José Calasanz Marqués, sacerdote,
y 31 compañeros, mártires, beatos.
Enrique Saiz Aparicio, sacerdote,
y 62 compañeros mártires, beatos
El 17 de julio de 1936 estalló en España la guerra civil (1936-1939) entre nacionalistas filo-fascistas y republicanos comunistas. Desde los primeros días de la guerra, se comprobó una verdadera y propia persecución contra la Iglesia: se incendiaron iglesias, se asaltaron monasterios y conventos, se profanaron sepulturas y reliquias, se prohibieron las ceremonias religiosas públicas, etc. Murieron por la fe millares, entre obispos, sacerdotes, religiosos y seglares.
En 1964 después de consultar al episcopado español, el papa Pablo VI decidió suspender los procesos de beatificación de todos los mártires de la guerra civil española, principalmente para evitar instrumentaciones políticas. Pero el papa Juan Pablo II, consideran- do ya maduros los tiempos, a partir de 1983 dispuso que los proce- sos iniciados en las diversas diócesis se llevaran a término en breve tiempo. Con ocasión de la celebración del Jubileo del Año 2000, Juan Pablo II solicitó la preparación de un catálogo de los mártires cris- tianos del siglo xx. También España colaboró en la elaboración de los catálogos que las diferentes diócesis entregaron para la celebra- ción ecuménica que habría de tener lugar en el Coliseo, en marzo de 2000. Pero ya entonces, monseñor Vicente Cárcel Ortí, sacerdote e historiador de fama, comenzó a hablar de una cifra superior a
10.000 mártires españoles asesinados en ese período. Los datos se subdividen de este modo: doce obispos, un administrador apostóli- co, cerca de siete mil sacerdotes, religiosos y religiosas y unos tres mil seglares, la mayoría de ellos pertenecientes a la Acción Católica: las ejecuciones se realizaron en ciudades y pueblos lejos del frente donde se combatía, con frecuencia sin procesos o con una pantomi- ma de proceso.
Dentro de esta enorme tragedia, que devastó la nación y la Igle- sia española, se desarrolló también la pequeña pero dolorosísima tragedia de los hijos e hijas de Don Bosco. En una nación y en una Iglesia mártir, son 95 los miembros de la Familia Salesiana recono- cidos como mártires y beatificados.
JOSÉ CALASANZ MARQUÉS
sacerdote, y 31 compañeros, mártires
DECRETO DE MARTIRIO: 20 de diciembre de 1999.
BEATOS: 11 de marzo de 2001.
FIESTA LITÚRGICA: 22 de septiembre.
En cuanto a su identidad: 16 eran sacerdotes; 7 coadjutores; 6 cléri- gos; 2 Hijas de María Auxiliadora y 1 colaborador laico. En cuanto al año de la muerte: 30 fueron asesinados en 1936 y 2 en 1938.
Grupo de Valencia: 11 mártires
Amanecer del 21 de julio de 1936. La casa salesiana de Valencia, después de ser atacada durante la noche por ráfagas de proyectiles, fue invadida por los milicianos. Se están celebrando los ejercicios espirituales presididos por el inspector don José Calasanz, uno de los primeros Salesianos de España, que conoció a Don Bosco en Sarriá en 1886.
Un testigo ha depuesto bajo juramento: «Los milicianos irrumpien- do armados nos encontraron a todos los Salesianos alineados a lo largo de la escalinata central. Nos encañonaron con los fusiles. Al- gunos instantes después llegó uno que reprochó a los compañeros: “¿Por qué no habéis disparado? ¿No habíamos quedado en que ma- tase uno cada uno?” […] Don José Calasanz nos impartió la absolu- ción». Desde aquí fueron llevados a la cárcel, donde permanecieron hasta el 29 del mismo mes, en que inesperadamente fueron liberados. Desde este momento se suceden diversos acontecimientos que lle- varán a muchos a la hora suprema del martirio.
Casa de Valencia
JOSÉ CALASANZ MARQUÉS, sacerdote
Encabeza la lista de los mártires porque era entonces inspector (o sea provincial) de la Provincia salesiana Tarraconense, que compren- día 14 Casas con 294 Salesianos.
Nació en Azanuy (provincia de Huesca) de una familia campesi- na, el 23 de noviembre de 1872. Fue bautizado el mismo día. Recibió el sacramento de la Confirmación el 7 de junio de 1874. Al quedar huérfano cuidó de él una hermana que se encontraba en Barcelona como «sirvienta» de la familia Fontcuberta. Esta familia corrió con los gastos necesarios para que este muchacho pudiera entrar en el co- legio Salesiano de Sarriá. Era el año 1884. Allí tuvo la fortuna de conocer al mismo san Juan Bosco, en 1886; conocimiento que inci- dió muchísimo en su espíritu.
Entró en la Congregación Salesiana como novicio el 1 de septiem- bre de 1889 y le impuso la sotana el beato Felipe Rinaldi. Hizo la profesión perpetua el 1 de septiembre de 1890. Fue ordenado sacer- dote el 21 de diciembre de 1895. Era el primer Salesiano español que llegaba a ser sacerdote. Después de ejercer el ministerio sacerdotal durante 20 años, en 1916 fue destinado a Cuba con la misión de organizar las obras salesianas en Las Antillas: a los seis años fue
nombrado inspector de Perú y Bolivia. En 1925 fue llamado a Espa-
ña y nombrado Inspector de la provincia Tarraconense: este cargo
lo desempeñó hasta su muerte.
Don José Calasanz encarnó en sí mismo, y excelentemente, el espíritu Salesiano por su amabilidad. Por eso era muy querido por todos. Su modo de gobernar fue definido como fruto de firmeza y, al mismo tiempo, de paternidad, lo que hacía que se le considerase como «otro Don Bosco». Poseía una gran bondad de corazón y suma delicadeza en el trato.
Estaba predicando los ejercicios espirituales a los hermanos de Valencia, cuando en la noche del 20 al 21 de julio de 1936 fue arres- tado y encarcelado con toda la comunidad. Una semana después todos fueron puestos en libertad.
Tras dar a cada uno lo necesario, les invitó a buscarse un refugio seguro y a confiar en la Providencia. El 29 de julio de 1936 fue de- tenido y llevado a la sede del Comité revolucionario, junto con otros dos Salesianos. En la maleta del padre Calasanz, los milicianos en- contraron una sotana: «Son sacerdotes —dijeron—; hay que matar- los». En efecto, preguntado si era sacerdote, respondió: «Sí, soy sa- cerdote Salesiano». Los detenidos fueron obligados a subir en un camión y conducidos a las cárceles de Valencia. Durante el recorrido uno de los milicianos que le tenía encañonada la cara con un fusil, le disparó un tiro a bocajarro. Don Calasanz exclamó: «¡Dios mío!» y cayó sin vida en un mar de sangre.
ANTONIO MARÍA MARTÍN HERNÁNDEZ, sacerdote
Nació en Calzada de Béjar (provincia de Salamanca) el 18 de junio de 1885, y fue bautizado seis días después. Entró en el colegio Sale- siano de Salamanca el 2 de noviembre de 1910 y en el noviciado de Carabanchel el 28 de julio de 1912. Hizo sus votos trienales el 29 de julio de 1913 (renovados en 1915) y los perpetuos el 22 de julio de 1918. Fue ordenado sacerdote en Madrid el 20 de diciembre de 1919. Siendo estudiante de Teología, era asistente de novicios y daba cla- se a los bachilleres. En 1922 fue nombrado maestro de novicios; después fue director, primero en Barcelona (1927-1934) y después en Valencia hasta la muerte (1934-1936). Los testigos recuerdan a don Antonio por su celo en la enseñanza y como gran educador y
formador de jóvenes. En el aspecto religioso era una persona piado- sa, ejemplar y gran apóstol del Sagrado Corazón.
Le apresaron en Valencia la noche del 20 al 21 de julio, junto con otros Salesianos reunidos para los ejercicios espirituales. Al cabo de una semana también él fue puesto en libertad como todos los demás. Encontró refugio en una familia, donde pasaba el tiempo en oración. Descubierto el 3 de septiembre, fue encarcelado de nuevo. La tarde de la fiesta de la Inmaculada fue llamado junto a otros cuatro Sale- sianos. A las cuatro de la mañana abrieron la celda y llamaron al
«camarada» Antonio Martín Hernández. Él respondió: «Presente. Aquí estoy, para servirles…». Alzó los ojos, juntó las manos y pronunció estas palabras: «Vamos, Señor, al sacrificio». Fue fusilado en el Pica- dero de Paterna (Valencia) el 9 de diciembre de 1936.
RECAREDO DE LOS RÍOS FABREGAT, sacerdote
Nació en Bétera (provincia de Valencia) el 1 de enero de 1893 y fue bautizado el 22 del mismo mes. Ingresó en el colegio Salesiano de Valencia el 1 de noviembre de 1900 y fue admitido al noviciado el
12 de septiembre de 1907. Emitió los votos trienales el 18 de marzo de 1909 y la profesión perpetua el 6 de septiembre de 1914.
Se ordenó sacerdote el 23 de junio de 1917. Durante cinco años ejercitó el ministerio sacerdotal en Campello con los aspirantes. En el otoño de 1922 fue nombrado director de la casa de Villena y en
1927 en Sella de Alicante, donde permaneció hasta 1931, cuando la casa fue incendiada y se dispersaron los Salesianos. Los últimos cinco años trabajó en Valencia (1931-1936) donde en la noche del
20 al 21 de julio de 1936 fue hecho prisionero y después liberado. Los testigos lo recuerdan por su piedad, pureza, humildad y como persona muy piadosa y mortificada; amaba la pobreza y era muy querido por sus jóvenes.
El 3 de septiembre le apresaron nuevamente y le llevaron a la cárcel de Valencia. Hacia las cuatro de la mañana del 9 de diciembre, se le ordenó unirse al grupo en el centro de la cárcel. Al recibir esa orden, comprendió y exclamó: «Vamos al sacrificio». Pidió la absolu- ción a su compañero de celda antes de unirse a sus compañeros. Los llevaron en un camión al Picadero de Paterna, donde le fusilaron esa misma mañana (9 de diciembre de 1936).
JULIÁN RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, sacerdote
Nació en salamanca el 16 de octubre de 1896 y fue bautizado el 22 del mismo mes. Recibió el sacramento de la Confirmación el 16 de mayo de 1897. Después de cuatro años en el seminario, conoció a los Salesianos, y el 19 de septiembre de 1913 entró como aspirante en Campello. Fue admitido al noviciado el 24 de julio de 1916, emi- tió sus votos trienales el 25 de julio de 1917 (renovados el 6 de septiembre de 1920) y la profesión perpetua el 28 de agosto de 1923. Fue ordenado sacerdote el 14 de junio de 1930. Los testigos dicen de él que era una persona piadosa, humilde y servicial, fiel a los compromisos de la vida religiosa, bueno con los muchachos y muy sencillo, de gran bondad y delicadeza de trato.
Le apresaron la noche del 20 al 21 de julio. Una semana después fue puesto en libertad. Del 29 de julio al 9 de septiembre vivió en casa de unos amigos y bienhechores. Temiendo comprometerles, el
9 de septiembre se presentó espontáneamente a las autoridades. Encarcelado en Valencia, fue fusilado al alba del 9 de diciembre de
1936. Acabada la contienda, gracias al registro del cementerio donde figuraba el nombre, se lograron identificar sus restos mortales.
