Inicio del Proceso: 12-4-1982
Venerable: 17-12-96
Beatificado el 25 de abril de 2004
Celebración litúrgica el 9 de febrero.
Eusebia Palomino Yenes nació en Cantalpino, en la provincia de Salamanca, en el oeste de España, el 15 de diciembre de 1899. La familia de Agostino Palomino, un verdadero hombre de fe, es muy pobre. En algunos períodos del año, Eusebia y su padre se ven obligados a pedir limosna en los países vecinos, pero lo hacen con un gozo y una fe verdaderamente únicos. En esos largos viajes, Agustín le cuenta el catecismo a su hija, ansiosa por conocer los misterios del Señor. En la familia de Eusebia trabajamos, rezamos y nos amamos.
El día de la primera comunión fue vivido por Eusebia con gran intensidad. Inmediatamente después, se fue a trabajar con una familia adinerada. No cedió a las tentaciones de la adolescencia, siempre puso a su amigo Jesús en primer lugar, fue enviado a Salamanca, primero como niñera y luego como asistente en un hospicio. Quería tanto volverse religioso. Un día, azadón, encontró una medalla de María Auxiliadora. Poco después un amigo misterioso la llevó al oratorio de las monjas.
La invitaron a quedarse con ellos como colaboradora. Curiosamente, la cocina se convirtió en el destino de los huéspedes, quienes fueron a buscar al cocinero ignorante que siempre tenía una buena palabra para ellos.
La Madre Vicaria llega a Salamanca, que la acepta entre los postulantes. Eusebia hizo su noviciado en Barcelona, construyendo a sus compañeros con su humildad y su sonrisa. Se convirtió en Hija de María Auxiliadora en 1924 y fue enviada a Valverde del Camino con la asignación de cocinera y ayudante doméstica. Comenzó a vivir su servicio ordinario extraordinariamente bien, como quería Don Bosco, tanto que el Señor quería llenarlo de regalos.
Aquí también las chicas comenzaron a acercarse a ella, atraídas por su encanto espiritual. Empezó a trabajar en la oratoria. Seminaristas, adultos y sacerdotes le piden consejo, estimulados por su espíritu de oración y su fe convencida y convincente. Propagó la devoción a las heridas santas del Señor y la llamada "esclavitud mariana" de San Luis M. Grignion de Montfort. Se cuentan muchos hechos especiales que sucedieron en su vida. Al igual que Don Bosco, recibió el don de profecía del Señor. Predijo la guerra civil española y se ofreció como víctima para España. Empezó a sentirse enfermo. Su directora, la hermana Carmen Moreno, luego mártir y bendecida, la cuidó, mientras ella recogía sus pensamientos. La hermana Eusebia profetizó el martirio.
Antes de morir tuvo momentos de éxtasis y visiones. Llegó al Señor el 10 de febrero de 1935. Su cuerpo descansa en Valverde del Camino.
Venerable el 17 de diciembre de 1996; beatificado el 25 de abril de 2004 por Juan Pablo II.