Dossier: POSTULACIÓN GENERAL SALESIANOS DE DON BOSCO
Roma, 31 de diciembre de 2018
Don Pierluigi CAMERONI SDB,
Postulatore Generale per le Cause dei Santi
“Los verdaderos protagonistas de la nueva evangelización son los santos: ellos hablan un lenguaje comprensible para todos con el ejemplo de su vida y con las obras de la caridad” (Benedetto XVI 23.10.2012).
Es necesario expresar una profunda gratitud y alabanza a Dios por la santidad ya reconocida en la Familia Salesiana de Don Bosco y por los que están en camino de reconocimiento. La conclusión exitosa de una causa de beatificación y canonización es un evento de extraordinaria relevancia y valor eclesial. Se trata, de hecho, de llevar adelante un discernimiento acerca de la fama de santidad de un bautizado que ha vivido las bienaventuranzas evangélicas en grado heroico y que ha dado la vida por Cristo.
La celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco ha sido una ocasión favorable para profundizar y difundir su experiencia espiritual, expresada en riquísimos y diversos frutos de santidad. Desde Don Bosco hasta nuestros días reconocemos una tradición de santidad que amerita una especial atención dado que la encarnación del carisma que en él ha tenido su origen, se ha ido expresando en una pluralidad de estados y formas de vida. Se trata de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, consagrados y laicos, obispos y misioneros que en contextos históricos, culturales y sociales diversos en el tiempo y en el espacio han hecho brillar con singular luz el carisma salesiano, representando un patrimonio que desempeña un rol eficaz en la vida de la comunidad creyente y para todos los hombres de buena voluntad.
1. Elenco al 31 de diciembre dEL 2018
Nuestra Oficina de Postulación tiene interés en 168 entre Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios. Sin embargo, están bajo su directa responsabilidad 50.
SANTOS (nueve)
San Juan Bosco, sacerdote (fecha de canonización: 1 abril 1934) – (Italia)
San José Cafasso, sacerdote (22 junio 1947) – (Italia)
Santa Maria D. Mazzarello, virgen (24 junio 1951) – (Italia)
Santo Domingo Savio, adolescente (12 junio 1954) – (Italia)
San Leonardo Murialdo, sacerdote (3 mayo 1970) – (Italia)
San Luis Versiglia, obispo, mártir (1 octubre 2000) – (Italia - China)
San Calixto Caravario, sacerdote, mártir (1 octubre 2000) – (Italia - China)
San Luis Orione, sacerdote (16 mayo 2004) – (Italia)
San Luis Guanella, sacerdote (23 octubre 2011) – (Italia)
BEATOS (ciento dieciocho)
Beato Miguel Rua, sacerdote (fecha de beatificación: 29 ottobre 1972) – (Italia)
Beata Laura Vicu?a, adolescente (3 septiembre 1988) – (Chile – Argentina)
Beato Felipe Rinaldi, sacerdote (29 abril 1990) – (Italia)
Beata Magdalena Morano, virgen (5 noviembre 1994) – (Italia)
Beato José Kowalski, sacerdote, mártir (13 junio 1999) – (Polonia)
Beato Francisco K?sy, laico, y 4 compañeros mártires (13 junio 1999) – (Polonia)
Beato Pio IX, Papa (3 septiembre 2000) – (Italia)
Beato José Calasanz, sacerdote, y 31 compañeros mártires (11 marzo 2001) – (España)
Beato Luis Variara, sacerdote (14 abril 2002) – (Italia - Colombia)
Beato Artémides Zatti, religioso (14 abril 2002) – (Italia - Argentina)
Beata María Romero Meneses, virgen (14 abril 2002) – (Nicaragua - Costa Rica)
Beato Augusto Czartoryski, sacerdote (25 abril 2004) – (Francia - Polonia)
Beata Eusebia Palomino, virgen (25 abril 2004) – (España)
Beata Alexandrina M. Da Costa, laica (25 abril 2004) – (Portugal)
Beato Alberto Marvelli, laico (5 septiembre 2004) – (Italia)
Beato Bronislao Markiewicz, sacerdote (19 junio 2005) – (Polonia)
Beato Enrique Saiz Aparicio, sacerdote, e 62 compañeros mártires (28 octubre 2007) – (España)
Beato Ceferino Namuncurà, laico (11 noviembre 2007) – (Argentina)
Beata María Troncatti, virgen (24 noviembre 2012) – (Italia - Ecuador)
Beato Esteban Sándor, religioso, mártir (19 octubre 2013) – (Hungría)
Beato Tito Zeman, sacerdote, mártir (30 septiembre 2017) - (Eslovaquia).