JOSÉ JIMÉNEZ LÓPEZ, sacerdote
Nació en Cartagena el 31 de octubre de 1904 y fue bautizado el 5 de noviembre del mismo año. Entró en el colegio Salesiano de Alicante el 14 de septiembre de 1921 y fue admitido al noviciado el 19 de julio de 1924. Hizo sus votos trienales el 8 de diciembre de 1926 y los perpetuos el 8 de diciembre de 1929. Fue ordenado sacerdote el
17 de junio de 1934. En sus dos años de sacerdocio (1934-1936), don José desempeñó el cargo de catequista en el colegio de Alcoy. «Era muy humilde y, a pesar de su carácter violento, se dominaba fre- cuentemente».
Encarcelado en la noche del 20 al 21 de julio de 1936, fue libera- do pronto. Después de ir vagando de un lado para otro, durante varios días, el 14 de agosto fue nuevamente detenido. Fue asesinado en el Picadero de Paterna al amanecer del día 9 de diciembre de 1936 y sepultado en el cementerio de Valencia.
AUGUSTO GARCÍA CALVO, coadjutor
Nació en Santander el 3 de febrero de 1905, ingresó en el colegio Salesiano el 1 de septiembre de 1912 y fue admitido al noviciado, como coadjutor, el 24 de agosto de 1922, a la edad de 17 años. Emi- tió los votos trienales el 28 de agosto de 1923 (renovados el 6 de diciembre de 1926 y en 1930), y los perpetuos el 30 de julio de 1933. Los testigos hablan de Augusto como de una persona sencilla y obediente, que aceptaba con entusiasmo todos los trabajos que se le encomendaban, por muy duros que fuesen. Era muy piadoso y de gran espíritu de sacrificio.
Tuvo oportunidad de salir de la cárcel, pero no quiso hacerlo y prefirió seguir la suerte de sus hermanos Salesianos. Fue fusilado en el Picadero de Paterna el 9 de diciembre de 1936 y sepultado en el cementerio de Valencia.
JUAN MARTORELL SORIA, sacerdote
Nació en Valencia el 1 de septiembre de 1889 y fue bautizado 4 días después (5 de septiembre de 1889). Ingresó en el colegio Salesiano de Valencia el 1 de diciembre de 1908. Admitido al noviciado el 26 de julio de 1913, emitió los votos trienales el 28 de julio de 1914 y los perpetuos el 25 de agosto de 1917. Ordenado sacerdote el 26 de agosto, se consagró con celo a la salvación de las almas. Fue párroco celoso en Valencia: cuidó mucho la catequesis, fue padre de los po- bres y visitó asiduamente a los enfermos. Todos le tenían por santo.
Detenido en Valencia la noche del 20 al 21 de julio de 1926, y pos- teriormente liberado, fue de nuevo arrestado y sometido a extenuantes interrogatorios, cruelmente torturado y asesinado el 10 de agosto de
1936, delante del colegio. Sus restos no han sido encontrados.
JAIME BUCH CANAL, coadjutor
Nació en Bescanó (Gerona) el 9 de abril de 1889 y fue bautizado dos días después. Ingresó en el colegio Salesiano el 10 de noviembre de
1903, fue admitido al noviciado el 12 de agosto de 1908, emitió los votos trienales el 5 de septiembre de 1909 y los perpetuos el 5 de septiembre de 1912. Los testigos hablan de él como de una persona
buena y virtuosa; poseía un gran espíritu de caridad, siempre dispo- nible para trabajar y hacer favores.
De 1914 a 1931 formó parte de la comunidad de Alicante. Al ser incendiada esta casa, fue trasladado, primero, al Tibidabo y, después, en 1933, a Valencia, donde le sorprendió la revolución durante los ejercicios espirituales la noche del 20 al 21 de julio de 1936. Al día siguiente de ser puesto en libertad, fue de nuevo detenido y asesi- nado en los alrededores de Valencia, el 31 de julio de 1936.
PEDRO MESONERO RODRÍGUEZ, clérigo
Nació en Aldearrodrigo (provincia y diócesis de Salamanca) el 29 de mayo de 1912; fue bautizado una semana después (5 de junio de
1912) y recibió el sacramento de la Confirmación el 14 de abril de 1916. Ingresó en el aspirantado Salesiano de Campello en el mes de mayo de 1924. Admitido al noviciado el 26 de julio de 1930, hizo sus votos trienales el 3 de agosto de 1931. Renovados el 24 de agosto de 1934, fue destinado a Valencia para la práctica pedagógica. Soportó con serenidad sus no pocos achaques físicos, que le obligaron a inte- rrumpir sus estudios. Fue gran entusiasta de las misiones. Los testigos afirman que era un hombre muy obediente.
Hecho prisionero la noche del 20 al 21 de julio de 1936 y salido de la cárcel el 29 de julio, buscó refugio en casa de unos amigos, pero fue nuevamente detenido y asesinado en las cercanías de To- rrent (Valencia), en un lugar llamado «El Vedat», en el mes de agosto de 1936.
Casa de Alcoy
JOSÉ OTÍN AQUILUÉ, sacerdote
Nacido en Huesca el 22 de diciembre de 1901, fue bautizado el 31 del mismo mes. Entró en el noviciado el 21 de julio de 1918. Emitió los votos perpetuos el 7 de junio de 1925. Fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1928. Cuando le apresaron se hallaba en la casa de Alcoy. Los testigos dicen que, por su virtud y la simpatía que inspi- raba, este Salesiano era muy querido de sus alumnos. Era un gran trabajador y de ánimo alegre.
Fiel a su cargo de director suplente del colegio, no quiso aban- donarlo hasta que fue tomado por asalto. Vivió refugiado en casa de su hermano hasta los últimos días de noviembre de 1936. Cuando su hermano y su hermana religiosa fueron arrestados, buscó refugio en una fonda de la calle D. Juan de Austria, 17. Aquí, al verlo rezar el Rosario y sospechando que era sacerdote, fue arrestado e inmedia- tamente asesinado. El cadáver no ha sido encontrado. El martirologio lo recuerda el 30 de noviembre.
ÁLVARO SANJUÁN CANET, sacerdote
Nació en Alcocer de Planes (provincia de Alicante, diócesis de Va- lencia) el 26 de abril de 1908. Habiendo ingresado en el aspirantado Salesiano de Campello el 14 de agosto de 1919, fue admitido al noviciado el 19 de julio de 1924.
Emitió los votos trienales el 19 de julio de 1925 y los perpetuos el 21 de mayo de 1933. Fue ordenado sacerdote el 26 de mayo de
1934, después de haber frecuentado los estudios teológicos en el Instituto Internacional Don Bosco de Turín. De vuelta a España y destinado al colegio de Alcoy como Director de estudios, se conquis- tó la estima y el afecto de los jóvenes y de sus familias por sus vir- tudes, por el espíritu de sacrificio y su generosidad. Sus característi- cas fueron la humildad y la obediencia. Estaba siempre dispuesto a aceptar la voluntad de Dios con alegría y gran sencillez.
Cerrada la casa de Alcoy, don Álvaro se refugió en Cocentaina en casa de sus padres. Aquí fue arrestado el 26 de septiembre por tres milicianos provenientes de Alcoy y encarcelado en la cárcel provi- sional de Alcoy (convento de las Siervas), donde permaneció duran- te cinco días, esto es, hasta que lo sacaron para asesinarlo. Según el testimonio de un sacerdote, don Álvaro fue asesinado el 2 de octubre de 1936 junto con otro joven. El cadáver fue hallado acribillado a balazos en la carretera entre Puente La Higuera y Yecla en territorio de Villena. Fue sepultado en el cementerio de Villena.
Grupo de Barcelona: 21 mártires
Casa de Sarriá
FRANCISCO BANDRÉS SÁNCHEZ, sacerdote
Nacido en Hecho (Huesca) el 24 de abril de 1896, fue bautizado el
4 de mayo. Ingresado en el colegio Salesiano de Huesca el 15 de
septiembre de 1905, fue admitido al noviciado el 28 de julio de 1912.
Emitió sus votos trienales el 6 de enero de 1914 (renovados en 1917)
y los perpetuos el 27 de agosto de 1920. Fue ordenado sacerdote el
20 de julio de 1922. Fue director y como tal, muy estimado y muy
querido por los jóvenes por ser profundamente paternal. Tenía fir-
meza de carácter y gran espíritu religioso.
Después de haber ayudado a los otros a pasar la frontera, buscó asilo en casa de su hermana. Un testigo recuerda que le preparó el pasaporte para ir a Italia. Arrestado el 3 de agosto de 1936, alrededor de las 10.30 de la noche, fue sacado violentamente. Según noticias referidas por un alumno, a don Francisco le ataron una piedra al cuello y le arrojaron al mar.
SERGIO CID PAZO, sacerdote
Nacido en Allariz (provincia y diócesis de Ourense) el 24 de abril de
1886, fue bautizado dos días después (26 de abril). Recibió el sacra-
mento de la Confirmación el 16 de septiembre de 1888. Ingresado
en el colegio Salesiano de Sarriá, fue admitido al noviciado el 1 de
octubre de 1904.
Emitió los votos trienales el 3 de febrero de 1906 y los perpetuos el 6 de marzo de 1909. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1912. Ejerció el ministerio sacerdotal casi siempre en Barcelona como director espiritual de los jóvenes estudiantes. Se distinguió en su tarea de preparar a los niños para la Primera Comunión y para la Confesión, además del celo en predicar la Palabra de Dios. Los tes- tigos destacan su gran piedad, humildad y mansedumbre. Era opi- nión común que era un santo.
Cuando en 1936 fue obligado a abandonar el colegio, se refugió
en casa de un amigo. Pocos días después, mientras viajaba en tren
rezando el Rosario, fue reconocido, y al declarar que era sacerdote, lo arrojaron del tren que corría a toda velocidad al paso que le de- cían: «¡Muere, perro!». Era el 30 de julio de 1936.
JOSÉ BATALLA PARRAMÓ, sacerdote
Nació en Albella (provincia de Lérida y diócesis de Urgel) el 15 de enero de 1873. El 6 de octubre de 1893, a la edad de 20 años, ingre- só en el colegio de Sarriá, con la intención de hacerse Salesiano. Admitido al noviciado el 3 de diciembre de 1893, emitió los votos perpetuos el 7 de diciembre de 1894. Fue ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1900. De 1909 a 1936 ejerció el ministerio sacer- dotal en el colegio de Sarriá como confesor y encargado de la asis- tencia a los enfermos. Se distinguió por su caridad y paciencia. Era considerado por todos como un verdadero padre. Vivió siempre para Dios y para los enfermos.
Al llegar la revolución, en un primer momento permaneció en el colegio para asistir a los hermanos. A finales de julio fue obligado a salir de allí. Al no tener una meta fija, dormía en los parques públicos. El 4 de agosto de 1936 fue arrestado por los milicianos y bárbaramen- te asesinado. El cadáver fue reconocido por una de sus parientes.
JOSÉ RABASA BENTANASCHS, coadjutor
Nació en Noves de Segre (provincia de Lérida, diócesis de Urgel) el
26 de junio de 1862. Sintiéndose llamado a la vida religiosa, pidió
ser aceptado entre los Salesianos como coadjutor. Ingresó en el no-
viciado el 8 de diciembre de 1891. Emitió los votos perpetuos el 7
de diciembre de 1892. Al entrar en la Congregación, distribuyó entre
los pobres todos los ahorros acumulados durante sus años de sir-
viente: «Mi dinero para los pobres y mi persona para los jóvenes». En
comunidad ejerció de cocinero. Era muy humilde, trabajador y do-
tado de un gran espíritu de piedad. Trascurrió los últimos años casi
continuamente rezando en la iglesia.
