propuesta de la oración por los misioneros y las mi-
siones a los enfermos.
21
19 Cf. CONGREGACIÓN PARA
EL CLERO, Carta Circular
La Identidad Misio-
nera del Presbítero en
la Iglesia como Di-
mensión Intrínseca
del Ejercicio de los
Tria Munera (Librería
Editorial Vaticana: Va-
ticano, 2011), n. 2.
20 OESFI 4.2.L La formación permanente es la continuación natural y
la profundización necesaria del proyecto de vida como
discípulo misionero salesiano que se ha iniciado y vivido
en la formación inicial y dura toda la vida. Ésta se realiza
en la vida diaria del hermano en la comunidad y mira a
mantener viva en él la alegría de dedicarse completa-
mente a la causa del Evangelio con entusiasmo.
Contenidos a subrayar:
– la oferta a los hermanos de la Inspectoría de la posi-
bilidad de tomar parte en algún programa formativo,
conferencia, curso... que ayude a profundizar o prepa-
rarse mejor en algunos aspectos del propio trabajo
apostólico, como, por ejemplo, el diálogo interreli-
gioso, la nueva evangelización, …;
– la profundización en las reflexiones y orientaciones de
la Congregación para la Evangelización de los Pueblos
y de nuestro Sector para las misiones;
– la animación misionera en la Inspectoría y en la Con-
gregación;
– el voluntariado misionero juvenil y laical.
Actitudes a cultivar:
– el deseo de estar a la altura del propio trabajo para
dar lo mejor de sí mimo en la misión evangelizadora;
– la apertura a los nuevos contenidos y métodos que
puedan mejorar la eficacia apostólica en el ambiente
en el que se encuentra;
23
Formación Permanente– la conciencia de la propia fragilidad y pobreza en el
cumplimiento del mandato misionero y, por tanto, la
necesidad de recogimiento y oración, de auto valora-
ción del propio actuar, y de una renovada determina-
ción por caminar con más empeño y fervor.
Experiencias a promover:
– reflexionar y compartir las propias experiencias para
mantener viva la “pasión por la salvación de los
demás y la alegría por compartir la experiencia de ple-
nitud de vida en Jesús” 21 ;
– aprovechar los días de estudio y reflexión junto con
los miembros de la Familia Salesiana y los colabora-
dores laicos sobre temas referentes a la evangelización
y a la cultura, al compromiso de las misiones “ad
gentes”, …;
– usar los instrumentos de comunicación social para una
evaluación crítica de las nuevas culturas emergentes y
valorizar las oportunidades que éstas ofrecen para la
proclamación del Evangelio;
– aprender nuevos métodos de evangelización;
– animar grupos misioneros.
21 P. CHÁVEZ, «Discurso
de clausura del CG
26» Actas del Capí-
tulo General XXVI,
p. 137.
24C
DISCERNIMIENTO
Criterios para el discernimento de la vocación salesiana
misionera 22 “ad gentes, ad exteros, ad vitam”
Personas implicadas en el discernimiento a varios ni-
veles:
– el hermano que es acompañado por el guía espiritual y
por el confesor;
– la comunidad donde vive el hermano, o sea el director,
los formadores, los hermanos;
– el Inspector y su Consejo;
– el Consejero General para las Misiones.
Contraindicaciones para la vocación misionera
– búsqueda de aventura o simple deseo de cambiar de
puesto de trabajo;
– presión de parte de otros: padres, hermanos, amigos;
– evasión de los propios problemas de relación, perso-
nales, vocacionales;
– incapacidad de integrarse en la vida de apostolado de
la comunidad. Si se envía a las misiones a un hermano
en estas condiciones se le expone en un ambiente
mucho más comprometido (por la lengua, la cultura, y
otros factores) y la situación en vez de mejorar, em-
peora.
27
22 Cf. Ad Gentes 25;
L. ODORICO, «Los
candidatos para las
misiones sale-
sianas», en ACG
337, pp. 52-56.
Preparación específica
del Salesiano MisioneroElementos insuficientes
– No basta una motivación misionera genérica: por
ejemplo, un vago deseo de trabajar por los jóvenes o
en un ambiente pobre…
– No basta un entusiasmo superficial por las misiones
que no esté acompañado de actitudes concretas de
compromiso, sacrificio, generosidad: tal entusiasmo
no durará mucho.
Criterios generales de discernimiento vocacional - para
el hermano y para el Director y su Consejo
Tres aspectos indispensables: (1) recta intención, (2)
libre decisión, (3) cualidades necesarias. Las cualidades
necesarias son:
– buena salud;
– madurez humana; sentido de responsabilidad; capa-
cidad de relaciones;
– personalidad robusta; equilibrio sicológico; perseve-
rancia en las dificultades;
– paciencia, comprensión, humildad, capacidad de apre-
ciar los valores auténticos de otras culturas y regiones
y de adaptarse al cambio de las situaciones;
– espíritu sobrenatural, para no reducir la misión a algo
meramente filantrópico o a una actividad social;
– espíritu de fe; enraizamiento en Cristo mediante una
vida de oración personal y comunitaria, centrada en la
Eucaristía, y en la frecuencia regular de los sacra-
mentos;
– vida salesiana vivida con celo misionero demostrado
por el ardor por hacer conocer a Jesús, sobre todo a
los jóvenes más pobres y marginados;
– profundo amor a la Iglesia y a la Congregación;
– espíritu de sacrificio; generosidad, aceptación de las
condiciones en que se encuentra;
28E
– fortaleza en el soportar el cansancio y la esterilidad del
proprio esfuerzo;
– flexibilidad y capacidad de adaptarse y de amar la vida
en una comunidad intercultural;
– capacidad de aprender nuevas lenguas;
– capacidad de vivir en comunidad y de trabajar en equipo
con los otros miembros, del mismo, los laicos y los jóvenes;
– comunión y obediencia en la pastoral de conjunto
guiada por el propio Obispo.
PREPARACIÓN ESPECÍFICA DEL SALESIANO MISIONERO
El salesiano que siente la llamada a ser misionero
fuera de la propia patria, del propio ambiente cultural y
lingüístico (ad exteros) 23 , entre los que aún no han escu-
chado el Evangelio y donde la Iglesia no está aún com-
pletamente establecida (ad gentes) 24 , con un compromiso
para toda la vida (ad vitam) 25 , puede ofrecerse en cual-
quier momento para el servicio en las misiones.
Se prefieren hermanos jóvenes por su facilidad en
aprender una nueva lengua y cultura y su espíritu de
adaptación; seria deseable que generalmente finalicen el
proceso de discernimiento de su vocación misionera du-
rante el posnoviciado, pero es posible que éste se haga
también durante la formación específica del salesiano sa-
cerdote y del salesiano coadjutor.
El Capítulo general XIX abrió para los Salesianos tam-
bién la posibilidad de ser misioneros ad tempus, por 5
años, “con tal de que se consideren idóneos” 26 . Esta
puede ser una alternativa para tareas específicas y ur-
gentes en la actividad misionera de la Congregación o
para ayudar al hermano a discernir mejor su vocación sa-
lesiana misionera ad vitam.
23 Cf. FABC Office of
Evangelisation, «Con-
sultation on Asian
Local Church and
Mission ad Gentes», a
cura de Franz Josef
Eilers, For All the
Peoples of Asia, III,
n. 5 (Claretian Publi-
cations: Quezon City,
2002), p. 222.
24 Cf. Ad Gentes 6
25 Cf. RM 66.
26 Actas del Capítulo
General XIX, en ACS
244, p. 180.
29Discernimiento
El proceso de discernimiento es un camino gradual y
progresivo que se realiza con la ayuda de un acompa-
ñante espiritual. En este proceso el candidato aprende,
como la Virgen María, a escuchar la voz del Espíritu, a
purificar y a profundizar sus motivaciones, a discernir sus
cualidades y actitudes que determinan su idoneidad para
la vida misionera salesiana. También la comunidad tiene
un papel importante en este camino. Se utilizan para
este ejercicio los Criterios para el Discernimiento de la Vo-
cación Salesiana Misionera. También es posible que al
candidato misionero se le conceda, por ejemplo, como
prueba por un año, la experiencia de trabajar en un con-
texto misionero fuera de la propia Inspectoría. Esta expe-
riencia podría también servir para un discernimiento de
su llamada misionera salesiana.
