Venerable: 19-11-2018
Augusto nació en Brzechowice, Polonia, el 5 de julio de 1881. Atraído por la fama de Don Bosco, a los 12 años, Hlond siguió a su hermano mayor a Italia para poder consagrarse a la Congregación Salesiana. Ello animó a dos hermanos suyos a hacer lo mismo.
En 1896, fue admitido al noviciado y recibió el hábito de clérigo de manos del Beato Miguel Rua. Habiendo completado sus estudios en la Universidad Gregoriana, regresó a Polonia para su regencia (formación práctica) en Oswiecim. Augusto fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1905. Fue designado Rector de la nueva casa de Pizemysl (1907-09) y luego de la de Viena (1909-19). En 1919 cuando la provincia austro húngara fue dividida, fue designado Provincial (1919-22). En dos años el joven Provincial pudo fundar unas 10 nuevas casas.
Habiendo trabajado como Administrador Apostólico, fue ordenado Obispo de Ktowice el 3 de enero de 1926. El 24 de junio de ese mismo año, el Obispo Augusto fe designado Primado de Polonia. En el año siguiente, el 20 de junio, el Papa lo designó Cardenal. También estaba a cargo de la población polaca dispersa en varias partes del mundo. Para ello él fundó una Congregación denominada “Cristo Rey”.
Su Calvario empezó con la Segunda Guerra Mundial El Cardenal Hlond fue obligado al exilio hasta el final de la guerra, primero en Roma desde donde inició una valiente defensa de su tierra natal. Se intensificó en Francia cuando se refugió en Lourdes. De allí la policía nazi lo deportó a Paris para que formara un gobierno polaco favorable a ellos. Pero el Cardenal se rehusó con decisión. Entonces, los nazis lo llevaron prisionero primero a Lorena y luego a Westfalia. Sin embargo, las fuerzas aliadas lo liberaron y pudo así regresar a Polonia donde fue designado Arzobispo de Varsovia. Antes había defendido a su gente de los horrores del nazismo y ahora con sus enérgicas cartas pastorales continuó defendiéndolos del ateísmo bolchevique.
Dios los protegió de más de un atentado contra su vida, reservándole la muerte de un gran Patriarca el 22 de octubre de 1948. Su funeral fue un verdadero triunfo. Por la primera vez en la historia de Polonia el entierro se llevó a cabo en la propia Catedral.