Durante la revolución, José Rabasa y José Batalla permanecieron en el colegio varios días, asistiendo, en una sala del colegio conver- tida en enfermería, a los heridos que traían.
Pero el 31 de julio de 1936, habiendo sido cerrado ese hospital provisional y no habiendo ya motivo para continuar en el colegio,
fueron expulsados. José se halló repentinamente en medio de la calle. Arrestado, fue asesinado el 4 de agosto de 1936. Su cadáver fue identificado por el Sr. Obré, que trabajaba en la carpintería.
GIL RODICIO, coadjutor
Nacido en Requejo (Ourense) el 20 de marzo de 1888, fue bautizado al día siguiente. Ingresa el 7 de enero de 1904 en el colegio de Sarriá como panadero y fue admitido al noviciado el 16 de julio de 1907. Emitió los votos trienales el 31 de agosto de 1908, renovados en 1911, y la profesión perpetua el 8 de agosto de 1914. Fue panadero durante
25 años. Era tenido por todos como modelo de piedad y de observan- cia religiosa. Tuvo no pocos sufrimientos que sabía disimular. Amaba la vida salesiana y, en su sencillez, decía que era la mejor del mundo.
Al estallar la revolución, se refugió en casa de un antiguo alumno.
«Pedía continuamente a Dios le concediese el martirio del modo más
cruel, para reparar los daños que hacían los perseguidores». El 4 de
agosto de 1936, hacia las 10 de la noche se presentó una patrulla de
milicianos, mientras estaba solo en casa. Al comprender que le bus-
caban a él, se ofreció espontáneamente, como después refirió un
vecino de la casa. Sacado afuera, fue asesinado, encontrándose el
cadáver al día siguiente en el hospital.
ÁNGEL RAMOS VELASCO, coadjutor
Nació en Sevilla el 9 de marzo de 1876. En 1981 tuvo conocimiento de las escuelas profesionales salesianas de Barcelona-Sarriá, donde el 26 de septiembre de 1894 entró como escultor. Ingresó en el no- viciado el 1 de octubre de 1895. Emitió los votos perpetuos el 23 de agosto de 1897. Dotado de excelentes cualidades para la pintura fue a la escuela de decoración, trabajo que ejerció durante 29 años. Su vida fue siempre la de un religioso modelo. Es recordado como apóstol de la alegría, como artista al servicio de la educación, como muy piadoso y también por su delicadeza en el trato.
Al estallar la revolución, se refugió en una pensión, en la que edificó a todos. Aquí pasó sin molestias los meses de agosto y sep- tiembre. Denunciado por un antiguo alumno, el 11 de octubre de
1936 fue arrestado por una patrulla de milicianos y asesinado. Antes de abandonar la pensión perdonó a su delator. No se han encontra- do sus restos mortales.
FELIPE HERNÁNDEZ MARTÍN, clérigo
Nació en Villena el 14 de marzo de 1913. Habiendo sido alumno de los Salesianos en Villena, fue admitido al noviciado el 27 de septiem- bre de 1929. Emitió los votos trienales el 1 de agosto de 1930 y los renovó en 1933.
Acabados los estudios filosóficos, fue destinado a Ciudadela para el trienio práctico (1932-1935). Los testigos lo recuerdan como un religioso alegre, humilde, fiel a sus propios deberes religiosos. Por su sencillez y amabilidad se hacía querer por todos. Era considerado como un clérigo modelo.
La revolución le sorprendió en Barcelona, al final de su tercer año de Teología. Busco refugio en una pensión, pero el 27 de julio fue descubierto. Al averiguar que se trataba de un religioso, durante la noche fue torturado hasta la muerte por los milicianos. Su cadáver fue hallado a la mañana siguiente con el cráneo destrozado.
ZACARÍAS ABADÍA BUESA, clérigo
Nacido en Almuniente (Huesca) el 5 de noviembre de 1913, fue bautizado el 11 del mismo mes. Hizo la Primera Comunión en el colegio de los Salesianos, donde residía como interno, a petición de su hermano Federico, también él Salesiano. Deseoso de ser también Salesiano, de Huesca pasó a Campello como aspirante, donde se distinguió por el estudio y la piedad. Admitido al noviciado el 17 de julio de 1929, emitió sus votos trienales el 1 de agosto de 1930, para renovarlos el 9 de abril de 1933; hizo los perpetuos el 10 de agosto de 1924. De 1930 a 1933 frecuentó en Girona no solo la filosofía, sino también el magisterio, concluyendo laudablemente los estudios. Para el trienio práctico fue destinado a Sarriá. Un compañero suyo lo recuerda como una persona sencilla, piadosa, trabajadora y con espíritu de sacrificio. El hermano Salesiano don Federico refiere que en los primeros años de la revolución, cuando acabado el trienio pedagógico, estaba a punto de volver al seminario teológico para prepararse al sacerdocio, el 21de julio, buscaron ambos refugio en casa de un amigo. Mientras estaban indecisos sobre el camino a seguir, se les acercó un coche de la policía. Reconocidos como reli- giosos, fueron llevados a la cárcel. Puestos en libertad, una semana más tarde (17 de julio de 1936), los dos hermanos se separaron.
Zacarías buscó refugio en casa de un amigo de Sarriá. Pero fue sacado de allí con otros dos, en la misma noche del 27 de julio. Fue torturado, asesinado y abandonado con el cráneo destrozado.
JAIME ORTIZ ALZUETA, coadjutor
Nacido en Pamplona el 24 de mayo de 1913, fue bautizado al día siguiente. Recibió el sacramento de la Confirmación el 2 de abril de
1914. Ingresó en el colegio de los Salesianos de Pamplona el 1 de septiembre de 1927 y fue admitido al noviciado el 8 de agosto de
1931. Emitió sus votos trienales el 15 de agosto de 1932 y los perpe- tuos el 23 de agosto de 1935. Fue enviado a Turín para un curso de perfeccionamiento. Al volver fue destinado a las escuelas profesio- nales de Barcelona-Sarriá como jefe del taller de mecánica. Afirma un testigo: «En el período que estuvo conmigo, fue un ángel y un apóstol. Mostraba celo apostólico en sus lecciones de trabajo y pro- curaba que el trienio práctico transcurriese en un ambiente de gran santidad».
El 27 de julio de 1936, en las primeras horas de la tarde, mientras buscaba un alojamiento, fue arrestado, sometido por los milicianos a un duro interrogatorio y, según el testimonio de la hermana sor Mercedes, fusilado el mismo día. El cadáver fue trasladado al hospi- tal de San Pablo y posteriormente al cementerio de San Andrés, el
28 de julio de 1936.
JAVIER BORDAS PIFERRER, clérigo
Nació en San Pol de Mar (provincia de Barcelona, diócesis de Giro- na) el 24 de septiembre de 1914 y fue bautizado una semana después, el 1 de octubre. Ingresado en el colegio de los Salesianos de Mataró el
1 de octubre de 1920, comenzó el noviciado el 22 de octubre de
1931. Emitió los votos trienales el 4 de noviembre de 1932, renovados
en Roma en 1935, donde había sido enviado para estudiar.
De regreso a Barcelona para pasar las vacaciones de verano de
1936, fue sorprendido por la revolución. Reconocido como religioso,
fue arrestado por los milicianos quienes, cerciorados de su condición,
le fusilaron la noche del 24 de julio en un lugar solitario. Se guarda
la foto de su cadáver.
FÉLIX VIVET TRABAL, clérigo
Nació en San Feliú de Torelló (Barcelona) el 23 de enero de 1911. Entró en el colegio de Rocafort en 1922 y fue admitido al noviciado en Sarriá el 3 de agosto de 1927. Emitió sus votos trienales el 6 de agosto de 1828, renovándolos en 19931 y en 1933. Emitió sus votos perpetuos en Girona el 31 de julio de 1934. En octubre de 1934 fue enviado a Roma para estudiar teología en la Gregoriana. En el mes de julio de 1936 volvió a Barcelona para sus vacaciones. Al estallar la revolución, se refugió en casa de sus padres. Dice la madre: «Go- zaba de la simpatía de la gente del pueblo, iba a Barcelona para recibir los sacramentos que se administraban a escondidas, rezaba el santo Rosario en familia; nunca trató de huir o de esconderse, y sus palabras eran siempre de aceptación de la voluntad de Dios».
Fue hecho prisionero con su padre y su hermano mayor. Después de interrogarlos, fueron liberados, pero la tarde del 25 de agosto de
1936 —sigue diciendo la madre—, un grupo de milicianos irrumpió en la casa y arresto a los tres. Fueron fusilados en un lugar solitario cerca de Esplugues y sepultados juntos en el cementerio de Sants.
MIGUEL DOMINGO CENDRA, clérigo
Nació en Caseres (provincia de Tarragona) el 10 de marzo de 1909 y fue bautizado al día siguiente, 11 de marzo. Terminados sus estu- dios en Campello, el 3 de agosto de 1927 fue admitido al noviciado.
Emitió los votos trienales el 6 de agosto de 1928 y los perpetuos el 31 de julio de 1934. Acabados sus estudios filosóficos fue destina- do a Mataró para el trienio práctico. Su vida fue la de un joven sen- cillo, humilde y muy trabajador.
La revolución lo sorprendió en Barcelona-Sarriá después de su segundo año de teología. Se hallaba con unos amigos, cuando, re- conocido como religioso, fue arrestado el 11 de agosto de 1936 y asesinado al día siguiente en un lugar solitario. Le dispararon por la espalda y lo tiraron a un barranco. Después de la liberación, sus restos fueron exhumados y trasladados al cementerio de Caseres.
Casa del Tibidabo
JOSÉ CASELLES MONCHO, sacerdote
Nació en Benidoleig (provincia de Alicante) el 8 de agosto de 1907. Admitido al noviciado el 15 de julio de 1926, emitió los votos triena- les el 5 de agosto de 1927, renovados en 1932, e hizo sus votos perpetuos el 24 de agosto de 1933. Fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1936. Los testigos recuerdan a don José como una persona piadosa y fiel a los compromisos de la vida religiosa. Su dulzura en el trato hacía pensar en Don Bosco. Aunque no poseía grandes do- tes, tenía sin embargo, una gran bondad.
Obligado por los acontecimientos, don José buscó refugio en casa de unos amigos. Durante este período dio testimonio de gran paz y serenidad. La mañana del 27 de julio de 1936 salió de casa para ir a proteger a algunos alumnos el Tibidabo. Se dijo de él: «De- jó a los muchachos a la puerta de mi casa para subir un momento, y entonces los muchachos fueron arrestados; avisado del hecho, don José, aunque nosotros le advertimos del peligro de seguir a los mu- chachos, no quiso abandonarlos, de modo que bajó nuevamente a la calle y los siguió, por lo que fue arrestado por los mismos milicia- nos que habían arrestado a los muchachos». Fue asesinado la noche del mismo 26 de julio. El cuerpo fue encontrado en el hospital.
JOSÉ CASTELL CAMPS, sacerdote
Nació en Ciudadela (Menorca) el 12 de octubre de 1901, fue bauti- zado al día siguiente, 13 de octubre. Entró en el colegio Salesiano de Ciudadela en 1909; fue admitido al noviciado el 20 de julio de
1917. Emitió los votos trienales el 22 de julio de 1918, renovados en
1921, y los votos perpetuos el 3 de abril de 1924. Fue ordenado sa-
cerdote el 19 de junio de 1927. Después de ordenado se dedicó a la
enseñanza y al ministerio sacerdotal. Los testigos lo recuerdan como
una persona piadosa, trabajadora, mortificada y delicada en el trato.