Cuando, como fruto del discernimiento, el candidato
llega a la conclusión de que es llamado al servicio en el
campo misionero, envía una carta al Rector Mayor en la
que manifiesta explícitamente este deseo suyo y se pone
a disposición de la Congregación. Esto no impide la posi-
bilidad de expresar sus preferencias o predisposiciones
concretas para un determinado territorio misionero; esto
vale, de modo particular para el Proyecto Europa.
El Rector Mayor, trámite el Consejero para las Mi-
siones, diáloga con el Inspector del hermano, pidiendo
a él y a su Consejo la opinión escrita sobre la vocación
misionera del candidato, siempre en referencia a los Cri-
terios de Discernimiento de la Vocación Misionera Sale-
siana.
Concluido positivamente el discernimiento y obte-
nido el parecer del Inspector para mandar al hermano a
las misiones, el Rector Mayor asigna al candidato un
destino.
30Preparación
En el período anterior a la partida, la Inspectoría:
– ofrece al futuro misionero la oportunidad, en lo po-
sible, de aprender la lengua y la cultura del lugar al
que se le ha destinado, y también de participar en a
los encuentros o cursos organizados por la Conferencia
de Religiosos o por la Conferencia Episcopal para can-
didatos a las misiones;
– ofrece al candidato la posibilidad de conocer los con-
ceptos fundamentales de antropología cultural y de la
dinámica del diálogo intercultural;
– envía al misionero a participar en el Curso de Orienta-
ción para los nuevos misioneros organizado por el Di-
casterio para las Misiones como una preparación inme-
diata de los misioneros antes de la entrega del cruci-
fijo misionero;
– reza y hace rezar por el hermano que es enviado como
misionero.
Inserción
Entre tanto, la Inspectoría a la que ha sido asignado
el nuevo misionero, crea un clima de acogida y lo recibe
fraternalmente cuando llega.
Para facilitar su inserción en el nuevo ambiente cul-
tural, social y eclesial, la Inspectoría:
– le ofrece desde el inicio un programa de orientación
que le ayuda no sólo a conocer la historia, la cultura y
los valores del país, sino también la historia, la mi-
sión y las obras de la Inspectoría;
– le garantiza el tiempo adecuado para aprender la
lengua;
– le asegura el acompañamiento inicial mediante un
guía espiritual, que lo asiste y aconseja durante los
31primeros años de su inserción, escuchando sus expec-
tativas, profundizando sus motivaciones, removiendo
posibles prejuicios, ayudándolo a encauzar su proyecto
de vida salesiana misionera;
– facilita su inserción gradual evitando colocarlo en po-
siciones de responsabilidad durante los dos primeros
años;
– organiza encuentros regulares, por ejemplo dos veces
al año, de los nuevos misioneros con sus formadores,
directores y el encargado inspectorial; y al mismo
tiempo ofrece indicaciones al director del nuevo mi-
sionero;
– le da la posibilidad de participar en la orientación para
los nuevos misioneros organizado por la Conferencia de
Religiosos o por la Conferencia Episcopal local para un
conocimiento e inculturación el cultura local.
Después de cinco años al misionero se le ayuda a eva-
luar su experiencia misionera y en particular:
– su integración en la vida y apostolado de su inspec-
toría;
– su inserción en la cultura local, y especialmente entre
los jóvenes a él confiados, su capacidad de apertura;
– una reflexión sobre su ardor apostólico y el empeño
en la vida misionera.
Entre tanto, el misionero que se encuentra en período
formativo, completa su formación inicial, recibe la orde-
nación sacerdotal y/o hace la profesión perpetua. Para la
fase del tirocinio, se computan los dos años previstos en
los reglamentos (n. 96), a partir de su inserción educa-
tivo-pastoral en la comunidad local a la que se ha desti-
nado; por ejemplo: los tiempos exclusivamente desti-
nados al estudio de la lengua o a atender procesos migra-
torios, no se computan aún como tirocinio.
32Formación continua
El misionero se inserta completamente en el trabajo
misionero de la Inspectoría y se preocupa de su forma-
ción continua, aprovechando también las oportunidades
que le ofrece la Inspectoría para profundizar en su rela-
ción personal con Cristo como fuente de su ardor misio-
nero, e insertarse cada vez mejor en la cultura del pueblo
a la luz de la fe cristiana y del carisma salesiano.
Interviene en los diferentes encuentros de la Inspec-
toría (la jornada comunitaria, los encuentros de la comu-
nidad educativa pastoral y de la familia salesiana, y otras
iniciativas), en el país (como por ejemplo cursos organi-
zados por centros regionales salesianos de formación per-
manente, y encuentros promovidos por la Conferencia de
Religiosos o por el Episcopado), y también en la Univer-
sidad Pontificia Salesiana que ofrece el curso de forma-
ción permanente para misioneros.
Si posee los dones necesarios y si éstos corresponden
a las exigencias de la Inspectoría, el misionero es en-
viado por el Inspector a especializarse en misionología,
antropología, diálogo intercultural, diálogo interreli-
gioso, nueva evangelización, con el fin de ofrecer un ser-
vicio competente en la Inspectoría.
33La Vocación Misionera Salesiana
Egidio Viganò, SDB 1
El corazón misionero de Don Bosco
«Podemos decir que Don Bosco puede figurar entre las
filas de misioneros del siglo XIX, aunque no estuviera
nunca personalmente en las misiones ad gentes.
“Cabe afirmar – escribe Eugenio Ceria – que la idea
misionera creció con él” 2 . Es algo intrínseco a su pro-
yecto vocacional de fundador y abarca toda su existencia:
primeramente en estado embrional e inconsciente; des-
pués, gradualmente y de forma cada vez más clara y dis-
tinta.
Lo afirman, con términos más o menos claros o esfu-
mados, Don Pablo Albera y Don Felipe Rinaldi, que hacen
remontar la visión misionera de Don Bosco al sueño de
los nueve años.
Las misiones ad gentes – escribe el primero – “fueron
siempre el anhelo más ardiente del corazón de Don
Bosco; no temo equivocarme si digo que María Santísima
Auxiliadora le había concedido, desde sus primeras mani-
festaciones maternas cuando aún era muy joven, una in-
tuición clara... Nos hablaba continuamente de ello a sus
primeros hijos, que, llenos de admiración nos sentíamos
como arrebatados de santo entusiasmo... En torno a la
cama de su querido Juanito Cagliero, moribundo, ve a los
patagones que esperan de él la redención, le predice la
curación y le revela en parte su futuro” 3 .
1 Estratto da E. VI-
GANÒ, «Llamamiento
del Papa en Favor de
las Misiones», ACG
336 (1991) pp. 5-12.
2 E. CERIA, Annali della
Società Salesiana I,
p. 245.
3 P. ALBERA, Lettere
Circolari (Direzione
Generale Opere Don
Bosco: Torino, 1956)
pp. 132-133.
35
ApéndicesEl beato Felipe Rinaldi, por su parte, afirma: “Al con-
memorar aquel primer sueño de nuestro venerable Padre,
hemos celebrado implícitamente el centenario del co-
mienzo de la Obra salesiana; fue en aquella primera vi-
sión cuando podemos decir que fue consagrado como
apostol de la juventud,padre de una nueva familia reli-
giosa y misionero de los pueblos no cristianos, pues sus-
citó en su corazón un anhelo vivísimo de vida religiosa y
de evangelización de los infieles” 4 .
Realmente el ideal misionero, ya vivo en él al ter-
minar sus estudios elementales 5 se desarrolla y madura
con el tiempo.
Concluido el período de formación pastoral en el ins-
tituto sacerdotal turinés de San Francisco de Asís (1844),
piensa ingresar en los Oblaros de María Virgen, que ha-
bían abierto una floreciente misión en Indochina
(Vietnam), a fin de poder ser pronto misionero. Se pre-
para rezando y estudiando alguna lengua. Su director es-
piritual, Don José Cafasso, le deja hacer; pero en el mo-
mento oportuno le para con un “no decidido”, logra que
se quede en Turín y le encuentra un puesto en el colegio
de la marquesa Barolo, donde podrá ocuparse de nume-
rosos jóvenes. Obedece, y la Providencia lo guiará por sus
caminos. El trabajo apostólico con los jóvenes, en vez de
atenuar su llama misionera, le da una luz más viva y la
viste de originalidad.
