Don Bosco estaba profundamente convencido de que los medios de comunicación social de su tiempo le ayudaran en su misión de evangelizador y educador.
Es cierto que, comparandolo con nuestros tiempos, los instrumentos de que l disponga no eran muchos, pero los quiso todos y supo valorizarlos para la difusión del Evangelio, la formación de sus jóvenes, el servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios. Estamos seguros de que si hubiera tenido la ocasión de conocer los nuevos media, los ms sofisticados tecnológicamente y de lima generación, los habrá utilizado a fin de hacer ms rentable, ms eficaz y funcional su apostolado.
Tal convicción se deduce de una carta fechada el 19 de marzo de 1885 en la que Don Bosco nos confía sus convicciones y motivaciones sobre la importancia y el valor de un buen libro, a fin de transmitir a sus primeros salesianos la misma fuerza de convicción, la misma pasión (pretendo recomendaros encarecidamente), esa misma pasión la habrá sentido por todos los media y la habrá comunicado a los salesianos de cualquier poca. Cualquier medio, y en el caso que nos ocupa, el libro, si se utiliza para promover el bien y la dignidad del hombre, es una riqueza y una inversión en la humanidad y en su futuro.