Vivimos en comunidades que participan activamente en el mundo de los jóvenes.
Somos miembros de la Iglesia y trabajamos en armonía con sus enseñanzas.
La oración y la obediencia al Espíritu de Dios son la base de nuestro servicio.
Nos esforzamos para hacer realidad el sueño de Don Bosco y difundir su estilo y carisma.
Vivimos nuestra consagración a Dios a través de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia.
La elección de los jóvenes se traduce en profundizar nuestra credibilidad como "señales y portadores del amor de Dios" para cada uno de ellos.
Nuestra opción preferencial es trabajar entre los jóvenes pobres y abandonados de la sociedad.
Ser "signos y portadores del amor de Dios para los jóvenes" es el camino hacia nuestra santidad, el camino que cada uno de nosotros ha elegido tomar junto a los jóvenes.
Somos reconocidos en la Iglesia Católica como un instituto religioso clerical, de derecho pontificio, dedicado a las obras apostólicas, desde el 1 de marzo de 1869.
Don Bosco, inspirado por la bondad y el celo de San Francisco de Sales, nos dio el nombre de salesianos.
Somos reconocidos como una entidad legal con efectos civiles por el Estado italiano como "Dirección General de Obras Don Bosco",
desde el 2 de septiembre de 1971, con sede en Roma, Via della Pisana, n. 1111.