Sabemos que las empresas misioneras narradas en los
Anales de la Propagación de la Fe 6 – una de sus lecturas
preferidas – le impresionaban profundamente. ¡Eran mu-
chas las almas que había que salvar, y él se sentía, de
algún modo, corresponsable!
Desde 1848 el beato Miguel Rúa y otros le oyeron
exclamar muchas veces: “Si tuviera muchos presbíteros y
aspirantes al sacerdocio, me gustaría mandarlos a evan-
gelizar la Patagonia y la Tierra del Fuego...” 7 .
4 ACS, año VI, 24 de
junio de 1925, p.
364.
5 Cf. MB I, 328.
6 Cf. MB III, 363.
7 MB III, 363.
36Por aquellos mismos años se le vio mirar algún mapa y
emocionarse ante el hecho de que “tantas regiones ya-
cieran aún en la sombra de la muerte” 8 .
Cuando, tras inenarrables sacrificios, puede final-
mente lanzar sus misiones (1875: ¡la mayor empresa de
nuestra Congregación!), su corazón misionero exulta y,
aparentemente, ya sólo parece vibrar por ellas. Así lo
atestiguan sus primeros sucesores. “En adelante – escribe
Don Pablo Albera – las misiones fueron el corazón de su
corazón; daba la impresión de que ya sólo vivía para
ellas... Hablaba ele ellas con tal entusiasmo, que quedá-
banlos impresionados y fuertemente edificados por el
ardor de su encendidísimo celo por las almas” 9 .
Con no menor intensidad, Don Felipe Rinaldi, evo-
cando recuerdos lejanos, se expresa así: “En su gran co-
razón se acumulaban, desde hacía muchos años, los ar-
dores apostólicos de Francisco Javier, alimentados por
una llama superior que le iba iluminando el porvenir me-
díante sueños... Para mí, creo que quizás ningún misio-
nero ha sido propagandista más celoso e infatigable que
él. Me parece ver de nuevo al amadísimo Padre, en los le-
janos recuerdos de mi vocación salesiana, precisamente
en los años de su mayor fervor misionero; la impresión
que se me quedó grabada es indeleble: era un verdadero
misionero, un apóstol devorado por la pasión de las
almas” 10 .
Pero Don Bosco no se contentó con vivir personalmen-
te el ideal misionero; lo transmitió a su Congregación (y fa-
milia) como elemento constitutivo de su patrimonio espi-
ritual y apostólico. El memorándum que envió el ano 1880
al Papa León XIII es explícito. “Las misiones extranjeras –
dice – fueron siempre objeto anhelado de la Congregación
salesiana” 11 .
Quiso, pues, que su fundación fuera también, y de
verdad, misionera ad gentes.
8 MB III, 546; IV,
424.
9 P. ALBERA, Lettere
Circolari, p. 134.
10 ACS, año VI, 24 de
junio de 1925, p.
367.
11 MB XIV, 624.
37Vale la pena considerar, aunque sea brevemente, al-
gunos sueños de Don Bosco que manifiestan con claridad
su proyecto de Fundador.
El soñó a los suyos en el Sur y en el Oriente
San Juan Bosco tuvo muchos sueños: con razón se le
ha llamado el Santo soñador. Clasificarlos es un problema
espinoso; mayor aún, interpretarlos. Hasta el día de hoy
no disponemos al respecto de un estudio completo; ni es
fácil hacerlo 12 .
Ello no significa, sin embargo, que algunos no tengan
una importancia histórica y profética; daban cuerpo a un
aspecto fundamental de su personalidad carismática y le
impelían a empresas valientes, que humanamente eran
inexplicables.
Al comentar el llamado “sueño del personaje de los
diez diamantes” 13 dije que es posible hablar de los sueños
de Don Bosco desde un punto de vista distinto y más
vital que el crítico-científico aun siendo éste muy de de-
sear para la necesaria seriedad de investigación. Se trata
del nivel de influjo existencial en el ánimo del Fundador
y en la vida de los suyos.
Algunos sueños se han de considerar como revela-
dores; no cabe explicarlos sólo mediante el análisis de la
interioridad personal del Santo.
Santiago Costamagna – futuro obispo –, que había
comprobado en América el valor carismático de varios
sueños y que indudablemente veía en Don Bosco una per-
sonalidad profética, después de leer un sueño misionero
de 1885 escribía a Juan Bautista Lemoyne para referirle
una frase que le había dicho confidencialmente el buen
Padre: “De todas las congregaciones y órdenes religiosas,
quizá la nuestra es la que ha tenido más palabra de
Dios” 14 .
12 Cf. F. JIMÉNEz, Los
Sueños de Don Bosco
(CCS: Madrid, 1989).
13 Cf. ACS n. 300.
14 MB XVII, 305.
38Entre los llamados “sueños reveladores” hay cinco que
se refieren precisamente a las misiones ad gentes:
• uno sobre la Patagonia, tenido en 1872; le sirvió para
decidirse a empezar las misiones;
• otro que describe un viaje por América, tenido en
1883: presenta muchos datos desconocidos no sólo
para Don Bosco, sino también para los estudiosos de
su época;
• el tercero, sobre el cono sur de América, tenido en
1885, es el que movió a Santiago Costamagna, que ya
estaba allí, a referir las palabras que acabamos de
citar;
• el cuarto, sobre Africa, Asia y Oceanía, también de 1885:
hoy lo consideramos con especial admiración, pues ve-
mos ya bien desarrollada su prodigiosa realización;
• y el quinto, sobre el viaje “aéreo” de Valparaíso a
Pekín, tenido en 1886: personalmente lo he querido
controlar de algún modo geográficamente en diversos
viajes, para invitar a todos a abrir con esperanza
nuestro ánimo al “proyecto China” 15 .
Estos sueños misioneros nos ayudan a conocer la men-
te de nuestro Fundador, a captar la grandeza de su espíri-
tu y la audacia de sus empresas. En ellos se ve colocada,
sin lugar a duda, nuestra Congregación entre los grupos
eclesiales comprometidos, en cuanto tales, en las misio-
nes ad gentes; y exactamente en el Sur y en el Oriente, de
que habla la encíclica. Profetizan la fecundidad vocacional
en los autóctonos y ¡abren espacios de futuro que se po-
drán comprobar dentro de quinientos años! 16
El tiempo transcurrido desde la primera expedición mi-
sionera (1875) hasta hoy demuestra la realización de tales
sueños, aun permaneciendo siempre abiertas las fronteras
de crecimiento, particularmente en China, donde las mi-
siones salesianas empezaron con éxitos inesperados y se
tiñeron en la sangre de nuestros primeros mártires.
15 Cf. ACG n. 323.
16 Cf. MB XVII, 645.
39Son sueños que – hecho quizá único en la historia – tra-
zaron, con una anticipación de varios decenios, el recorrido
que después habrían de seguir los suyos. No sin razón ac-
tualmente se ve a San Juan Bosco, en las más heterogéne-
as regiones del globo, como presencia anticipadora y pater-
na, corno amistad cultural y protección poderosa.
En mis numerosos viajes intercontinentales he podido
verificar de algún modo, y no pocas veces, el alcance pro-
fético de tales sueños, que siguen teniendo un estimulan-
te hechizo de futuro. Lo he comprobado en América, en
Africa y Madagascar, en Asía, Japón y Filipinas, en Austra-
lia y Oceanía. Los salesianos de esas regiones leen aque-
llos sueños como providenciales mensajes profetícos. En
algún caso se me ha invitado incluso a resolver encendi-
dos debates sobre ciertas precisiones geográficas.
Son sueños que han influido verdaderamente, y si-
guen haciéndolo, en la vida misionera de nuestra Congre-
gación. A su modo confirman un aspecto constitutivo de
la vocación salesiana en la Iglesia.
Nuestra Congregación es misionera
La mente y el corazón de nuestro Fundador así como
la tradición vivida ininterrumpidamente en su familia
confirman con claridad que la dimensión misionera es un
rasgo esencial de nuestro carisma 17 . Las misiones ad
gentes, no son simplemente, para los Salesianos, un
conjunto de obras como las demás, con la única dife-
rencia de que están en países lejanos o de culturas dife-
rentes: no, no. Son, mucho más profundamente, un as-
pecto costitutivo, una dimensión peculiar de nuestra
identidad de Salesianos de Don Bosco en la Iglesia. Es
verdad que en el Anuario Pontificio nuestra Congregación
no figura entre los “Institutos misioneros” en sentido es-
tricto, o sea, entre los que sólo se dedican a misiones ex- 17 Cf. Const. 30.
