1 Abril 2014
Homilía: Angelo Card. Amato, SDB
1.Me siento verdaderamente honrado de encontrarme aquí rezando con vosotros celebrando el CG27 de nuestra Congregación. Un gracias muy particular lo dirijo a Don Pascual Chávez por su sacrificado pero siempre apasionado servicio prestado como Rector Mayor a nuestros Hermanos y a la Familia Salesiana. Y mis felicitaciones, acompañadas de ferviente oración, a Don Angel Fernández Artime, nuevo Rector Mayor, al cual auguro todo bien a la cabeza de nuestra gran Familia. El Papa Francisco me ha manifestado mil veces su ilimitada admiración por los Salesianos y por su trabajo de formación y de evangelización de los jóvenes en Argentina, especialmente en las zonas más difíciles. Mis mejores deseos y oraciones van hacia todos los Superiores recientemente elegidos o confirmados en sus cargos.
Nuestra Congregación es un don extraordinario del Señor a su Iglesia. Suscita y consigue por doquier, acogida y admiración. Siguiendo el ejemplo de Don Bosco, los Salesianos llevan al mundo el conocimiento de Jesús junto con la promoción humana y profesional de la juventud.
2. El Señor, en el pasaje evangélico de hoy, obra el milagro de la curación del paralítico inmovilizado desde hacía 38 años (Jn 5,1-16). Es una curación asombrosa, aun hoy inexplicable por la ciencia médica misma. Para nosotros, el gesto curativo de Jesús es una invitación urgente a salir de la enfermedad letal de la pereza y del inmovilismo espiritual y apostólico para lanzarnos, bajo el toque curativo del Espíritu, al agua reparadora de una misión llevada a cabo con entusiasmo y creatividad. Al mismo tiempo es también el gesto de vuestra mano, que levanta a los jóvenes del desaliento y de la tristeza, para restituirlos a la esperanza, al futuro.
Este es vuestro apostolado. Leo con atención y edificación el Boletín Salesiano, que es una auténtica agencia de buenas noticias, dando a conocer el bien inmenso que los salesianos hacen en el mundo.
En este mes de marzo, por ejemplo, hay una pedagógica narración sobre los jóvenes que, educados en el Centro de formación Don Bosco en Swazilandia, afrontan su vida profesional con un buen oficio que los hace salir con éxito de una situación de gran pobreza personal y social. Es lo que le ha sucedido a la joven Wezi Kunene con su taller de restauración o al huérfano de 14 años Sinawe, que, con la producción de la miel de abejas, se mantiene a si mismo y a sus tres hermanos.
También, este año se ha inaugurado en Nigeria la ampliación del sector de soldadura mecánica de la escuela profesional salesiana de Akure. És una ventana abierta de par en par a un futuro de trabajo seguro y de esperanza. Dice Don Italo Spagnolo, director de la comunidad: «Lo que nos toca el corazón es que las obras iniciadas hace treinta años se mantengan, se desarrollen y se multipliquen, gracias a los salesianos africanos que están ocupando poco a poco puestos de responsabilidad, con el entusiasmo y la creatividad que les es propia».
Siguiendo con el Boletín Salesiano, he leído la historia de los gemelos polacos Kruczek, ambos salesianos, los dos artistas de alto nivel. Recuerdo haber visto una de sus obras - una sorprendente y realista estatua de tamaño natural de Juan Pablo II – en la curia arzobispal de Cracovia. La característica de la producción artística de los gemelos Kruczek está dotada de colores brillantes que comunican serenidad y alegria. En uno de sus cuadros, hasta el mismo Don Rua llega a sonreír. Es una catequesis de la alegría hecha con imagen.
3. Hoy, primero de abril, es un aniversario digno de ser recordado. En efecto, hoy es el 80º aniversario de la canonización de Don Bosco, realizada por el Papa Pío XI en el mismo día de Pascua, para asociar a DonBosco a la gloria de Cristo Resucitado.
Ya sabéis que la bondad de un carisma en la Iglesia se mide sobre todo por la santidad que logra hacer florecer en los consagrados. Llamados a la perfección de la caridad, en la santidad de los religiosos se obtiene el cumplimiento supremo de su vocación en el seguimiento de Cristo.
