De marzo a junio, un grupo de una veintena de jóvenes comenzó a dar nueva vida a los entornos del "Centro Salesiano do Menor", que durante años formó a cientos de muchachas y muchachos con diversos cursos profesionales, pero que lamentablemente cerró sus puertas a finales de 2019. Limpiar las habitaciones, pintar las canchas de voleibol y fútbol, preparar los arcos, los juegos, las salas de reuniones y la cocina, fue un trabajo que ocupó a los salesianos y jóvenes durante los sábados trimestrales.
El oratorio, que comenzó con pequeños pasos los dos primeros sábados por la tarde, luego despegó, con la presencia el sábado por la tarde y el miércoles por la noche de más de 300 chicos de los "bairros" más pobres de la ciudad. Gracias a muchos benefactores italianos y locales, los salesianos siempre han podido garantizar un abundante refrigerio con hot-dogs y jugos de frutas naturales. Gran eco tuvo el 12 de octubre, el Día Nacional del Niño: la presencia de más de 500 personas entre chicos y papás o responsables, hizo comprender a todos la importancia de la presencia del oratorio "San Francesco di Sales" para niños, personas jóvenes y familias de las zonas más necesitadas de la ciudad.
“La Divina Providencia nunca ha fallado y nunca fallará. Como Hijos de Don Bosco, estamos seguros de que cuanto viene de Dios será protegido y bendecido por el mismo Dios Nuestro Padre” afirman con confianza los padres Roberto Cappelletti y Carlos da Cunha Alves.