40tranjeras; sin embargo, en ella, y precisamente en cuanto
institución eclesial, nuestro Fundador quiso un verdadero
compromiso de misiones ad gentes. Su proyecto fue ver-
daderamente providencial. Hoy debemos reconocer que
las misiones han sido el instrumento histórico para uni-
versalizar y inculturar el carisma salesiano en el mundo.
Es un mérito grande.
Entre nosotros se han cultivado, desde el principio,
las vocaciones misioneras en sentido estricto, o sea, el
cuidado de los salesianos – no pocos – enriquecidos con
la vocación especial que es la nota característica de todo
verdadero misionero. Dicha vocación especial no es en
ellos algo excepcional con respecto a los demás sale-
sianos, sino la expresión más viva y generosa de la
vocación de todos, ya que manifiesta una condición in-
terna de la índole propia del carisma común; todo sa-
lesiano está, de por sí, disponible, en diálogo de obe-
diencia, para ser enviado como misionero.
Hace ya más de cien años que comenzamos nuestras
misiones en América; cincuenta años después nos dirigi-

mos a Asia, y últimamente, ¡pasados otros cincuenta!, nos
hemos comprometido fuertemente, en cuanto proyecto de
conjunto, en África. Podemos decir que, como sugiere el
Papa, nos hemos dirigido hacia el Sur y hacia el Oriente 18 ,
donde se constata el mayor crecimiento demográfico de la
humanidad: mucha juventud y gran pobreza.
Nuestras misiones demuestran, en tres grandes etapas
sucesivas de ámbito mundial, la concreta opción prefe-
rente de la Congregación por los jóvenes pobres y necesi-
tados.
En los dos últimos decenios ha habido, entre nos-
otros, un relanzamiento misionero. Es una iniciativa pro-
videncial que está reavivando el cansma y nos proyecta
con esperanza hacia el futuro. En la circular sobre
nuestro compromiso africano 19 , os decía que la apertura
18 Cf. RM 40.
19 Cf. ACS n. 297.
41de este nuevo frente misionero era inherente a nuestra
tradición de vida y portadora de inestimables bendi-
ciones del Señor. Estajnos viendo confirmada tal afirma-
ción. El compromiso misionero nos está librando de
los peligros del aburguesamiento, de la superficia-
lidad espiritual y de un trabajo indeferenciado. En las
misiones sentimos el gusto de los orígenes, experi-
mentamos la permanente validez del criterio orato-
riano, y nos parece que Don Bosco cobra nueva vida
en la autenticidad primigenia de su misión juvenil y
popular».
42¿Quién es misionero hoy?
Alfred Maravilla, SDB
No es raro oír a salesianos de Países tecnológicamente
desarrollados preguntar: «¿Por qué tienen que mandarnos
misioneros a nosotros? ¡Nosotros no somos un país po-
bre!» Y al mismo tiempo, algunos misioneros de países que
eran considerados ‘tierra de misión’ se preguntan qué sen-
tido tiene mandar misioneros a un País rico o tecnológica-
mente desarrollado.
Muchos salesianos sienten como un ‘problema’, aunque
no lo verbalicen, la directiva del último Capítulo General
de relanzar el carisma salesiano en Europa, haciendo las
intervenciones necesarias para la renovación de la pre-
sencia salesiana en el continente (CG 26, 108, 111), co-
nocido ya como el ‘Proyecto Europa’.
En realidad el problema es más profundo que una simple
socio-geografía o un proyecto congregacional. Radica en la
comprensión selectiva de ‘misión’ expresada en el decre-
to conciliar Ad Gentes n. 6 donde es entendido exclusiva-
mente como un movimiento unidireccional de Países ‘cris-
tianos’ hacia tierras ‘paganas’, donde pueblos o grupos de
personas aún no creen en Cristo o donde la Iglesia aún no
ha echado raíces. Lo mismo que en la exhortación apostó-
lica Evangelii Nuntiandi n. 31, en donde la promoción hu-
mana y el desarrollo son vistos como los componentes más
importantes de la misión. Parece que la comprensión de la
misión por parte de algunos se ha fosilizado aquí.
Sin embargo, ya en 1991, Juan Pablo II había insisti-
do, en la encíclica Redemptoris Missio en los nn. 33-34,
que la misión no puede ser vista sólo en términos
geográficos unidireccionales, sino principalmente como
el anuncio de Jesucristo en los contextos que se inte-
gran, en los que hay necesidad de la missio ad gentes, de
la actividad pastoral ordinaria o de nueva evangelización 20 .
20 Ya D. VIGANÒ había
subrayado que entre
las nuevas perspec-
tivas de esta encí-
clica está precisa-
mente «la novedad
de criterios para de-
scribir específica-
mente la actividad
misionera: no sólo
criterios ‘geográ-
ficos’, sino también
‘sociológicos’ y ‘cul-
turales’». E. VIGANÒ,
«Llamado del Papa
para las Misiones»,
p. 15.
43De esta manera el Papa exhortaba a la asistencia recípro-
ca entre las iglesias en lo que se han llamado tradicional-
mente ‘países cristianos’ y ‘tierras de misión’.
En Asia, un contexto donde cada uno tiene un vecino
que sigue otra religión, la Federación de Obispos Asiá-
ticos ha subrayado que el misionero es el que va fuera
del propio ambiente cultural y grupo lingüístico o de la
propia patria (ad exteros), y va entre los que aún no han
escuchado el Evangelio y donde la Iglesia no está com-
pletamente establecida (ad gentes) para proclamar el
Evangelio. Y toda iglesia local, han insistido los obispos
asiáticos, está llamada a enviar y recibir misioneros 21 .
En este sentido, la misión ya no es sólo un movi-
miento hacia “las tierras de misión”. Se trata, más bien,
de un movimiento multidireccional, porque la misión se
desarrolla allí donde un cristiano atraviesa la frontera hu-
mana para proclamar el Evangelio. De la misma manera,
toda inspectoría salesiana, rica o pobre de personal o de
recursos, es corresponsable de las iniciativas misioneras
de toda la Congregación salesiana. Por eso, todas las ins-
pectorías mandan y reciben. Por eso los misioneros de
hoy en día vienen de y son enviados a África, Asia, Amé-
rica, Europa y Oceanía. De modo que lo importante no es
sólo el lugar geográfico, insisten los obispos latinoameri-
canos, sino que se trata de vivir la propia vida “en estado
de misión” 22 . Por eso, el misionero hoy es aquel que es
enviado ya sea a la selva o a la ciudad, a la parroquia o a
la escuela, entre los de otras religiones o entre los que
no tienen ninguna religión, entre los que viven su fe cris-
tiana como una cosa cultural o entre los que la viven de
una manera rutinaria. Lo importante es que mantiene
siempre viva la pasión por Jesucristo y por su pueblo 23 .
Por eso el papa Benedicto XVI invitó a la Iglesia de
África “a contribuir a la nueva evangelización también en
los países secularizados” en donde “hoy escasean las vo-
21 Cf. FABC Office of
Evangelisation, «Con-
sultation on Asian
Local Church and
Mission ad Gentes»,
p. 222.
22 CELAM V. Apare-
cida. Documento Final
(Lima: Conferencia
Episcopal Peruana,
2007) n. 213; JUAN
PABLO II,
«Discurso a la Asam-
blea del CELAM»
(9 marzo 1983).
23 FRANCISCO, Evangelii
Gaudium (2013) 268.
44caciones”. Esto, ha insistido, no disminuye el ánimo mi-
sionero ad gente, sino que es “un signo concreto” de su
“fecundidad” 24 . Con esta renovada visión de la misión, el
Papa Francisco continuamente e invita a los católicos e
“salir a todas las periferias que tienen necesidad de la luz
del Evangelio” 25 .
