Dicasterios

Cagliero11 y Intención Misionera Salesiana, Abril 2025

Scarica il pdf

Queridos amigos,

Se dice: «Eres libre de hacer la elección que quieras, pero no eres libre de las consecuencias de esa elección». De hecho, lo que somos es el resultado de las decisiones que tomamos. Cada elección, ya sea un desplazamiento interminable o un compromiso significativo, tiene el poder de influir en nuestra productividad, salud mental, relaciones y felicidad en general. En definitiva, el uso responsable de la tecnología depende de las decisiones individuales.

Tomando decisiones conscientes y razonadas, la tecnología puede convertirse en un instrumento de crecimiento, conexión y realización personal. Como sabiamente afirmó Christian Lange, Premio Nobel de la Paz: «La tecnología es un siervo útil, pero un amo peligroso».

La verdadera pregunta es: ¿será la tecnología una herramienta de empoderamiento para nosotros o se convertirá en una fuente de estrés y distracción? ¿Nos esclavizará o nos convertirá en amos? La respuesta está en manos de quienes la utilizan.

Te deseo que elijas sabiamente y dejes que la tecnología mejore tu vida, sin permitir nunca que te controle.

P. Harris Pakkam SDB

Miembro del Sector de Comunicación Social, Director de InfoANS

Contemplativos en la acción”: Equilibrar oración y tecnología en un mundo digital

En el mundo hiperconectado de hoy, la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana. Desde los teléfonos inteligentes en nuestros bolsillos hasta las redes sociales, estamos constantemente informados, entretenidos y comprometidos. Aunque estos avances ofrecen oportunidades sin precedentes, incluidas nuevas formas de difundir el Evangelio, también plantean retos. Esto plantea cuestiones críticas, especialmente teniendo en cuenta los recientes avances en inteligencia artificial

¿Cómo logramos un equilibrio entre nuestras vidas llenas de oración y las constantes distracciones del teléfono móvil? ¿Sabemos cuánto tiempo pasamos chateando y haciendo scroll? ¿Cómo afecta el uso de dispositivos digitales a nuestro bienestar espiritual? En un mundo inundado de información a través de nuestros dispositivos, ¿el concepto de “contemplativo en la acción”, tal y como se articula en las Constituciones Salesianas (Const. 12), sigue teniendo relevancia en nuestras actividades diarias? ¿Podemos utilizar nuestros dispositivos digitales para conectar mejor con los jóvenes aislados en el mundo digital?

Estas cuestiones fundamentales requieren una seria reflexión, especialmente por parte de nosotros, salesianos, dada su delicadeza en el contexto actual. Es descorazonador constatar que los tradicionales breviarios físicos parecen tener ahora poca relevancia, ya que a menudo recurrimos al uso de dispositivos móviles incluso para las celebraciones eucarísticas. Nos encontramos cada vez más alejados de las comunidades y de los jóvenes que nos rodean, lo cual es preocupante. Hay que tener en cuenta que “la comunicación comienza con la conexión y avanza hacia la relación, la comunidad y la comunión” (Communio et progressio, 12).

Por lo tanto, es importante establecer límites y fronteras para el tiempo que pasamos delante de la pantalla, para evitar el agotamiento, ser selectivos con los contenidos que utilizamos y garantizar un equilibrio saludable entre las interacciones digitales y las relaciones cara a cara. De este modo, podremos hacer el mejor uso de estas herramientas y mantener nuestro bienestar espiritual, convirtiéndonos definitivamente en Misioneros Digitales que utilizan la tecnología para la salvación de los jóvenes. Recordemos: “El salesiano... cultiva la unión con Dios, consciente de la necesidad de orar sin cesar en un sencillo coloquio de corazón a corazón con Cristo vivo y con el Padre, a quien siente cercano. Atento a la presencia del Espíritu y haciendo todo por amor de Dios, se convierte como Don Bosco en un contemplativo en la acción” (Const. 12).

P. Philemon Anthony Chacha SDB

Originario de Tanzania (TZA), actualmente estudia en la UPS en la Facultad de Comunicación Social

LA CLAVE PARA UN USO JUSTO DE LA IA ES QUIÉN LOS MANEJA Y CON QUÉ FIN

Querido Libor, este mes queremos dar las gracias especialmente por los medios de comunicación social. Usted lleva mucho tiempo trabajando en este campo. ¿Por qué está agradecido?

Doy gracias porque los medios de comunicación nos permiten llegar a los jóvenes allí donde están. El Evangelio siempre se ha difundido a través de lo que estaba disponible en cada momento: Don Bosco utilizaba la prensa, nosotros tenemos redes sociales, podcasts, vídeos. Nos permiten no sólo informar, sino sobre todo inspirar, llevar alegría y esperanza.

También estoy muy agradecido a las personas que participan en esta labor. Cada contenido que sale es fruto de la colaboración de muchos. Y también estoy agradecido a los espectadores, oyentes y lectores que nos hacen ver que lo que hacemos es significativo.

Últimamente se habla mucho de la Inteligencia Artificial, de que hoy está en todas partes y de que un día podría destruirnos. ¿Deberíamos tenerle miedo?

No diría que debamos tener miedo, pero ciertamente no debemos ser ingenuos. La inteligencia artificial es una herramienta que ya está cambiando radicalmente la sociedad, desde los medios de comunicación a la educación, desde la economía a la política. Y sí, conlleva riesgos reales. Vemos la difusión masiva de desinformación, la manipulación de la opinión pública o deepfakes que pueden falsificar voces e imágenes de personas, por ejemplo. Si la IA sigue desarrollándose sin control, sus capacidades podrían superar el control humano, haciendo cada vez más difícil distinguir la verdad de la manipulación. Nuestro reto, por tanto, no es sólo utilizar la IA, sino también pensar en ella de forma ética y crítica. La tecnología en sí no es ni buena ni mala; la clave está en quién la maneja y con qué propósito. Si se deja sin regular y sin valores, puede ser peligrosa.

¿Qué consejo daría a quienes quieren aprender a utilizar la IA para trabajar con jóvenes? ¿Con qué deberíamos empezar, cómo deberíamos hacerlo?

Recomendaría no tener miedo a experimentar, pero pensar en las consecuencias. La IA puede utilizarse muy eficazmente en la evangelización y el trabajo con jóvenes, pero siempre debe ser una herramienta, no un sustituto de la interacción humana.

Empieza a probarla con algo concreto: haz que genere una imagen para un relato bíblico (Leonardo AI, Midjourney), que cree un guion breve para una catequesis (ChatGPT, Claude), que prepare un gráfico para las redes sociales (Canva), que edite un vídeo (CapCut, Inshot). La inteligencia artificial puede ahorrar tiempo, pero no debemos dejar que piense y decida. Lo importante es buscar formas de utilizar la IA para trabajar con los jóvenes, no en lugar de ellos. Les enseñamos a pensar de forma crítica, a ser creativos y a buscar la verdad, y en esto ninguna tecnología puede sustituir al ser humano vivo que les acompaña. Y ésta es la tarea de nosotros, los salesianos.