Se distinguía por el amor a la oración y por la devoción al Sagrado
Corazón. Era un buen predicador.
La revolución lo sorprendió en el Tibidabo, en el Templo Nacio- nal del Sagrado Corazón de Jesús. Se escondió en la casa particular
de unos amigos. El 28 de julio de 1936 fue arrestado, sacado fuera y fusilado en aquella misma noche en los alrededores de Barcelona. Se encontró su cadáver en el hospital.
Casa de la calle Rocafort
JOSÉ BONET NADAL, sacerdote
Nació en Santa María de Montmagastrell (provincia de Lérida y dió- cesis de Urgel) el 25 de diciembre de 1875 y fue bautizado al día siguiente. Entró en el colegio Salesiano de Sarriá el 24 de marzo de
1896 y fue admitido al noviciado el 8 de agosto de 1896. Emitió los votos perpetuos el 14 de noviembre de 1897. Fue ordenado sacer- dote el 2 de abril de 1904. Los testigos hablan de don José sobre todo como un hombre de oración y de vida edificante, muy unido a la Congregación.
Cuando estalló la revolución en el mes de julio de 1936, don José buscó refugio en Barcelona. El 13 de agosto de 1936 se presen- taron a la puerta de la casa, en la que estaba hospedado, unos mili- cianos que lo llevaron consigo y lo fusilaron. Existe la ficha clínica de su muerte, pero su cadáver no se ha encontrado.
JAIME BONET NADAL, sacerdote
Nació en Santa María de Montmagastrell (provincia de Lérida) el 4 de agosto de 1884 y fue bautizado al día siguiente. Entró en la casa de los Salesianos de Sevilla el 5 de septiembre de 1906 y fue admi- tido al noviciado el 17 de noviembre de 1908. Emitió los votos trie- nales el 8 de diciembre de 1909 y los perpetuos en 23 de marzo de
1913. Fue ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1917 a los 33 años. Los testigos lo recuerdan como religioso ejemplar y de oración, totalmente dedicado a la enseñanza.
Arrestado el 15 de agosto de 1936 por una patrulla de milicianos y reconocido como sacerdote, fue encarcelado y después asesinado, al día siguiente, fuera de la ciudad de Tárrega,
Casa de Sant Vicenç dels Horts
ALEJANDRO PLANAS SAURÍ, colaborador laico
Nació en Mataró el 31 de octubre de 1878, y fue bautizado el 6 de noviembre. Al no poder ser religioso por una profunda sordera, permaneció con los Salesianos de Sant Vicenç dels Horts como fá- mulo. Los testigos lo definen como un hombre muy piadoso, adicto y fiel a la Congregación salesiana y a las tareas que se le encomen- daban. Se distinguía por el espíritu de oración y por su caridad.
Hay constancia de una verdadera fama de su santidad, especial- mente por sus penitencias. «Dormía sobre unas tablas, sin colchón ni almohada; al lado de la yacija tenía una calavera, que le recorda- ba la muerte; yo he visto que tenía diversos instrumentos de peni- tencia; llevaba la pecho un crucifijo de hierro que pesaba cerca de dos kilos, y que pendía de una cadena».
Después de la ocupación de 1936 por parte de las fuerzas revo- lucionarias, se quedó para guardar el colegio y atender a los alumnos que no podían regresar con sus familias. Obligado a abandonar el colegio y a buscarse un refugio, el 19 de noviembre fue detenido por una patrulla de milicianos y cruelmente asesinado.
ELISEO GARCÍA GARCÍA, coadjutor
Nacido en El Manzano (provincia de Salamanca) el 25 de agosto de
1907, fue bautizado dos días después, el 27 de agosto. Ingresó en
los Salesianos de Campello el 7 de febrero de 1931 y fue admitido
al noviciado como coadjutor, el 9 de septiembre de 1931. Emitió los
votos trienales el 11 de septiembre de 1932 y los votos perpetuos el
22 de septiembre de 1935.
Durante la revolución, Eliseo permaneció guardando el colegio de San Vicenç dels Horts (Barcelona) y al cuidado de los alumnos que no pudieron volver de inmediato con sus familias. Refiere un testigo: «Cuando comenzó la persecución, habría podido huir e ir a un refugio, como hicieron otros habitantes de la casa, pero no quiso. Continuó allí, aunque la casa fue ocupada por refugiados madrileños, retirando el Santísimo que llevó a mi casa, a donde venía diariamen- te para comulgar, hasta que no quedó más que una sola Sagrada
Partícula que nosotros conservamos para poder, al menos, hacerle una visita». El 19 de noviembre de 1936 fue arrestado, y conducido a la costa de Garraf donde fue asesinado. Su cadáver no fue encon- trado por haberlo tirado al mar.
Casa de Girona
JULIO JUNYER PADERN, sacerdote
Nació en Vilamaniscle (Girona) el 31 de octubre de 1892; fue bauti- zado el 13 de noviembre. Entró en los Salesianos el 24 de noviembre de 1906; fue admitido al noviciado el 27 de julio de 1911. Emitió los votos trienales el 31 de julio de 1912 y los votos perpetuos el 3 de septiembre de 1915. Fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1921. Destinado a la formación con el cargo de director espiritual, se hizo querer y estimar por su bondad y justicia. Era un hombre piadoso y muy entregado apostólicamente.
Permaneció encarcelado desde finales del mes de enero hasta abril de 1938. Fue asesinado el 26 de abril de 1938. El cadáver fue recogido por sus familiares y sepultado en un nicho del cementerio del Este de Barcelona.
Hijas de María Auxiliadora
del colegio de Barcelona-Sarriá
MARÍA DEL CARMEN MORENO BENÍTEZ
Nació en Villamartín (provincia de Cádiz) el 24 de agosto de 1885 y fue bautizada el 4 de septiembre. En el bautismo le impusieron los nombres de María del Carmen Fabiana Benítez Bartolomé. Ingresó en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora de Sevilla y fue ad- mitida al noviciado el 23 de agosto de 1906, emitiendo sus votos temporales el 22 de noviembre de 1908. Durante muchos años fue directora, distinguiéndose por su piedad y buen gobierno. Era con- siderada por todos como una religiosa muy buena y maternal.
Al estallar la revolución y ser ocupadas las casas religiosas por los milicianos, también las Hijas de María Auxiliadora tuvieron que huir en busca de refugio. Las hermanas, reunidas en el colegio de
Santa Dorotea pudieron embarcarse y llegar a Italia, pero sor Carmen Moreno y sor Amparo Carbonell no quisieron partir, prefiriendo quedarse para asistir a una hermana recién operada. Las tres fueron arrestadas. Tras el interrogatorio, la hermana enferma fue liberada, mientras sor Carmen Moreno y sor Amparo Carbonell fueron asesi- nadas en el hipódromo de Barcelona, el 6 de septiembre de 1936.
MARÍA AMPARO CARBONELL MUÑOZ
Nació en Alboraya (provincia de Valencia) el 8 de octubre de 1893; fue bautizada al día siguiente, 9 de octubre. En el Bautismo se le impuso el nombre de María de los Desamparados. A la edad de 27 años pudo dejar a la familia y realizar su propia vocación entrando a formar parte de las Hijas de María Auxiliadora, a las que había conocido desde su niñez. Terminado el noviciado, iniciado el 5 de agosto de 1921, el 5 d agosto de 1923 emitió los votos temporales y el 5 de agosto de 19929, los perpetuos. Se ocupó en labores humiles, distinguiéndose por su laboriosidad. Era tenida por una religiosa muy virtuosa.
El 1 de septiembre de 1936 una patrulla de milicianos, descubier- ta su presencia en casa, donde había quedado junto a sor Carmen Moreno Benítez para asistir a una hermana operada, se apresuró a arrestarla. Al alba del 6 de septiembre de 1936 fue llevada al hipó- dromo de Barcelona y aquí sacrificada junto a la hermana religiosa. Varias personas vieron sus cadáveres que, sin embargo, nunca han sido hallados.
ENRIQUE SAIZ APARICIO
sacerdote, y 62 compañeros, mártires
DECRETO DE MARTIRIO: 26 de junio de 2006.
BEATOS: 28 de octubre de 2007.
FIESTA LITÚRGICA: 22 de septiembre.
En cuanto a su identidad: 22 sacerdotes, 18 coadjutores, 16 clérigos,
3 aspirantes, 3 cooperadores y 1 colaborador laico.
Grupo de Madrid: 42 mártires Casa de Carabanchel Alto (Madrid) ENRIQUE SAIZ APARICIO, sacerdote
Nació en Ubierna (Burgos) el 1 diciembre de 1889 y fue bautizado
al día siguiente. A los 16 años, sintiendo inclinación por el Estado
religioso y sacerdotal, fue admitido al noviciado de Barcelona-Sarriá
y allí profesó el 5 de septiembre de 1909.
Fue ordenado sacerdote en Salamanca el 28 de julio de 1918. Los colegios de Campello, Barcelona, Madrid y Salamanca fueron el campo de su apostolado; fue director en Salamanca y en Madrid y luego en el estudiantado teológico de Carabanchel Alto (Madrid), donde le sorprendió la revolución. Se distinguió por la piedad, el celo y la entrega sacerdotal. Fue un superior prudente, paternal y comprensivo, aun exigiendo el cumplimiento del deber, siendo el primero en dar buen ejemplo. Con el esfuerzo prolongado y conti- nuo consiguió gran afabilidad y constancia de carácter, de espíritu y de mortificación. Ya en 1934, al presentir cada vez más cerca la re- volución, iba preparando para el martirio el espíritu de los suyos.
El 20 de julio de 1936 la casa de Carabanchel Alto fue asaltada por los milicianos. Don Enrique se ofreció a morir por todos, pero no fue aceptado su ofrecimiento. Todos fueron encarcelados. Pues- tos luego en libertad, don Enrique buscó un refugio a cada uno y continuó interesándose por la suerte de los demás. El 2 de octubre de 1936 los milicianos, sabiendo que era sacerdote, lo arrestaron y hacia las 10 de la noche lo fusilaron.
FÉLIX GONZÁLEZ TEJEDOR, sacerdote
Nació en Ledesma (Salamanca) el 17 de abril de 1888 y fue bautiza- do poco tiempo después. Hizo el noviciado en Carabanchel Alto (Madrid), donde emitió los votos el 13 de septiembre de 1907. Reci- bió la ordenación sacerdotal en Campello (Alicante) el 18 de julio de
1915. Fue un religioso sencillo, humilde y observante, de gran celo sacerdotal y de gran caridad con los pobres y los enfermos.
Fue arrestado el 29 de julio de 1936 con toda la comunidad de Carabanchel Alto. Al recibir la libertad continuó ejercitando el minis- terio sacerdotal en los diversos refugios. El 24 de agosto de 1936 fue denunciado como sacerdote, arrestado por los milicianos y fusilado aquella misma noche.
JUAN CODERA MARQUÉS, coadjutor
Nació en Barbastro (Huesca) el 25 de mayo de 1883 y fue bautizado al día siguiente. Emitió los votos en Carabanchel Alto (Madrid) el 24 de julio de 1919. Era enfermero.
En Madrid, donde lo sorprendió la revolución de 1936, fue varias veces detenido y puesto en libertad. Arrestado finalmente el 25 de septiembre, mientras visitaba a un enfermo, lo llevaron a fusilar junto con el postulante Salesiano Tomás Gil de la Cal.
