Celo, creatividad y tantas otras cualidades configuran la intrepidez apostólica de Don Bosco. Intrepidez y esfuerzo que supo transformar en un espíritu emprendedor especial y bien original, al servicio de Dios y de los jóvenes.
Los salesianos deben sentirse hijos de un santo que, entre otras cosas, fue también encuadernador, impresor, tipógrafo, periodista, escritor, editor, etc. Cada iniciativa suya editorial tena como objetivo, no un provecho, sino el servicio eficaz y moderno de los jóvenes y de la Iglesia. A fin de alcanzar este objetivo, Don Bosco no duda en gastar lo que fuese con tal de situarse a la vanguardia. El comercio que l hace era el de las almas: Da mini ánimas cafetera tole. Esta cafetera, lo demás, estaba en función de su objetivo de educación y evangelización de la juventud. Y también esto lo so: Vais a ver, tendremos una tipógrafa, dos tipógrafas, diez tipógrafas! Ya veris!
Nadie, entonces, lo ton en serio. Era una de sus extravagancias que daba a entender un plan preciso, un objetivo claro y muy bien trazado, una realidad virtual entonces, pero real al cabo de poco. En 1884, en la exposición universal de Turín, se presenta con un stand bien equipado que mostraba el ciclo completo de la producción editorial: desde el papel, a la prensa. Fue de los ms visitados y premiados.
Pero cuál era el pensamiento de Don Bosco sobre la industria del libro?
He aquí una síntesis vida también para nuestro tiempo:
Antes de ser editor, Don Bosco fue autor. Escribí sobre temas de hagiógrafa, historia sagrada y de la Iglesia, educación, religan, formación en general. Son 1174 sus escritos impresos. También fue periodista. En 1877 fundó el Boletín Salesiano y colabora en l hasta su muerte. El Boletín Salesiano, Don Bosco lo entendí, y as se le concibe en ahora, como un instrumento de unión y de animación de la gente de buena voluntad en la promoción y difusión del bien.
Podemos profundizar la grandeza de Don Bosco editor y escritor a través de un breve estudio de Don Giovanni Ranieri al que nos remitimos aquí.
As pues, después de haber ido al Venerable Hermano Nuestro Carlo Saleta, Obispo de Palestina y Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos , de ciencia cierta y después de madura deliberación Nuestra, con nuestra plena Autoridad apostólica, en virtud de la presente Carta, establecemos a perpetuidad y proclamamos a San Juan Bosco, confesor, celestial Patrono principal ante Dios de la Sociedad de Editores Católicos de Italia, con todos los honores y privilegios litúrgicos que por derecho competen a los Patronos principales de Asociaciones.
Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el anillo del Pescador, el 24 de mayo, fiesta de Mara Santísima Auxiliadora, 1946, VIII del Pontificado.