Demos una mirada a la situación de los santos de nuestra Familia. Estrictamente hablando, en la Congregación Salesiana han sido canonizados hasta el presente solamente tres Salesianos: nuestro Fundador, San Juan Bosco, y los dos mártires San Luis Versiglia y San Calixto Caravario. El adolescente Santo Domingo Savio, alumno de Don Bosco, constituye el modelo de la santidad juvenil, a la que puede conducir la gracia de Dios y la actuación plena del sistema educativo salesiano. En la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, hasta el día de hoy, tenemos solamente a Santa María Dominica Mazzarello, cofundadora con Don Bosco del Instituto. A la Familia Salesiana pertenecen, también, santos como San José Cafasso, San Leonardo Murialdo, San Luis Orione, San Luis Guanella.
Por lo que se refiere a los Beatos, hasta ahora, tenemos a los Beatos Miguel Rua, Felipe Rinaldi, Luis Variara, Artemide Zatti, Augusto Czartoryski, Józef Kowalski, martirizado en Auschwitz en 1942 y beatificado, junto con cinco oratorianos polacos, en 1999 por el Papa Juan Pablo II. El último beato es el coadjutor húngaro Istvan Sándor beatificado en Budapest en 2013.
Tenemos después dos grupos de mártires salesianos españoles, muertos por odio a la fe durante la persecución religiosa del 1936-37: el primer grupo, de 32 mártires, beatificados el 11 de marzo 2001, y el segundo grupo, di 63 mártires, beatificados el 28 de octubre 2007. Un aspirante salesiano argentino, de 17 años, Ceferino Namuncurà, hijo de un cacique, fue beatificado el 11 de noviembre 2007.
Entre las Hijas de María Auxiliadora, tenemos a la Beata Magdalena Morano, la Beata Eusebia Palomino, la Beata María Romero Meneses, la Beata María Troncatti y la joven de 13 años Beata Laura Vicuña, también ella, como Domingo Savio y Ceferino Namuncurá, frutos de la pedagogía salesiana.
Entre los Beatos de la Familia Salesiana tenemos a Alessandrina Maria Costa, al Beato Alberto Marvelli, y al Beato Bronisław Markiewics.
Son muchos los Venerables, entre los cuales, Don Andrea Beltrami, Sor Teresa Valsè Pantellini, Doña Dorotea de Chopitea, Mons. Vicente Cimatti, el coadiutor Simone Srugi, Don Rodolfo Komorek, Mons. Luis Olivares, Mamá Margarita Occhiena, Don José Quadrio, Sor Laura Meozzi.
Los Siervos de Dios son más de treinta.
4. Como podemos ver de esta breve panorámica, no son pocos los Salesianos ya Beatos o Venerables. Se necesitan los milagros para que se pueda proceder a su beatificación y canonización. Este es el deber que estos Siervos del Señor nos confian a todos nosotros: invocar su intercesión para poder proceder a la beatificación y canonización.
Aprovecho, pues, la ocasión para invitaros a hacer conocer y valorar a nuestros santos, que son el verdadero tesoro de nuestro Familia. Hay que considerar a Don Bosco como una de las cumbres más altas de la santidad en la Iglesia, a la par que San Benito, San Francisco, San Ignacio de Loyola y tantos otros grandes fundadores de Órdenes y Congregaciones.
Est es la razón por la que ocupa un lugar privilegiado en la Basílica Vaticana. Si entramos en S. Pedro, se observa que el único Santo acompañado por dos jóvenes es precisamente San Juan Bosco. Y los dos jóvenes son Santo Domingo Savio y el beato Ceferino Namuncurá. Digamos que es como un himno a la santidad salesiana, a la santidad del maestro y a la de sus discípulos. Este grupo de los Santos se sitúa en la parte derecha de la nave, sobre la antigua estatua en bronce de S. Pedro, como para significar la gran devoción del Santo al Vicario de Cristo. El rostro de Don Bosco, además, se dirige hacia abajo en dirección del transepto izquierdo de la Basílica y precisamente hacia un cuadro que recuerda a Santa María Dominica Mazzarello. Como podéis ver se trata de una verdadera y precisa galería de santidad salesiana.
Permitidme un último comentario. Don Bosco y su sistema educativo son, ciertamente, parte de la identidad salesiana, pero no son de nuestra exclusiva propiedad, no son “cosa nuestra”. Don Bosco non es solamente el santo de los salesianos, sino el santo de la Iglesia, igual que el sistema preventivo. Don Bosco va más allá del recinto salesiano. Don Bosco es de la Iglesia y del mundo. La peregrinación de su urna por el mundo ha sido el mejor testimonio de la influencia que aun hoy puede tener Don Bosco.
Sintámonos orgullosos de este tesoro. Demos a conocer más y más a Don Bosco. La santidad de Don Bosco y de sus hijos es la mejor fórmula de pastoral juvenil hoy.