VIRGILIO EDREIRA MOSQUERA, clérigo
Nació en A Coruña el 27 de noviembre de 1909 y fue bautizado al día siguiente. Terminado el aspirantado, fue enviado al noviciado de Mohernando (Guadalajara), donde emitió los votos el 12 de octubre de 1931, permaneciendo allí para realizar los estudios de Filosofía.
Los superiores, consideradas sus buenas dotes intelectuales y morales, lo destinaron a la casa de formación de Carabanchel Alto (Madrid) para el trienio práctico.
Cuando el 20 de julio de 1936 los milicianos asaltaron la casa de Carabanchel Alto, el joven clérigo, de paisano, puso a salvo a los aspirantes y, habiendo buscado un refugio, por espacio de dos me- ses ayudó cuanto pudo a los hermanos dispersos o encarcelados. Reconocido como religioso, el 29 de septiembre de 1936, en com- pañía de su hermano Francisco, también él clérigo Salesiano, fue fusilado.
PABLO GARCÍA SÁNCHEZ, coadjutor
Nació en Lleida el 23 de marzo de 1892. Fue admitido al noviciado en Carabanchel Alto (Madrid) y profesó el 25 de julio de 1920 como coadjutor. Transcurrió sus años de vida salesiana en el trabajo y en la oración. Amaba especialmente el pasar desapercibido y la pobreza.
Fue arrestado con la comunidad de Carabanchel Alto el 20 de julio de 1936. Puesto en libertad, anduvo vagando de refugio en refugio, ocupando el tiempo entre la oración y eventuales trabajos para mantenerse. Denunciado como religioso, arrestado y sometido a un largo interrogatorio, fue fusilado a mediados de diciembre de
1936. El martirologio lo recuerda el 15 de diciembre.
CARMELO JUAN PÉREZ RODRÍGUEZ, subdiácono
Nació en Vimianzo (A Coruña) el 11 de febrero de 1908 y fue bau- tizado dos días después. Hizo la profesión religiosa en Carabanchel Alto (Madrid) el 10 de julio de 1927. Después de los estudios filosó- ficos y el trienio práctico, fue enviado a Turín para realizar los estu- dios teológicos. Vuelto a la patria en las vacaciones de verano de
1936, después de recibir el subdiaconado, la revolución lo sorpren- dió en Madrid.
Fue encarcelado. Puesto en libertad, vivió escondido hasta el 1 de octubre en que, reconocido como religioso, fue fusilado.
TEÓDULO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, clérigo
Nació en Castrillo de Murcia (Burgos) el 2 de abril de 1911. Emitió
los votos religiosos en Carabanchel Alto (Madrid) el 22 de agosto de
1929, a donde volvió, después de su trienio práctico, para hacer sus
estudios teológicos.
En Madrid le sorprendió la revolución de julio de 1936, al final de su segundo año. Permaneció escondido durante algún tiempo, hasta que fue denunciado como religioso, arrestado y fusilado el 8 de septiembre de 1936.
TOMÁS GIL DE LA CAL, aspirante
Nació en Guzmán, provincia de Burgos, el 7 de marzo de 1898. Llegó al colegio de Carabanchel Alto (Madrid) como colaborador laico, pero deseando abrazar la vida religiosa, fue admitido al pos- tulantado.
Al estallar la revolución, después de ser arrestado varias veces, el
25 de septiembre de 1936 fue fusilado, en compañía de Juan Code-
ra Marqués.
FEDERICO COBO SANZ, aspirante
Nació en Rábano (Valladolid) el 16 de noviembre de 1919, siendo bautizado pocos días después. Sintiendo la llamada del Señor, siguió a su hermano Esteban, clérigo Salesiano, a Carabanchel Alto para el estudio del Latín.
Apenas había acabado el tercer año de bachillerato, cuando en julio de 1936, estalló la revolución. Los dos hermanos se refugiaron en casa de una hermana donde permanecieron hasta el 22 de sep- tiembre, día en que los milicianos irrumpieron en la casa y se los llevaron por ser religiosos, fusilándolos ese mismo día, en Puerta de Hierro.
HIGINIO MATA DÍEZ, aspirante
Nació en Ubierna (Burgos) el 10 de enero de 1909 y fue bautizado al día siguiente. Permaneció con su familia hasta la edad de 25 años, Don Enrique Saiz, paisano suyo, conociendo su piedad y seriedad de vida, lo llevó consigo a Carabanchel Alto para encaminarlo al estado religioso.
Al estallar la revolución, el colegio fue asaltado el 20 de julio. Toda la comunidad fue encarcelada y luego puesta en libertad. Des- pués de diversas vicisitudes, el joven aspirante fue arrestado defini- tivamente, por ser religioso, y fusilado el 1 de octubre de 1936.
Casa de Atocha (Madrid)
JUSTO JUANES SANTOS, clérigo
Nació en San Cristóbal de la Cuesta (Salamanca) el 31 de mayo de
1912 y fue bautizado pocos días después. Hizo el noviciado en Mo-
hernando (Guadalajara) y emitió los votos el 26 de abril de 1932. Al
terminar los estudios filosóficos fue enviado a Madrid-Atocha para
el trienio práctico, distinguiéndose por su piedad, sencillez y espíri-
tu de sacrificio.
Al estallar la revolución de 1936, buscó refugio junto con algunos de sus compañeros. Durante algún tiempo no tuvo problemas, has- ta que el 9 de octubre en una inspección improvisa de milicianos, le fueron encontrados algunos objetos religiosos y fue arrestado. En una de las frecuentes ejecuciones de aquellos meses, y precisamen- te el 28 de noviembre de 1936, fue fusilado en Paracuellos del Jara- ma, en compañía de algunos padres Agustinos que impartieron la absolución a todo el grupo.
VICTORIANO FERNÁNDEZ REINOSO, clérigo
Nació en Campos (Ourense) el 27 de enero de 1913 y fue bautizado al día siguiente. Hizo la profesión religiosa el 11 de julio de 1933 en Mohernando (Guadalajara), donde inició el curso filosófico. Desti- nado en 1935 al colegio Salesiano de Madrid-Atocha, mostró exce- lentes cualidades.
Al año siguiente el colegio fue incendiado y los Salesianos encar- celados y dispersos. Consiguió ponerse a salvo, pero fue reconocido como religioso, arrestado y fusilado el 23 de julio de 1936.
EMILIO ARCE DÍEZ, coadjutor
Nació en San Martín de Ubierna (Burgos) el 31 de octubre de 1908 y fue bautizado dos días después. Emitió los votos en Carabanchel Alto (Madrid) el 16 de julio de 1926. Trabajó como sastre en los co- legios de A Coruña, Astudillo y Madrid.
Fue una de las primeras víctimas de la revolución. En efecto, el 23 de julio de 1936, en Madrid, fue reconocido como religioso, arrestado y fusilado, mientras gritaba, tres veces, antes de morir: «¡Viva Cristo Rey!».
RAMÓN EIRÍN MAYO, coadjutor
Nació en A Coruña el 26 de agosto de 1911 y recibió el bautismo poco después. Frecuentando el colegio Salesiano de aquella ciudad, pidió ser Salesiano y fue admitido como coadjutor en el noviciado de Mohernando (Guadalajara), donde emitió los votos el 10 de oc- tubre de 1930. Fue enviado a Italia a San Benigno Canavese para un curso de perfeccionamiento profesional y, a su regreso a la patria, fue destinado a dirigir el taller «Carpinteros-Ebanistas» en Madrid.
Cuando el colegio fue asaltado en 1936, logró escapar y escon- derse, y se puso a trabajar en un hospital como enfermero. Su actitud recogida y un poco esquiva lo hizo sospechoso. El 15 de diciembre de 1936 fue arrestado y ya no regresó.
MATEO GAROLERA MASFERRER, coadjutor
Nació en San Miguel de Oladella (Girona) el 11 de noviembre de
1888. Hizo el noviciado en Carabanchel Alto, coronándolo con la
profesión religiosa el 26 de julio de 1916. Fue piadoso, humilde y fiel a sus deberes.
Cuando los milicianos ocuparon el colegio de Madrid en julio de
1936 fue arrestado con toda la comunidad y luego liberado. Duran-
te el asalto de los milicianos, cogió el Rosario y se puso a rezar. A
quien le reprochaba su imprudencia respondió: «¿Por qué hemos de
avergonzarnos de parecer lo que somos?». Y al miliciano que le or-
dena tirar al suelo el Rosario, le responde: «¡Qué importa! ¡Que me
maten! Iré antes al paraíso». El 1 de octubre de 1936 es arrestado
nuevamente y fusilado al día siguiente.
ANASTASIO GARZÓN GONZÁLEZ, coadjutor
Nació en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila, el 7 de septiembre de 1908. Mientras era alumno en las escuelas profesio- nales salesianas de Madrid, sintió la llamada a la vida religiosa y entró en el noviciado en Carabanchel Alto (Madrid), donde emitió los votos el 15 de agosto de 1929, como coadjutor. Por el buen es- píritu que lo animaba y su aptitud para la mecánica, fue enviado a Italia a San Benigno Canavese, para completar la formación técnica y religiosa. A su regreso a la patria se le confió la dirección del taller de mecánica en el colegio de Madrid.
Aquí le sorprendió la revolución de 1936. Después de varias vi- cisitudes, fue reconocido como religioso y encarcelado definitiva- mente el 7 de septiembre; tras permanecer algún tiempo detenido, fue fusilado el 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama.
FRANCISCO JOSÉ MARTÍN LÓPEZ DE ARROYAVE, coadjutor
Nació en Vitoria el 24 de septiembre de 1910. Deseando abrazar la vida religiosa, fue admitido al noviciado de Mohernando y profesó el
12 de octubre de 1933. Trabajaba con mucho celo y óptimos resulta- dos en el colegio Salesiano de Madrid, cuando estalló la revolución.
Fue detenido con varios otros Salesianos el 18 de julio de 1936. Durante los meses de cárcel continuó con las prácticas de piedad que el ambiente le consentía. Recibió varias veces el sacramento de la Penitencia y consoló y animó a los más decaídos. Fue fusilado junto con otros, en Paracuellos del Jarama, el 9 de noviembre de 1936.
JUAN DE MATA DÍEZ, colaborador laico
Nació en Ubierna, provincia de Burgos, el 11 de febrero de 1903 y fue bautizado el mismo día. Del espíritu religioso de sus padres y del rezo diario del Rosario en familia le nació el deseo de alejarse del mundo y vivir como simple colaborador en una casa salesiana.
Los acontecimientos de julio de 1936 le sorprendieron en el co- legio Salesiano de Madrid-Atocha. Consiguió escapar y vivir escon- dido durante algún tiempo, hasta que el 1 de octubre de 1936, en un registro hecho por los milicianos en la pensión donde residía, fue reconocido como persona religiosa y fusilado aquella misma noche, junto con su hermano Higinio y el clérigo Carmelo Pérez Rodríguez.
Casa de Estrecho (Madrid)
PÍO CONDE CONDE
Nació en Portela (Ourense) el 4 de enero de 1887 y fue bautizado al día siguiente. Hizo el noviciado en Barcelona-Sarriá y la profesión religiosa el 3 de febrero de 1906. Recibida la ordenación sacerdotal en 1914 tuvo un vasto campo de apostolado en los colegios de Sarriá, Madrid, Valencia, Béjar, Salamanca y Santander, de donde fue direc- tor. Se distinguió por el cumplimiento de sus deberes.
Al estallar la revolución, en Madrid, varias veces fue víctima de vejaciones, por parte de los milicianos, por su condición de sacer- dote. Finalmente, detenido el 15 de marzo de 1937, fue asignado para ser juzgado, a un tribunal de Valencia, pero durante el viaje fue asesinado. El martirologio lo recuerda el 16 de marzo.