Este movimiento multidireccional, en realidad, es algo
que viene sucediendo desde hace tiempo en muchas dió-
cesis y congregaciones religiosas. ¿No es cierto que al-
gunos salesianos o Inspectorías prefieren ser sólo ‘emi-
sores’ o simplemente ‘receptores’ y no mandar y recibir al
mismo tiempo? Por eso la insistencia del Rector Mayor
sobre el hecho de que el proyecto África es un “Proyecto
de Congregación” que implica a “todas las Regiones e
Inspectorías” 26 , exige en primer lugar de todos los sale-
sianos una conversión de la mente y del corazón para
asimilar este cambio epocal en la comprensión de la
Iglesia que es “toda misionera”. Sólo entonces habrá un
cambio multidireccional de misioneros salesianos ani-
mados por la confianza y la apertura recíproca que, en úl-
timo análisis, enriquecerá a todas las Inspectorías y re-
novará toda la Congregación.
24 BENEDICTO XVI,
Africae Munus (2011)
n. 167.
25 FRANCISCO, Evangelii
Gaudium, 20.
26 Actas del Capítulo
General XXVI, p. 147.
45El Grupo Misionero Salesiano
T.C. George, SDB
¡Ay de mí si no predico el Evangelio! (1 Cor 9,16)
La Iglesia es misionera por su misma naturaleza 27 .
Nuestra vocación salesiana se coloca en el corazón de la
Iglesia y, por tanto, nos hace misioneros. Ya desde el
principio Don Bosco quiso que los salesianos asumieran
un verdadero compromiso de evangelización, de misión
ad gentes en concreto 28 . Don Bosco extendió el ideal mi-
sionero a toda la Familia Salesiana como elemento cons-
titutivo de su herencia espiritual y apostólica. Inmediata-
mente después de la aprobación de las Constituciones en
1874, él envió la primera expedición misionera el 11 de
noviembre de 1875.
Las glorias de la presencia y de las actividades sale-
sianas de la región del sureste asiático hoy son fruto del
entusiasmo y del compromiso de los primeros misioneros
salesianos que llevaron a nuestra región el Da mihi
animas de Don Bosco. La mente y el corazón del fundador
y la ininterrumpida tradición misionera de la Familia Sa-
lesiana son la clara confirmación de que la dimensión mi-
sionera es un elemento esencial de nuestro carisma.
Hoy se nos pide mantener vivo el celo misionero y la
pasión apostólica de Don Bosco, nuestro fundador, en las
vicisitudes del tiempo e incluso en los nuevos desafíos
que surgen en la región. Tenemos que descubrir nuevas
maneras de presentar la persona de Jesucristo a todos,
especialmente a los jóvenes. Todo salesiano se tiene que
convencer de que Cristo es el mejor regalo que puede re-
cibir, vivir y compartir. Y compartir a Jesús con los her-
manos y hermanas no es sólo unos deber de pocos, lla-
mados ‘misioneros’. Es un privilegio de todos los que lo
han aceptado.
27 Ad Gentes 2, RM 62.
28 RM 3.
46Recordando nuestra naturaleza misionera, necesitamos
vivir con entusiasmo y trasmitir nuestro carisma misio-
nero a los jóvenes que tenemos encomendados, para que
ellos, inflamados por Cristo, puedan aceptar el desafío de
“ir y proclamar” (Mc 16,15). Tenemos que trasmitir
nuestra bella herencia misionera salesiana. En el pasado,
los grupos misioneros han jugado papeles efectivos como
instrumentos de formación misionera y en actividades mi-
sioneras en la Iglesia y en nuestra Congregación.
Los delegados inspectoriales de la región Asia Sur y los
miembros de la Familia Salesiana de las Jornadas de Es-
tudio sobre el ‘Primer Anuncio de Cristo en Asia Sur’ (7-11
agosto 2011) han sentido una vez más la necesidad de
trasmitir nuestro carisma misionero a los jóvenes, espe-
cialmente a los que se encuentran en las diferentes fases
de formación. El consejero para las misiones ya había pe-
dido a nuestras inspectorías formar grupos misioneros. Los
delegados inspectoriales de Asia Sur han redactado un
plan de acción para impulsar o establecer grupos misio-
neros en las diversas situaciones que vuelvan a dar vida y
construyan una cultura misionera en la región.
Finalidad y objetivos de los Grupos Misioneros Salesianos
El Grupo Misionero Salesiano se propone, en parti-
cular, participar activamente en el mandato misionero de
Jesucristo de ir a proclamar, descubrimiento en él el
propio modelo misionero, el manantial de fuerza del co-
razón del mismo Cristo, Misionero del Padre. Mediante la
oración, la reflexión y la acción, el grupo promueve el
espíritu misionero en el propio ambiente y favorece el
interés hacia la misión ad gentes, mientras se preocupa
de asegurar el propio crecimiento en el compromiso cris-
tiano por la misión y de dar testimonio de la fe de cada
uno en Cristo.
47Actividades sugeridas pare el Grupo Misionero
• Desarrollar programas formativos para los mismos miem-
bros del grupo a través del estudio en grupo y reflexión
sobre la palabra de Dios, misas del grupo, conferencia,
etc.
• Familiarizarse con los documentos de la Iglesia sobre la
misión evangelizadora, etc.
• Rezar por la misión evangelizadora de la Congregación y
promover servicios de oración mediante el núcleo misio-
nero de oración de la región.
• Hacer reuniones bimensuales para evaluar y planificar
actividades.
• Recoger y conservar algún recurso material para la ani ma -
ción misionera y documentar las actividades del grupo.
• Favorecer vocaciones para la misión ad gentes.
• Organizar convenios misioneros actuales.
• Difundir Cagliero 11 de distintas maneras.
• Organizar coloquios, seminarios, oraciones, servicios, con-
curso para comunidades/grupos, y ofrecer informaciones,
reflexiones, etc. sobre temas misioneros en cuadros mu-
rales.
• Celebrar la Jornada Misionera Salesiana el 11 de noviem-
bre.
• Procurar que algunos misioneros vengan a hablar de su
experiencia misionera a la comunidad/grupo.
• Proyectar el DVD preparado por Missioni Don Bosco Torino
a las comunidades/grupos.
• Organizar programas de exposición misionera, visitas de
campo, etc., para ofrecer una experiencia misionera du-
rante las vacaciones.
• Trabajar en red con otros grupos misioneros en la ins-
pectoría y en la región.
• Favorecer una cultura de donación a las actividades mi-
sioneras, buscando fondos aunque sea de una manera li-
mitada.
4849
La estructura del grupo
Se pueden organizar grupos misioneros en diversos
ambientes: casas de formación, parroquias, escuelas, cen-
tros juveniles.
El grupo misionero tendrá un núcleo central formado
por un presidente, un vicepresidente, un tesorero y un se-
cretario. El núcleo central será responsable del funciona-
miento general del grupo.
El grupo emprenderá actividades de acuerdo con el re-
presentante del personal y con el delegado inspectorial
de la animación misionera.
El grupo misionero no debe considerarse un grupo ex-
clusivo de ‘misioneros’, sino de ‘animadores misioneros’
que trabajan para infundir el espíritu misionero entre los
hermanos y los jóvenes. Son una especie de fermento que
da vida a la cultura misionera, la sal que da sabor misio-
nero y la luz que permite que todos puedan contemplar la
oportunidad de la misión. Los miembros pueden ser ad-
mitidos en el grupo mediante una oración de iniciación u
otra iniciativa parecida. El Aspirantado Misionero
Václav Klement, SDB
Después de la primera guerra mundial la Iglesia uni-
versal vivió un período de pujanza misionera, marcado
por grandes convenciones y exposiciones misioneras, un
florecimiento de grupos juveniles misioneros y publica-
ciones misioneras en todos los niveles. La animación mi-
sionera contribuyó al envío de miles de misioneros euro-
peos a todos los demás continentes. Incluso la joven
Congregación salesiana recibió responsabilidades en va-
rios territorios misioneros (Prefecturas, Vicariatos o Pre-
laturas misioneras) en América, África, Asia y Oceanía.
El tercer sucesor de Don Bosco, el beato Felipe Ri-
naldi, en sintonía con la Iglesia, fundó la revista Ju-
ventud misionera para animar a los grupos de los ‘Amigos
de la Juventud misionera’. Finalmente, el año 1922, en
Ivrea, cerca de Turín, dio inicio a la primera institución
explícita para la formación de los futuros misioneros ad
gentes. Después de la escuela secundaria, los jóvenes
partían para las misiones, donde iniciaban su noviciado.
