Para poder evangelizar, la parroquia, precisamente como Iglesia entre los hogares de sus hijos e hijas, ha tenido que adaptarse continuamente a las épocas, cambiando las modalidades de su presencia. Hoy, la parroquia confiada a los Salesianos está llamada a hacer lo mismo. Solo puede existir como una Iglesia “en salida” en el territorio que la acoge, capaz no sólo de reunir a personas, sino de encender historias de fe y de crear vínculos en la vida cotidiana.
En la Congregación, ha surgido la necesidad de identificar algunos ámbitos privilegiados de renovación pastoral de la parroquia confiada a los Salesianos. Tras el primer texto del ambiente “parroquia y santuarios salesianos confiados a los salesianos” en el “Cuadro de referencia para la pastoral juvenil” elaborado en 2014, se decidió adaptar el contenido, a partir de un conocimiento más actual de las realidades parroquiales.
Por este motivo, el Sector de Pastoral Juvenil Salesiana ha involucrado a las Inspectorías, con el objetivo de promover, en primer lugar, un análisis crítico de la situación de la parroquia con respecto a algunas cuestiones: las situaciones socio-religiosas actuales, las características de la evangelización hoy a nivel local, las peculiaridades y los roles de las personas implicadas (sacerdotes y párrocos, fieles, jóvenes, padres, etc.). Al mismo tiempo, se recibieron y se examinaron con atención e implicación las orientaciones del Rector Mayor y de su Consejo, así como las diversas aportaciones enviadas por los delegados inspectoriales de pastoral juvenil y de algunas comisiones nacionales.
Este proceso ha permitido desarrollar una reflexión actualizada sobre la parroquia confiada a los Salesianos. Tal documento no pretende ser exhaustivo ni completo respecto a un campo tan amplio, sino que ofrece ulteriores estímulos y posibles implicaciones pastorales. Dado que, de hecho, cada realidad tiene sus nudos cruciales y desafíos, se ha optado por favorecer aquellos elementos esenciales que caracterizan y garantizan su originalidad y su especificidad educativa y pastoral, como lugar de acogida y de servicio apostólico, frente a los desafíos de esta época de grandes cambios.