SABINO HERNÁNDEZ LASO, sacerdote
Nació en Villamor de los Escuderos (Zamora) el 11 de diciembre de
1886. Hizo el noviciado en Carabanchel Alto (Madrid) y emitió los
votos perpetuos en Campello (Alicante) el 6 de enero de 1914. El 23
de diciembre de 1916 recibió la ordenación sacerdotal. Fue sacerdo-
te piadoso, observante y culto.
El 19 de julio de 1936 fue arrestado en Madrid y maltratado. Pues- to en libertad, se refugió en una pensión; el 28 de julio algunos
milicianos hicieron irrupción y, habiéndolo reconocido como sacer- dote, se lo llevaron para fusilarlo.
SALVADOR FERNÁNDEZ PÉREZ, sacerdote
Nació en San Pedro de Creciente (Pontevedra) el 29 de julio de 1870 y fue bautizado el mismo día. Hizo su profesión religiosa en Barce- lona-Sarriá el 8 de diciembre de 1891 y recibió la ordenación sacer- dotal el 19 de septiembre de 1896. De carácter jovial, entusiasta y servicial, ejerció el sagrado ministerio con celo y espíritu de sacrificio.
Al comenzar la revolución en julio de 1936 fue maltratado y de- tenido en Madrid. Puesto en libertad, buscó un refugio. El 18 de septiembre fue reconocido como sacerdote, arrestado y fusilado.
NICOLÁS DE LA TORRE MERINO, coadjutor
Nació en Béjar, provincia de Salamanca, el 4 de marzo de 1892. Hizo el noviciado en Barcelona-Sarriá y emitió los votos el 18 de marzo de 1910. Desplegó sus actividades en Barcelona, Valencia, A Coruña, Vigo y Madrid, donde le sorprendió la revolución.
Al ir vestido de seglar pudo continuar ocupándose de recoger los donativos de los bienhechores también durante la revolución, pero reconocido como religioso, quizá tras una denuncia, fue fusilado a primeros de agosto de 1936, con toda probabilidad el día 8.
Casa del Paseo de Extremadura (Madrid)
GERMÁN MARTÍN MARTÍN, sacerdote
Nació en San Cristóbal de Priero (Oviedo) el 9 de febrero de 1899. Hizo la profesión religiosa en 1918 y recibió la ordenación sacerdo- tal en 1927. Se prodigó con generosidad y celo por el bien de las almas en La Habana (Cuba) en Bilbao y en Madrid.
Al comenzar la revolución de 1936, buscó un refugio y continuó con prudencia ejerciendo el ministerio sacerdotal. Fue arrestado en Madrid el 30 de agosto de 1936 y, por el solo hecho de ser sacerdo- te, fusilado el mismo día, en el cementerio de Aravaca (Madrid).
JOSÉ VILLANOVA TORMO, sacerdote
Nació en Turís (Valencia) el 20 de enero de 1902 y fue bautizado dos días después. Emitió los votos en Carabanchel Alto (Madrid) el 25 de julio de 1920, y en 1929 fue ordenado sacerdote y destinado a la enseñanza. Desarrolló un apostolado no muy largo, pero fecundo, tanto en Salamanca como en Madrid.
Durante los primeros meses de la revolución vivió escondido en Madrid, continuando en la medida de lo posible, el ejercicio de su apostolado. Fue descubierto el 29 de septiembre de 1936, arrestado y fusilado.
ESTEBAN COBO SANZ, clérigo
Nació en Rábano (Valladolid) el 21 de noviembre de 1905. Hizo la profesión religiosa en Carabanchel Alto (Madrid) el 23 de julio de
1925. Después de los estudios filosóficos permaneció en Madrid para el trienio práctico, dando prueba de gran generosidad y espíri- tu de sacrificio.
Había terminado la teología y se preparaba para la ordenación sacerdotal, cuando la revolución le sorprendió en Madrid. Junto con su hermano Federico, aspirante Salesiano, se refugió en casa de una hermana, pero el 22 de septiembre de 1936 fueron denunciados como religiosos y llevados para ser fusilados en Puerta de Hierro.
FRANCISCO EDREIRA MOSQUERA, clérigo
Hermano de Virgilio Edreira Mosquera, nació en A Coruña el 25 de noviembre de 1914 y fue bautizado dos días después. Siguiendo el ejemplo de su hermano, hizo el noviciado en Mohernando (Guada- lajara) y profesó el 12 de octubre de 1932. Después del estudio de la filosofía fue destinado al colegio de San Miguel Arcángel de Madrid para el trienio de prácticas.
Durante los primeros meses de la revolución consiguió vivir es- condido, pero el 29 de septiembre de 1936, junto con su hermano, fue reconocido como religioso y fusilado.
MANUEL MARTÍN PÉREZ, clérigo
Nació en Encinasola de los Comendadores (Salamanca) el 7 de no- viembre de 1904 y fue bautizado pocos días después. Emitió los votos temporales en Carabanchel Alto (Madrid) el 22 de febrero de
1923. Después de la filosofía fue destinado a Astudillo y Madrid para el trienio de prácticas. Se distinguía por su bondad y su espíri- tu de sacrificio.
Al estallar la revolución, vivió escondido durante algún tiempo, siendo luego arrestado y encarcelado en Madrid hacia mediados de octubre, y entre el 7 y el 8 de noviembre de 1936 fue fusilado en Paracuellos del Jarama.
VALENTÍN GIL ARRIBAS, coadjutor
Nació en Rábano (Valladolid) el 14 de febrero de 1897 y fue bauti- zado cuatro días después. Queriendo hacerse Salesiano, realizó el noviciado en Carabanchel Alto (Madrid), donde emitió los votos, como coadjutor, el 26 de julio de 1916. Se dedicó a los trabajos de cocina, demostrando siempre una gran piedad, espíritu de sacrificio y generosidad.
Durante los primeros días de la revolución, fue detenido y pues- to en libertad varias veces, hasta que fue apresado definitivamente, como religioso, el 17 de septiembre. Fue fusilado en Paracuellos del Jarama el 28 de noviembre de 1936
Casa «María Auxiliadora» de Salamanca
PEDRO ARTOLOZAGA MELLIQUE, clérigo
Nació en Erandio (Vizcaya) el 31 de enero de 1913. Inclinado a la piedad, fue admitido al noviciado de Mohernando (Guadalajara) en
1930 y emitió los votos el 12 de octubre de 1931. Allí mismo hizo el curso filosófico y fue destinado a Salamanca y Madrid para el trienio práctico, terminado el cual fue admitido al estudio de la teología, pero el estallido de la revolución le impidió comenzarla.
Fue arrestado y puesto en libertad por dos veces, con la comu- nidad de Carabanchel Alto (Madrid). El 1 de octubre fue de nuevo
encarcelado como religioso, y fusilado el mismo día o el siguiente. En sus apuntes espirituales del noviciado había escrito: «He pedido al Señor que muera, antes de ofenderle».
MANUEL BORRAJO MÍGUEZ, clérigo
Nació en Rudicio-San Juan de Seoane Allariz (Ourense) el 22 de agosto de 1915. Sintiendo la llamada del Señor, hizo el noviciado en Mohernando (Guadalajara) y emitió la profesión el 1 de septiembre de 1932. Después de la filosofía fue destinado al colegio de Salaman- ca para el trienio de prácticas. Trabajó con fruto, pero el estallido de la revolución le impidió acabar su tirocinio
Se hallaba en Carabanchel Alto (Madrid) cuando fue Arrestado y luego liberado con toda la comunidad. Permaneció escondido du- rante los meses de agosto y septiembre, pero el 1 de octubre de 1936 fue encarcelado en compañía del clérigo Pedro Artolozaga y otros y, por el mero hecho de ser religioso, fue fusilado en un descampa- do, el mismo día o al día siguiente.
DIONISIO ULLÍVARRI BARAJUÁN, coadjutor
Nació en Vitoria el 9 de octubre de 1880 y fue bautizado el mismo día. Hizo el noviciado en Barcelona-Sarriá emitiendo los votos el 1 de marzo de 1901. Trabajó como encuadernador en los colegios de Barcelona, Cuba, Salamanca y Madrid, demostrando en todas partes un óptimo espíritu religioso. Al desencadenarse la revolución en julio de 1936, tuvo que alejarse del colegio de Madrid y vivir escon- dido, hasta que el 30 de agosto fue descubierto como religioso y, por ello, fusilado ese mismo día en el cementerio de Aravaca (Ma- drid) con don Germán Martín Martín.
Casa de Mohernando (Guadalajara)
MIGUEL LASAGA CARAZO, sacerdote
Nació en Murguía (Álava) el 6 de septiembre de 1892 y fue bautiza- do al día siguiente. Emitió los votos religiosos en Carabanchel Alto (Madrid) el 31 de julio de 1912 y recibió la ordenación sacerdotal en Barcelona el 21 de mayo de 1921. Trabajó en Italia, Perú y España,
donde se le encomendó la dirección del Noviciado y del Estudian- tado filosófico de Mohernando (Guadalajara).
Fue encarcelado en Guadalajara en julio de 1936. Presagiando el destino que aguardaba a sus compañeros de cárcel, desplegó un intenso apostolado para prepararlos al sacrificio. El 6 de diciembre pareció que iba a ser el último de su vida. Poco a poco el pánico fue cundiendo y con él el instinto de conservación. Don Lasaga, rodea- do de seis jóvenes Salesianos, no perdió la calma y exhortó a todos los presentes a aceptar con resignación su destino, dando al final la absolución a todos. Luego se recogió en oración con los suyos, es- perando su propio turno. Los encarcelados por delitos comunes fueron liberados; en cambio, fueron fusilados 283 detenidos por motivos religiosos, entre ellos don Lasaga y seis jóvenes Salesianos.
LUIS MARTÍNEZ ALVARELLOS, clérigo
Nació en A Coruña el 30 de junio de 1915. Sintiéndose llamado al estado religioso, hizo el noviciado en Mohernando (Guadalajara), coronándolo con la profesión religiosa el 11 de julio de 1934. Per- maneció allí dos años más para los estudios filosóficos durante los cuales se distinguió por la obediencia y el espíritu de sacrificio.
El 23 de julio de 1936 fue encarcelado con su comunidad. El 6 de diciembre, sintiendo inminente el final, recibió una vez más la abso- lución y se recogió en oración hasta que lo llevaron a fusilar.
JUAN LARRAGUETA GARAY, clérigo
Nació en Arrieta, provincia de Navarra, el 27 de mayo de 1915 y fue bautizado dos días después. Hizo el noviciado en Mohernando (Gua- dalajara) emitiendo los votos el 11 de julio de 1934. Permaneció en Mohernando para el estudio de la filosofía, con un futuro prometedor.
La revolución le sorprendió el 23 de julio de 1936. El 1 de agosto fue encerrado en la cárcel de Guadalajara, junco con don Miguel Lasaga y los otros cinco jóvenes Salesianos. Fue fusilado el 6 de di- ciembre.
FLORENCIO RODRÍGUEZ GÜEMES, clérigo
Nació en Quintanarruz (Burgos) el 7 de noviembre de 1915. Hizo el noviciado en Mohernando (Guadalajara) coronándolo con la profe- sión religiosa el 14 de julio de 1935, y allí permaneció para hacer el curso filosófico.
Arrestado el 23 de julio de 1936 con toda la comunidad y puesto enseguida en libertad, fue definitivamente encarcelado el 1 de agos- to con el director y cinco compañeros. Fue fusilado el 6 de diciembre de ese mismo año.