A partir del primer Aspirantado misionero - El Insti-
tuto Cardenal Juan Cagliero de Ivrea - surgieron otros
aspirantados misioneros en Penango, Gaeta, Bagnolo, As-
tudillo (España), Shrigley (Gran Bretaña), Coat-an-Doc'h
(Francia), sin contar otras casas de formación con una
dirección específicamente misionera (Turín, Valdocco, y
varios ‘seminarios misioneros’). Una gran parte de los
11.000 misioneros salesianos es fruto de la típica tradi-
ción salesiana, dar confianza a los jóvenes, también en el
campo de la missio ad gentes, ad extra, ad vitam.
Como otras diversas tradiciones en el inmediato pos-
concilio Vaticano II, también los aspirantados misioneros
en Europa se tuvieron que cerrar durante los años 60. Por
otro lado en la región Asia Sur durante la celebración del
5051
Centenario de Don Bosco en la India (2006) surgió la
idea de continuar con la tradición original salesiana de
los aspirantados misioneros.
Así se abrieron, con la autorización del Rector Mayor,
los dos primeros aspirantados misioneros fuera de Europa.
El primero en Sirajuli (Istituto Hubert D’Rosario, Guwa-
hati, 2011) y el segundo en Perambur (Aspirantado Mi-
sionero Don Bosco, Chennai, 2012). Actualmente en la
India hay 70 jóvenes aspirantes, 18 prenovicios, 6 novi-
cios en el camino de formación misionera específica. El
proyecto está abierto a las 12 inspectorías de la región.
Se prevé que después del prenoviciado los jóvenes misio-
neros sean enviados o a otras partes de la región o a la
missio ad gentes en otros continentes. La motivación
principal del proyecto es que ‘después de haber recibido
400 misioneros salesianos, ahora tenemos vocaciones y
una fe robusta. Ha llegado para la India el momento de
mandar misioneros e todo el mundo y a Europa, como
signo de gratitud’.
La apertura de los aspirantados ha sido alentada tam-
bién en otras inspectorías ricas de vocaciones. Lo especí-
fico de la formación misionera se expresa sobre todo en
un ambiente permeado por el entusiasmo misionero: con-
tenidos de las conferencias, buenas noches y lecturas mi-
sioneras, contacto con los misioneros ad gentes, expe-
riencias misioneras en el oratorio local o experiencias del
primer anuncio de Jesucristo en zonas rurales. La urgente necesidad de animación misionera
Alfred Maravilla, SDB
No es raro oír afirmaciones como ‘ya estamos en las
misiones, entonces ¿qué necesidad hay de animación mi-
sionera?’ o ‘también en nuestra inspectoría necesitamos
personal, entonces ¿para qué animar a los Salesianos
para que sean misioneros en el extranjero’? Estas declara-
ciones parecen indicar que la animación misionera más
bien se entiende como “pesca” de misioneros. No es de
extrañar que a veces los hermanos se pregunten qué sen-
tido tiene la animación misionera, cuando hay falta de
personal en la Inspectoría.
Echando una mirada a Don Bosco
¿Qué es la animación misionera? Puede ser útil volver
a Don Bosco, para arrojar luz sobre lo que entendemos
por animación misionera. De 1841 a 1850 Don Bosco
fundó sus primeras obras para los jóvenes. De 1950 a
1860, en un momento de grande peligro para la fe del
pueblo, emprendió la entusiasta iniciativa de fundar la
Sociedad Salesiana en 1859, y comenzó además la publi-
cación de las Lecturas Católicas. En los quince años si-
guientes fundó las otras ramas de la familia: la Asocia-
ción de María Auxiliadora en 1869, las Hijas de María Au-
xiliadora en 1872 y los Salesianos Cooperadores en 1876.
Finalmente abrió una página completamente nueva en la
vida de su joven Congregación, enviando a sus primeros
misioneros en 1875, inmediatamente después de la apro-
bación de las Constituciones salesianas (1874).
Una mirada más cercana al impulso misionero de Don
Bosco revela que no es otra cosa que el fruto último y la
mejor manifestación de su celo misionero para dar a co-
nocer a Jesús. Esta pasión apostólica es el dinamismo
52que está en la base de todas sus iniciativas. En efecto, si
examinamos de cerca su ministerio con los jóvenes, es
fácil darse cuenta de que está completamente atravesado
por su pasión por predicar el Evangelio: En 1854 durante
la epidemia del cólera, Don Bosco retó a sus mejores mu-
chachos a mirar más allá de los confines seguros del Ora-
torio e ir a ayudar a aquellos afectados por la enfer-
midad. El sueño-visión de Domingo Savio del Papa Pío IX
llevando la luz de la fe a Inglaterra, refleja el espíritu mi-
sionero que reinaba en el Oratorio. “El oratorio de Don
Bosco” destacó Don Viganò, “es concebido en una pers-
pectiva misionera para los jóvenes sin parroquia” 29 .
Este celo misionero, sintetizado en el Da mihi animas,
era el dinamismo transversal que animaba todas sus ini-
ciativas. Don Miguel Rúa, dejó escrito que “Don Bosco,
por el celo ardiente con que era devorado, gritaba: ¡Da
mihi animas! Esta necesidad de salvar almas es la que ha
hecho parecerle estrecho el viejo mundo y lo ha empu-
jado a mandar a sus hijos a las misiones lejanas de Amé-
rica” 30 . En 1925, cincuentenario de la primera expedición
misionera, Don Felipe Rinaldi se expresó así para des-
cribir el celo misionero de Don Bosco: “En su gran co-
razón se habían acumulado desde años los ardores apos-
tólicos de un Francisco Javier alimentados por una llama
suprema que le venía aclarando el futuro a través de los
sueños... era un verdadero misionero, un apóstol devo-
rado por la pasión de las almas” 31 . Efectivamente, Don
Bosco comunicó a sus primeros Salesianos y a sus mucha-
chos este ardiente deseo de compartir su fe con los mu-
chachos pobres y abandonados en Valdocco, con los turi-
neses y con los que vivían más allá de los confines de
Italia. Ciertamente su ejemplo indica que el compromiso
por las misiones ad gentes “era el ansia permanente de la
Congregación, de modo que forma parte de su naturaleza
y de su finalidad” 32 .
29 E. VIGANÒ, «Llamado
para las misiones»,
p. 34.
30 Boletín Salesiano
(enero 1897), 4.
31 F. RINALDI, ACS 30
(1925) p. 367.
32 Actas del Capítulo
General XIX, 178;
Actas del Capítulo Ge-
neral XX, 471.
53La doble finalidad de la Animación Misionera Salesiana
A la luz de la experiencia de Don Bosco, ahora podemos
deducir nuestra finalidad para la animación misionera. La
animación misionera salesiana tiene una doble finalidad
interdependiente y recíprocamente complementaria. Mira
sobre todo a mantener viva en cada salesiano la pasión
de hacer conocer a Jesús y de predicar el Evangelio. Tal
celo misionero lleva al descubrimiento de la “alegría de ser
cristianos, de estar sostenidos por la felicidad interior de
conocer a Cristo y de pertenecer a su Iglesia” 33 . Por tanto,
una animación misionera eficaz renueva “la pasión por la
salvación de los demás, la alegría de compartir la expe-
riencia de plenitud de la vida en Cristo” 34 de cada salesia-
no y, en consecuencia, hace experimentar la “felicidad in-
terior” 35 a cada miembro de la comunidad local de la Ins-
pectoría. De esta alegría interior brota la energía “para se-
guir a Cristo en las situaciones opresivas de sufrimiento
humano, para ponerse a su disposición, sin replegarse en
el propio bienestar” 36 y vivir radicalmente nuestra vida sa-
lesiana. A su vez, ella supera “el cansancio de la fe” o “el
cansancio de ser cristiano” 37 que provoca un cansancio in-
terior, mezquindad, y la pérdida del dinamismo apostólico,
que, al final, lleva a “una pereza paralizante” 38 , expresio-
nes de falta de alegría y tristeza interior al vivir la vida
como cristianos y religiosos. Los Salesianos entusiastas
atraen a los jóvenes a la vida salesiana. Una animación
misionera eficaz, por tanto, está íntimamente ligada a la
promoción vocacional.