PASCUAL DE CASTRO HERRERA, clérigo
Nació en Topas (Salamanca) el 2 de septiembre de 1915 y fue bau- tizado el día 6 del mismo mes. Comenzó el año de noviciado en 1935 en Mohernando (Guadalajara), mostrándose un novicio prometedor y amante de su vocación. Cuando su madre, llorando, le hizo notar el día de la imposición de la sotana, el peligro en que se iba a en- contrar, puesto que había comenzado el tiempo de la persecución, valientemente respondió: «Madre, ¿qué puedo temer? Lo peor que pueda sucederme es morir. En tal caso, soy feliz».
El mismo día de su profesión, el 23 de julio de 1936, fue arresta- do con toda la comunidad. El 1 de agosto fue llevado a la cárcel de Guadalajara y el 6 de diciembre fue fusilado en compañía de su di- rector y de otros cinco jóvenes Salesianos.
ESTEBAN VÁZQUEZ ALONSO, coadjutor
Nació en Carrizo de la Ribera, provincia de León, el 27 de junio de
1915 y fue bautizado el 30 de ese mismo mes. Sintiéndose inclinado
a la vida religiosa, pidió ser admitido en el noviciado de Mohernan-
do (Guadalajara), donde profesó, como coadjutor, el 23 de julio de
1936. Intuyendo un futuro no fácil, animaba a su hermano Vicente,
aspirante: «Tú no te separarás de mí. Si tenemos que morir por Dios,
moriremos juntos».
Ese mismo día fue arrestado con toda la comunidad y siguió la suerte de su director y de otros cinco compañeros. Fue fusilado con ellos, el 6 de diciembre de 1936.
HELIODORO RAMOS GARCÍA, coadjutor
Nació en Monleras (Salamanca) el 29 de octubre de 1915 y fue bau- tizado dos días después. Educado cristianamente, fue admitido al noviciado en Mohernando (Guadalajara), donde emitió los votos el
23 de julio de 1936, como coadjutor, y aspiró a la vida religiosa.
Ese mismo día la casa fue asaltada y ocupada por los comunistas; la comunidad fue apresada o dispersa. El 1 de agosto fue encerrado con el director don Miguel Lasaga y otros cinco jóvenes profesos en la cárcel de Guadalajara, donde se preparó para la muerte, y con ellos fue fusilado la tarde del 6 de diciembre de 1936.
JOSÉ MARÍA CELAYA BADIOLA, coadjutor
Nació en Azkoitia, provincia de Guipúzcoa, el 24 de febrero de 1887, y fue bautizado al día siguiente. Hizo el noviciado en Carabanchel Alto (Madrid), emitiendo los votos el 5 de enero de 1906. Fue misio- nero en Cuba.
La revolución lo encontró enfermo, desde hacía años, en la casa de Mohernando (Guadalajara). También él fue arrestado y maltrata- do sin miramiento alguno a su edad y a sus achaques. Sucumbió en las cárceles de Madrid a causa de los continuos malos tratos, el 9 de agosto de 1936.
ANDRÉS JIMÉNEZ GALERA, sacerdote
Nació en Rambla de Oria (Almería) el 25 de enero de 1904. Entrado en el seminario y recibida la ordenación sacerdotal en 1926, ejerció el ministerio en Almería, hasta que en 1935 entró en la Congregación Salesiana.
Había comenzado apenas el noviciado en Mohernando (Guada- lajara) cuando, al comenzar la revolución, fue detenido con toda la comunidad. Sin perderse en lamentos, se dedicó junto con el direc- tor a dar ánimos a los demás, exhortándoles a confiar en la provi- dencia y a aceptar lo que el Señor quisiera disponer.
Llegó incluso a ofrecer su vida por la salvación de sus compañe- ros. El 27 de julio los presos fueron trasladados a Guadalajara, a Mohernando. Durante el trayecto algunos milicianos, descubriendo el crucifijo que don Andrés llevaba consigo, le mandaron arrojarlo
al suelo; ante su decidido rechazo, lo mataron con una descarga de fusilería, mientras don Andrés, con los brazos abiertos y el crucifijo en la mano derecha, rezaba en voz alta.
Casa de María Auxiliadora de Santander
ANDRÉS GÓMEZ SÁEZ, sacerdote
Nació en Bicorp (Valencia) el 7 de mayo de 1894 y fue bautizado al día siguiente. Emitió los votos religiosos en Carabanchel Alto (Ma- drid) el 28 de julio de 1914 y recibió la ordenación sacerdotal en Ourense el 9 de septiembre de 1925. Ejerció en sagrado ministerio en Baracaldo, A Coruña y Santander, donde le sorprendió la revolu- ción de 1936.
Se escondió para no ser encarcelado, pero el 1 de enero de 1937 fue arrestado. Lo mataron probablemente arrojándolo por el acantilado.
ANTONIO CID RODRÍGUEZ, coadjutor
Nació en Calsadoira de San Juan, cerca de Allariz (Ourense) el 15 de abril de 1890 y fue bautizado al día siguiente. Hizo el noviciado en Sevilla y emitió la profesión el 8 de diciembre de 1909. Humilde y piadoso, trabajó en la enseñanza en diversos colegios.
La revolución lo encontró en Santander. Se refugió en Bilbao en casa de unos parientes, pero su condición de religioso resultó pron- to manifiesta. A media noche del 25 de septiembre de 1936, cuatro milicianos irrumpieron en su domicilio y, habiendo encontrado un crucifijo y algunos objetos religiosos, lo llevaron, fusilándolo al día siguiente.
Grupo de Sevilla: 21 mártires
Casa de Ronda (Málaga)
ANTONIO TORRERO LUQUE, sacerdote
Fue director del colegio Salesiano «Sagrado Corazón» de Ronda (Má- laga). Religioso de gran corazón y de no menor espíritu de sacrificio,
se prodigó incansablemente por el bien de la juventud pobre y abandonada, y fue apóstol solícito de la Palabra de Dios y de la devoción a María Auxiliadora. Nació en Villafranca de Córdoba el 9 de octubre de 1888. Era hijo de Baltasar Torrero —que será fusilado por los comunistas en 1936 «por ser padre de un sacerdote»— y de Ana Luque.
El párroco, descubriendo en él señales de vocación sacerdotal, lo encaminó a los Salesianos. Terminados los estudios secundarios, fue enviado al noviciado de Carabanchel Alto (Madrid), donde emi- tió los votos el 8 de diciembre de 1907. Recibida la ordenación sa- cerdotal en Jerez de la Frontera en septiembre de 1913, ejerció el ministerio en los colegios de Écija, San José del Valle, Alcalá, Utrera y Cádiz. Fue director de Alcalá de Guadaíra y de Ronda. Aquí le sorprendió la revolución.
El 21 y 23 de julio de 1936, el colegio fue registrado y ocupado por los revolucionarios, y la comunidad amenazada de muerte y maltratada. El 24 de julio, previendo lo que pudiera ocurrir, el di- rector hizo las últimas recomendaciones, exhortando a sus hermanos a mantenerse firmes ante la prueba suprema. Todos se confesaron por última vez, se abrazaron y, con las lágrimas en los ojos, aban- donaron el colegio, buscando cada uno un refugio. Hacia el atarde- cer cinco milicianos arrestaron al director, acompañado del anciano don Enrique Canut, los arrastraron a las afueras de la ciudad y los asesinaron.
ANTONIO ENRIQUE CANUT ISÚS, sacerdote
Nació en Llesuy, provincia de Lleida, el 17 de febrero de 1874. Hizo el noviciado en Barcelona-Sarriá, emitiendo los votos el 23 de mayo de 1895. Recibió la ordenación sacerdotal en Béjar en 1901 y duran- te 35 años ejerció un intenso y provechoso apostolado en diversos colegios de España.
Se hallaba en Ronda cuando estalló la revolución. El 23 de julio fue ocupado el colegio. Al director don Antonio Torrero, que le ro- gaba buscase un refugio fuera del colegio, don Canuy le rogó per- manecer con él y compartir la suerte de la comunidad. A la mañana siguiente se alojó con el director en casa de una persona amiga; pero al caer de la tarde los dos fueron arrestados y fusilados.
MIGUEL MOLINA DE LA TORRE, sacerdote
Nació en Montilla (Córdoba) el 17 de mayo de 1887. Emitió los votos religiosos en Carabanchel Alto (Madrid) en el mes de septiembre de
1906. Ordenado sacerdote en Sevilla en mayo de 1913, trabajó con celo en Utrera, Córdoba, Sevilla, Carmona y Ronda, donde le sor- prendió la revolución.
Del 21 al 24 de julio siguió la suerte de la comunidad: fue arres- tado, maltratado y puesto en libertad. La mañana del 28 de julio fue sorprendido en la pensión donde se había alojado y, junto con don Pablo Caballero y otros dos Salesianos, fue llevado para ser fusilado.
PABLO CABALLERO LÓPEZ, sacerdote
Nació en Málaga el 16 de febrero de 1904. Hizo el noviciado en San José del Valle, emitiendo los votos en octubre de 1921. Recibió la ordenación sacerdotal en Ronda en septiembre de 1932. Las casas de Montilla y Ronda fueron el campo de su apostolado. Fue religio- so observante, alegre y piadoso.
Al estallar la revolución de 1936, siguió la suerte de la comunidad salesiana «Santa Teresa» de Ronda. El 24 de julio, cuando la comuni- dad fue obligada a abandonar el colegio, don Pablo buscó refugio en una pensión de la ciudad, pero la mañana del 28 de agosto fue arrestado y fusilado junto con don Miguel Molina y otros dos Sale- sianos.
HONORIO HERNÁNDEZ MARTÍN, clérigo
Nació en El Manzano, provincia de Salamanca, el 18 de diciembre de 1905. Hizo el noviciado en San José del Valle, consagrándose al Señor el 12 de septiembre de 1926. Después del estudio de la filo- sofía fue enviado a Argentina, trabajando con celo en Rosario y Mendoza. En el mes de junio de 1936, después de su regreso a la patria. Recibió el subdiaconado en Carabanchel Alto (Madrid). Esta- ba pasando sus vacaciones en Ronda cuando estalló la revolución.
El 24 de julio, la comunidad fue arrestada y puesta después en libertad. Al alba del 28 de julio un grupo de milicianos se presentó en la pensión donde residían varios Salesianos, arrestando a cuatro, ente ellos a Honorio, llevándoselos para fusilarlos.
JUAN LUIS HERNÁNDEZ MEDINA, clérigo
Nació en Cerralbo (Salamanca) el 19 de diciembre de 1912. Hizo el noviciado en San José del Valle profesando allí en 11 de septiembre de 1931. Después de sus estudios de Filosofía fue destinado a Ronda para el trienio práctico. Estaba en Ronda al estallar la revolución. Tras los primeros días de trepidación, la comunidad tuvo que aban- donar el colegio y refugiarse en otro lugar. Tres días después, un grupo de milicianos se presentó de madrugada en la pensión donde residía. Los revolucionarios lo arrestaron con otros tres Salesianos, quienes después de maniatarlos como a delincuentes comunes los llevaron a fusilar. Era el 28 de julio de 1936.
ANTONIO MOHEDANO LARRIVA, sacerdote
Nació en Córdoba el 14 de septiembre de 1894. Terminado el año de noviciado en San José del Valle, emitió los votos en septiembre de
1914. Después de la ordenación sacerdotal recibida en Ronda, se consagró totalmente a la educación de la juventud obrera en las escuelas salesianas de «Santa Teresa» de Ronda, de la que fue direc- tor desde 1933.