Este celo misionero, que debería estar presente en cada
salesiano no excluye, sino que en realidad implica, que
hay salesianos que tienen una vocación específica:
comprometidos con el apostolado misionero fuera de la
propia patria, ambiente cultural y grupo lingüístico (ad ex-
teros); entre los que aún no han oído el Evangelio, o don-
33 BENEDICTO XVI, «Ho-
milía, Parque Expo
Bicentenario, León,
México» (25 marzo
2012).
34 P. CHÁVEZ, «Discurso
en la clausura del
CG26», Actas del Ca-
pítulo General XXVI,
137.
35 BENEDICTO XVI, «Dis-
curso a la Curia Ro-
mana para la Presen-
tación de las Felicita-
ciones de Navidad»
(22 diciembre, 2011).
36 Ibid.
37 Ibid.
38 FRANCISCO, Evangelii
Gaudium 81, 83.
54de la Iglesia aún no está planamente establecida (ad gen-
tes); y en contextos en donde hay abandono de la fe o en
donde se vive como algo meramente cultural (nueva evan-
gelización) 39 mediante un compromiso por toda la vida (ad
vitam) 40 . Por tanto el segundo objetivo de la animación
misionera que brota del primero es el de ayudar a discer-
nir si tienen la vocación misionera ad exteros, ad gen-
tes, ad vitam. A los que se sienten llamados a ser misio-
neros se les ayuda a comenzar un proceso inicial de dis-
cernimiento, buscando la ayuda de un guía espiritual para
descubrir la llamada de Dios, purificar y profundizar sus
motivaciones, discernir sus cualidades y actitudes con vis-
tas a determinar su idoneidad fundamental para la vida
misionera salesiana.
Nuestra vocación salesiana se coloca en el corazón de
la Iglesia 41 que “es misionera por naturaleza” porque “es
enviada a las gentes” 42 . De la misma manera que dentro de
la vocación salesiana algunos son llamados a ser sacerdo-
tes, y otros a ser coadjutores, la vocación misionera sale-
siana es también una llamada dentro de nuestra vocación
salesiana 43 . En este sentido, no es cuestión de ‘tener la ne-
cesidad de hermanos aquí’, ni de ‘huir’ de las exigencias de
la Inspectoría. No, no. Se trata, por el contrario, de ayudar
a un hermano a responder a su llamada vocacional de ser
misionero salesiano.
La Animación Misionera en las Comunidades Salesianas
La animación misionera salesiana de toda la Inspecto-
ría se le encomienda al Delegado Inspectorial para la Ani-
mación Misionera (DIAM) que trabaja en estrecha colabo-
ración con los Delegados Inspectoriales para la pastoral ju-
venil, la comunicación social y la formación. En nuestras
comunidades locales, la animación misionera podría asumir
diversas formas. He aquí cuatro propuestas sencillas:
39 FABC Office of
Evangelisation, «Con-
sultation on Asian
Local Church and
Mission ad Gentes», a
cura di Franz Josef
Eilers, For All the
Peoples of Asia, III,
n. 5, (Claretian Publi-
cations: Quezon City,
2002) 222; RM 33;
BENEDICTO XVI, Motu
Proprio Ubicumque et
Semper (2010).
40 Ad Gentes 6, 27;
RM 32, 79; Actas del
Capítulo General XX,
465.
41 Const. 6.
42 Ad Gentes 2; RM 1,
62.
43 E. VIGANÒ, «Llamado
del Papa a las
misiones», p. 11.
55• La celebración anual de la Jornada Misionera Salesia-
na, en una fecha elegida de acuerdo con toda la Ins-
pectoría, pretende promover la sensibilización por las
diversas situaciones misioneras y superar toda tenta-
ción de agotarse a sí mismos en el propio contexto. Ca-
da año, el Dicasterio de Misiones prepara un poster,
materiales impresos, un DVD con imágenes sobre el te-
ma, que están disponibles también en Youtube. Por
tanto prestan atención a la universalidad y a la vitali-
dad del carisma, mostrado en las expresiones del celo
misionero de los salesianos en diversos contextos.
• La intención misionera mensual y la oración por los
misioneros cada 11 del mes subrayando la impor-
tancia de la dimensión espiritual de la misión y la po-
sibilidad de todos los hermanos de sostener la acti-
vidad misionera de la Congregación, con sus oraciones
y sacrificios.
• La publicación mensual de Cagliero 11, distribuido a
la comunidad por el DIAM, ofrece recursos no sólo
para la lectura espiritual de la comunidad sino tam-
bién para los ‘Buenos días’ a los estudiantes.
• La formación de un grupo misionero en cada am-
biente local favorece la renovación de la conciencia
misionera de los jóvenes y de toda la comunidad edu-
cativa (CEP), revitaliza el entusiasmo por la fe y la
fascinación por el carisma salesiano. Un grupo misio-
nero podría promover el voluntariado entre los jó-
venes y los miembros de la CEP. Éstos, a su vez, sus-
citan el ardor que hace nacer nuevas vocaciones.
El Sentido de la Animación Misionera
Hoy necesitamos la animación misionera. En realidad
hace falta. La animación misionera salesiana nos ayuda a
redescubrir “la alegría de creer” y de “comunicar a Jesu-
5644 FRANCISCO, Evangelii
Gaudium 86, 30.
45 Idem, 21.
46 Idem, 26.
47 Idem, 27.
48 Idem, 10, 13, 83.
57
cristo” 44 , que “llena la vida de la comunidad de los discí-
pulos” 45 . Efectivamente, una animación misionera será
aquella chispa que puede alimentar una “apertura a una
permanente reforma de las estructuras” 46 , de cada sale-
siano y, por tanto, una “reforma de las estructuras, que
exige la conversión pastoral” 47 en cada comunidad e ins-
pectoría, de otra manera nos arriesgamos a ceder al “can-
sancio de la fe” y deslizarnos cómodamente hacia una
presencia salesiana ‘de mantenimiento’ sin alegría ni
ardor. ¡Salesianos rebosantes de “la dulce y confortante
alegría de evangelizar” 48 seguramente atraerán a los jó-
venes a la vida salesiana! La Jornada Misionera Salesiana 1988-2015
A partir de 1988 se ha ido proponiendo un tema mi-
sionero a toda la Congregación. Todas las comunidades
salesianas pueden conocer una realidad misionera con-
creta, cada año de un continente diferente. Se trata de
un momento fuerte de animación - Formación Misionera
en las Comunidades salesianas inspectoriales o locales,
en los grupos juveniles de la Familia Salesiana. No se
trata de una celebración aislada, sino sobre todo de una
oportunidad para implicar a las comunidades SDB y a las
comunidades educativas pastorales (CEP) ofreciendo una
propuesta che sea un proyecto anual concreto.
58TEMAS ANUALES
Año Tema
1988 Guinea - Conakry: El sueño continúa
1989 Zambia: Proyecto Lufubu
1990 Timor Leste - Venilale: Jóvenes evangelizadores
1991 Paraguay: Muchachos de la calle
1992 Perú - Valle Sagrado Incas: Cristo vive en los senderos de los Incas
1993 Togo - Kara: Don Bosco y África - Un sueño que se hace realidad
1994 Cambogia-Phnom Penh: Misioneros constructores de paz
1995 India - Gujarat: En diálogo para compartir la fe
1996 Russia - Yakutsk: Luces de esperanza en Siberia
1997 Madagascar: Muchacho, yo te digo: levántate
1998 Brasil: Yanomami: Vida nueva en Cristo
1999 Japón: El difícil anuncio de Cristo en Japón
2000 Angola: Evangelio, semilla de reconciliación
2001 Papúa New Guinea: Caminando con los jóvenes
2002 Misioneros entre jóvenes refugiados
2003 El compromiso por la formación humana en las Misiones
2004 India - Arunachal Pradesh: El despertar de un Pueblo
2005 Mongolia: Una nueva frontera misionera
2006 Sudán: La misión salesiana en Sudán
2007 Sudán: La misión salesiana en Sudán
2008 HIV/AIDS: Respuesta de los salesianos - Educar para la vida
2009 Animación misionera - Mantén viva la llama misionera
2010 Europa: Los salesianos de Don Bosco caminan con los Rom-Sinti
2011 América: Voluntarios para proclamar el Evangelio
2012 Asia: Narrar a Jesús
2013 África: Camino de fe
2014 Europa: Los otros somos nosotros - Atención salesiana a los Migrantes
2015 ¡Señor, mándame! - Vocación salesiana misionera
59Algunos centros de especialización
Pontificia Universidad Gregoriana (Roma)
Facultad de Misionología (http://www.unigre.it/
struttura_didattica/missiologia/index.php)
• Referido a la Evangelización
• Referido a la Teología de las Religiones:
• Religiones y culturas del Mediterráneo
• Estudios islámicos
• Religiones y culturas de Asia
Pontificia Universidad Urbaniana (Roma)
Facoltà di Misionología (http://www.urbaniana.
edu/it/missiologia/ord_stud.htm)
• Teología misionera
• Pastoral y Catequesis misionera
• Misión y Religiones
• Curso Anual de Formación Misionera (plano
personalizado)
Pontificia Universidad ‘Angelicum’ (Roma)
(http://www.pust.it/)
• Centro para el Diálogo Interreligioso
Scalabrini Migration International Institute (Roma)
(http://diplomasimi.org/)
• Diploma en Pastoral para Migrantes
Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos
(Roma) (http://www.pisai.it/home.aspx)
• Curso de introducción al Islam
• Licenciatura de Estudios Árabes e Islámicos
(3 años)
• Doctorado
60Ateneo de Manila (Filipinas)
• Programa de Estudios Chinos (http://www.admu.
edu.ph/ls/soss/chinese-studies/about)
Dar Comboni for Arabic Studies (Egipto)
• Diploma en lengua árabe e islámica
(http://www.comboniegypt.org/Ita/DAR%20
COMBONI%2017.htm)
Fundación Universitaria San Alfonso (Colombia)
• Especialización en Misionología (http://fusa.
edu.co/index.php/la-fundacion/rectoria)
Institute for Consecrated Life In Asia (Filipinas)
• Licenciatura en Misionología (http://www.icla.
org.ph/index.php/ degree-programs)
Pontificio Istituto Dharmaram Vidya Kshetram (India)
• Licenciatura en Misionología (http://www.dvk.
in/ViewCourseDetails.aspx?CourseId=52&FacultyId=1)
Sacred Heart Theological College (India)
• Licenciatura en Misionología
Tangaza University College (Kenya)
• Institute of African Studies
(http://www.tangaza.org/)
Universidad Católica Boliviana (Bolivia)
• Instituto Latinoamericano de Misionología
(http://www.misionologia.org/info_academica.php)
Université Saint-Joseph de Beyrouth (Libano)
• Centre de Recherches et d’Etudes Arabes -
islamística y lengua árabe
611. Il Missionario (1980)
2. Salesian Africa (1986)
3. Pastoral Amazónica. Semana de Estudos Missionários - Campo Grande (1986)
4. Evangelization in India. Study sessions for the Salesian Family on Evangelization in
Tribal Areas of India - Shillong (1987)
5. Africa Salesiana. Visita d’Insieme - Lusaka (1988)
6. Spiritualità Missionaria Salesiana I. La Concezione Missionaria di Don Bosco
(1988)
7. Spiritualità Missionaria Salesiana II. L’Educazione Cristiana e Missionaria di Don
Bosco (1988)
8. Salesian Missionary Spirituality III. Prayer and the Salesian Missionary (1988)
9. Espiritualidad Misionera Salesiana IV. The Ideal of Mission (1988)
10. Spiritualité Missionnaire Salésienne V. The Missionary Project of the Salesians of
Don Bosco (1988)
11. Pastorale Salesiana in Contesto Islamico (1989)
12. Animazione Missionaria Salesiana II. Secondo Incontro di Studi per DIAM - Madrid
(1989)
13. Pastoral Mapuche. Encuentro DIAM Salesiano - Junin de los Andes (1989)
14. The Far East. Cultures, Religions, and Evangelization - Hua Hin (1989)
15. Lettura Missionaria di “Educare i Giovani alla Fede” CG XXIII. Incontro di Procu-
ratori e DIAM dell’ Europa - Roma (1991)
16. Animación Misionera Salesiana. Primer Encuentro de DIAM de America Latina -
Lima (1991)
17. Missionary Animation. First Meeting of the PDMA for Asia and Australia - Banga-
lore (1992)
18. Spiritualité Missionnaire Salésienne, Les Jeunes Africains en Quête de Leur Identité.
Séminaire d’Animation - Yaounde (1992)
19. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Amazonica. Seminario de Ani-
mación - Cumbayá (1993)
20. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Andina. Seminario de Anima-
ción - Cumbayá (1994)
21. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Mapuche. Seminario de Ani-
mación - Ruca Choroi (1993)
22. Evangelization and Interreligious Dialogue. Missionary Animation Seminar - Bat-
ulao (1994)
23. Evangelization and Interreligious Dialogue. Missionary Animation Seminar - Hyder-
abad (1994)
63
Pubblicazioni del Dicastero per le Missioni
(per titolo e anno di pubblicazione)24. Evangelización y Cultura en el Contexto de Pastoral Mesoamericana. Seminario de
Animación - Mexico (1994)
25. The Volunteer Movement and Salesian Mission (1995) - ENG, ESP, ITA, FRA, POR
26. Educare alla Dimensione Missionaria (1995)
27. Presenze dei Salesiani in Africa (directory published annually from 1986 to1996)
28. Church - Communion and Mutual Missionary Relationship. Missionary Animation
Seminar - Addis Ababa (1997)
29. Incontro Europeo DIAM - Roma (1997)
30. National Missionary Animation Meeting for PDMA - Mumbai (1997)
31. Manual of the Provincial Delegate for Missionary Animation (1998)
32. Uniqueness of Salvation in Jesus Christ and Need of Primary Evangelization. Anima-
tion and Missionary Formation Seminar SDB-FMA East Asia Oceania - Hua Hin
(1998)
33. Missionary Praxis and Primary Evangelization. Animation and Missionary Forma-
tion Seminar SDB-FMA - Calcutta (1999)
34. Seminário de Pastoral em Contexto Afro-Americano. Seminario de Animação e For-
mação Missionária-Belo Horizonte (1999)
35. G. Ballin, I Fioretti d’un Missionario. Paraguay Cuore d’America (1999)
36. Le Projet-Afrique face au Defi de la Première Evangelisation et de la Phase de Con-
solidation. Seminaire d’Animation et de Formation Missionnaire-Yaounde-Mbeal-
mayo (1999)
37. La Primera Evangelización en Diálogo Intercultural. Experiencias y Formación de
Catecquistas. Seminario de Animación y Formación Misionera en el Contexto Pa-
storal Andino y Mesoamericana - Cumbayá (2000)
38. Seminário Sobre a Práxis Missionaria na Região Amazônica. Seminario de Ani-
mação e Formação Missionária - Manaus (2000)
39. Missionari nel Paese del Sol Levante Discepoli di Don Cimatti. Figure che Parlano
ancora (2000)
40. P. Baldisserotto, Rio de Agua Viva. Cartas de Pe. Antonio Scolaro Para a Missão e
Testemunho (2000)
41. Sprazzi di Vita. Figure che Parlano Ancora (2000)
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Speaking Provinces of Africa in the Light of the Apostolic Exhortation Ecclesia in
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54. Mantén Viva tu Llama Misionera. II Seminario Americano de Animación Misionera
SDB-FMA - Cumbayá (2012)
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Provincia - Hyderabad (2012) - ENG, ESP, FRA, POR
56. Procuras Misioneras Inspectoriales al Servicio del Carisma Salesiano - Bonn (2012)
- ENG, ESP
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in Europe Today - Prague (2013)
58. Study Days on the Salesian Presence Among Muslims (2013) - ENG, ITA, FRA
59. Study days on the Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in Oceania
in the Context of Traditional Religions and Cultures and Cultures in the Process of
Secularisation - Port Moresby (2013)
60. Study Days on the Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in the
Three-fold Context of East Asia - Sampran (2013)
61. Study Days on the Salesian Mission and the Initial Proclamation of Christ in the
Three-fold Context of South Asia - Kolkata (2013)
62. La Formación Misionera de los Salesianos de Don Bosco - Roma (2014) - ENG,
ESP, ITA, FRA, POR.
65Tip.: Istituto Salesiano Pio XI - Via Umbertide, 11 - 00181 Roma
Tel. 06.78.27.819 - Fax 06.78.48.333 - E-mail: tipolito@donbosco.it
Gennaio 2014