El 24 de julio de 1936, al estallar la revolución, la comunidad fue obligada a abandonar el colegio y a buscar refugio en casas particu- lares. En su refugio, don Antonio se enteró del asesinato de los hermanos Salesianos. Experimentó un gran dolor y se convenció de que su propia muerte era inminente. En efecto, el 2 de agosto, un grupo de exaltados, entre los cuales algunos de sus antiguos alum- nos, envenenados por las ideas subversivas, se presentaron en su domicilio. Sin oponer resistencia, ni ocultar su condición de sacer- dote, tranquilo y sereno se dejó maniatar y llevar a ser fusilado.
Mártir en Sevilla
ANTONIO FERNÁNDEZ CAMACHO, sacerdote
Nació en Lucena (Córdoba) el 22 de octubre de 1892. Hizo el novi- ciado en Sevilla y emitió los votos el 15 de septiembre de 1909. Después de la ordenación sacerdotal recibida en Sevilla en 1917, se
consagró con celo a la enseñanza y al sagrado ministerio. Fue após- tol de las devociones a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora.
Se encontraba en Sevilla cuando estalló la revolución. El 20 de julio de 1936 fue denunciado como sacerdote, arrestado y cacheado. Al encontrarle el crucifijo que llevaba al cuello, los milicianos, entre insultos e injurias, le dispararon varios tiros de fusil, a un metro de distancia, y lo abandonaron allí mismo, muriendo poco después. Fue la primera víctima salesiana de la revolución en Andalucía.
Casa de Morón de la Frontera
JOSÉ LIMÓN LIMÓN, sacerdote
Nació en Villanueva del Ariscal (Sevilla) el 27 de diciembre de 1892. Emitió los votos en San José del Valle en 1912. Recibida la ordena- ción sacerdotal en 1919, en Pamplona, fue destinado sucesivamen- te a los colegios de Utrera, Cádiz y San José del Valle. Fue director de Carmona, Arcos de la Frontera y Morón, donde le sorprendió la revolución. Era sencillo, amable, celoso y de mucho espíritu de sacrificio.
El 19 de julio de 1936 los revolucionarios asaltaron el colegio. Los Salesianos fueron arrestados y maltratados. Puestos en libertad por la Guardia Civil, fueron de nuevo arrestados por los milicianos la tarde del 21 de julio y fusilados inmediatamente.
JOSÉ BLANCO SALGADO, coadjutor
Nació en Souto (Ourense) el 10 de noviembre de 1892. Hizo el no- viciado en San José del Valle, emitiendo los votos en el mes de septiembre de 1914. Fue un religioso humilde, piadoso y obediente.
El 19 de julio de 1936, al estallar la revolución, el colegio Salesia- no de Morón de la Frontera (Sevilla) fue ocupado por los revolucio- narios y José fue arrestado y maltratado. Puesto en libertad por la Guardia Civil, fue nuevamente detenido por los revolucionarios el
21 de julio y asesinado, en compañía de su director don José Limón y de otras personas encarceladas por motivos religiosos.
Casa de Málaga
FRANCISCO MÍGUEZ FERNÁNDEZ, sacerdote
Nació en Corvillón, provincia de Ourense, el 9 de febrero de 1887. Hizo el noviciado en Sevilla en 1906 y fue ordenado sacerdote el 24 de agosto de 1916. Trabajó con celo en Sevilla, Málaga y Écija. En Málaga había organizado un floreciente oratorio festivo, frecuentado también por adultos.
El 18 de julio estalló la revolución también en Málaga con el in- cendio de iglesias y edificios. El 21, el colegio Salesiano fue asaltado e incendiado y la comunidad arrestada y maltratada. Las autoridades civiles, reconociendo la inocencia de los Salesianos, los pusieron secretamente en libertad. Pero los milicianos querían asesinarlos y pronto lograron su intento. La primera víctima fue don Francisco. El
15 de agosto, una patrulla de milicianos lo arrestó, lo condujo a un descampado y lo asesinó.
MANUEL FERNÁNDEZ FERRO, sacerdote
Nació en Paradiñas (Ourense) el 30 de mayo de 1898. Hizo el novi- ciado en San José del valle, emitiendo los votos el 1 de enero de
1920. Después de la ordenación sacerdotal recibida en Campello (Alicante) el 17 de junio de 1928, ejerció el ministerio en Córdoba y en Málaga, plenamente compenetrado con la propia misión de sa- cerdote y educador.
También él se encontraba en Málaga en julio de 1936 y siguió la suerte de la comunidad. Puesto en libertad, buscó refugio en una pensión. Era consciente de tener los días contados y se preparó para morir. En efecto, a las 11 de la noche del 24 de agosto fue sa- cado de la pensión con otros sacerdotes y religiosos y al alba del día
25 era fusilado.
FÉLIX PACO ESCARTÍN, sacerdote
Nació en Aldahuesca, provincia de Huesca, el 21 de febrero de 1867. Hizo el noviciado en Barcelona-Sarriá en 1892 y el 23 de octubre de
1899 era ordenado sacerdote en Sevilla. En los diversos cargos que
le fueron confiados, se mostró siempre sacerdote humilde, bonda- doso, de arraigada piedad y espíritu de sacrificio.
La revolución le sorprendió de 1936 en Málaga y corrió la suerte de aquella comunidad hasta que fue encarcelado el 21 de julio de
1936. Al amanecer del 31 de agosto fue sacado de la cárcel para ser fusilado.
TOMÁS ALONSO SANJUÁN, coadjutor
Nació en Vitigudino (Salamanca), el 13 de marzo de 1893. Hizo el noviciado en San José del Valle y emitió los votos en septiembre de
1915. Promocionó la educación de la juventud obrera como tipógra- fo jefe en las escuelas profesionales de Sevilla y Málaga. Se distinguió por su piedad y observancia.
El 21 de julio de 1936 el colegio de Málaga fue asaltado por los milicianos y la comunidad encarcelada. Al alba del 31 de agosto el Sr. Tomás, con don Félix Paco Escartín, fue fusilado.
MANUEL GÓMEZ CONTIOSO, sacerdote
Nació en Moguer (Huelva) el 13 de marzo de 1877. Hizo el novicia- do en Sant Vicenç dels Horts y emitió los votos el 14 de noviembre de
1897. Recibió la ordenación sacerdotal en Sevilla el 28 de marzo de 1903. Fue director en Málaga y en Écija y de nuevo en Málaga, donde le sorprendió la revolución. Se distinguió por su bondad, llaneza, celo y unción sacerdotal.
Al estallar la revolución, fue encarcelado y maltratado con la comunidad el 21 de julio de 1936. Durante los dos meses pasados en la cárcel probó el intenso dolor de ver salir a cuatro de sus her- manos Salesianos, para ser fusilados. El 24 de diciembre, con otros tres Salesianos, también él fue asesinado.
ANTONIO PANCORBO LÓPEZ, sacerdote
Nació en Málaga, el 10 de octubre de 1896. Hizo el noviciado en San José del Valle, emitiendo los votos en agosto de 1915. En el mes de marzo de 1925 fue ordenado sacerdote. Era laborioso, humilde, pia- doso, de buen ingenio y amante del deber.
En Málaga fue encarcelado con la comunidad el 21 de julio de
1936 y fusilado el 24 de septiembre, junto con el director don Manuel
Gómez y otros dos Salesianos.
ESTEBAN GARCÍA GARCÍA, coadjutor
Nació en El Manzano (Salamanca) el 28 de noviembre de 1901. Hizo el noviciado en San José del Valle, emitiendo la profesión religiosa el
12 de septiembre de 1926. Permaneció casi siempre en Málaga como jefe de la sastrería. Era humilde, afable y celoso del bien de sus alumnos.
Fue encarcelado con la comunidad de Málaga el 21 de julio de
1936. Al poco tiempo de ser liberado tropezó con un grupo de mi-
licianos que, por su aspecto, lo tomaron por un sacerdote o religio-
so, y quisieron hacerle blasfemar.
Como rehusó decididamente, estaban a punto de fusilarlo, pero en ese momento llegó otro grupo de milicianos que impidieron la ejecución y lo llevaron a la cárcel. Allí permaneció hasta el 24 de septiembre, día en que fue fusilado con don Manuel Gómez, su di- rector, y otros dos Salesianos.
RAFAEL RODRÍGUEZ MESA, coadjutor
Nació en Ronda, provincia de Málaga, el 5 de julio de 1913. Hizo el noviciado en San José del Valle, emitiendo los votos el 10 de sep- tiembre de 1933. Religioso ejemplar y amante del deber, se dedicó a promover el bien de la clase obrera como carpintero-ebanista en las escuelas profesionales salesianas de Málaga.
El 21 de julio de 1936 fue encarcelado con la comunidad, y allí permaneció hasta el 24 de septiembre, día en que fue fusilado con don Manuel Gómez, su director, y otros dos Salesianos.
Salesianos Cooperadores de Pozoblanco
ANTONIO RODRÍGUEZ BLANCO, sacerdote
Nació en Pedroche, provincia de Córdoba, el 25 de diciembre de 1914. Terminados los estudios medios en el colegio Salesiano de Utrera (Sevilla), entró en el Seminario de Córdoba donde fue ordenado sa-
cerdote el 6 de abril de 1901. Ejerció el sagrado ministerio, primero en Pedroche, luego fue profesor en el Seminario de Córdoba y desde el 6 de junio de 1910 párroco celoso y estimado de Pozoblanco.
Al caer Pozoblanco en poder de los revolucionarios, después de una denodada defensa, los sacerdotes y dirigentes católicos sufrieron las más duras represalias de los comunistas. El 16 de agosto de 1936 don Antonio fue arrestado y fusilado. Cayó orando y perdonando a sus asesinos
BARTOLOMÉ BLANCO MÁRQUEZ, seglar
Nació en Pozoblanco, provincia de Córdoba, el 25 de diciembre de
1914. En 1930 frecuentó el colegio Salesiano local y en 1932 fue
elegido secretario de los jóvenes de Acción Católica. Terminado el
curso de especialización en el Instituto Social Obrero, se dedicó
enteramente a la propaganda social católica fundando, como dele-
gado de los Sindicatos Católicos, ocho secciones.
Fue arrestado como dirigente católico el 18 de agosto de 1936. Se preparó a la muerte con intensa piedad. Jamás perdió la serenidad ni el buen humor, edificando a todos con su ejemplo. Condenado a muerte el 29 de septiembre, el 2 de octubre cayó fusilado mientras gritaba: «¡Viva Cristo Rey!».
TERESA CEJUDO REDONDO, seglar
Nació en Pozoblanco, provincia de Córdoba, el 15 de octubre de
1890. Frecuentó el colegio de las religiosas Concepcionistas de la
ciudad. En 1925 se casó con el arquitecto Juan Bautista Caballero y
tuvieron una hija. Desde muy joven formó parte de la Acción Cató-
lica, de las Conferencias de San Vicente de Paúl y de varias cofradías
religiosas. Fue una activa salesiana cooperadora y secretaria del
grupo local de la Asociación de María Auxiliadora.
Al estallar la revolución de 1936, se ofreció al Señor como víctima por el triunfo de la justicia y la verdad. El 22 de agosto fue arrestada en Pozoblanco, por su condición de mujer católica, se despidió de su familia, y especialmente de su hija, que no quería separarse de ella, y fue encarcelada. El 16 de septiembre fue condenada a muerte junto con otros 17 católicos. Animó a todos y murió el 20 de sep- tiembre de 1936, perdonando a sus verdugos.