VENERABLES (diecisiete)
Ven. Andrés Beltrami, sacerdote, (fecha del Decreto super virtutibus: 5 diciembre 1966) – (Italia)
Ven. Teresa Valsè Pantellini, virgen (12 julio 1982) – (Italia)
Ven. Dorotea Chopitea, laica (9 junio 1983) – (España)
Ven. Vicente Cimatti, sacerdote (21 diciembre 1991) – (Italia - Japón)
Ven. Simón Srugi, religioso (2 abril 1993) – (Palestina)
Ven. Rodolfo Komorek, sacerdote (6 abril 1995) – (Polonia - Brasil)
Ven. Luis Olivares, obispo (20 diciembre 2004) – (Italia)
Ven. Margarita Occhiena, laica (23 octubre 2006) – (Italia)
Ven. José Quadrio, sacerdote (19 diciembre 2009) – (Italia)
Ven. Laura Meozzi, virgen (27 junio 2011) - (Italia - Polonia)
Ven. Attilio Giordani, laico (9 octubre 2013) – (Italia - Brasil)
Ven. José Augusto Arribat, sacerdote (8 julio 2014) – (Francia)
Ven. Esteban Ferrando, Obispo (3 marzo 2016) – (Italia - India)
Ven. Francisco Convertini, sacerdote (20 enero 2017) - (Italia - India)
Ven. José Vandor, sacerdote(20 enero 2017) - (Hungría - Cuba)
Ven. Octavio Ortiz Arrieta, vescovo (27 febrero 2017) - (Perù)
Ven. Augusto Hlond, cardinale (19 de mayo 2018) - (Polonia)
SIERVOS DE DIOS (veinticuatro)
Está entregada la Positio
Elías Comini, sacerdote (Italia)
Congreso Peculiar de teólogos: 4 abril 2017
Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos:
Ignacio Stuchly, sacerdote (República Checa)
Congreso Peculiar de historiadores: 11 diciembre 2018
En curso la redacción de la Positio
Antonio De Almeida Lustosa, obispo (Brasil)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 2 mayo 2003
Carlos Crespi Croci, sacerdote (Italia - Ecuador)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 15 febrero 2010
Costantino Vendrame, sacerdote (Italia - India)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 1 febrero 2013
Juan ?wierc, sacerdote e 8 compañeros mártires (Polonia)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 10 mayo 2013
Oreste Marengo, obispo (Italia - India)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 6 diciembre 2013
Carlos Della Torre, sacerdote (Italia - Thailandia)
Decreto de validez de la investigación diocesana: 1 abril 2016
Se está en espera del Decreto de Validez de la investigación diocesana
Anna Maria Lozano, virgen (Colombia)
Clausura de la investigación diocesana: 19 junio 2014
Está en curso la investigación diocesana
Matilde Salem, laica (Siria)
Apertura investigación diocesana: 20 octubre 1995
Andrea Majcen, sacerdote (Eslovenia)
Apertura Investigación diocesana: 24 septiembre 2010
Carlos Braga, sacerdote (Italia – China - Filipinas)
Apertura investigación diocesana: 30 enero 2014
Antonino Baglieri, laico (Italia)
Apertura investigación diocesana: 2 marzo 2014
Antonieta Böhm, virgen (Alemania-México)
Apertura del proceso diocesano: 7 mayo 2017
Rodolfo Lunkenbein, sacerdote (Alemania-Brasil) y Simón Bororo, laico (Brasil) mártires.
Nulla osta: 7 de septiembre de 2017
Apertura del proceso diocesano: 31 de enero de 2018
CAUSE EXTRA SEGUITE DALLA POSTULAZIONE
Venerabile COSTA DE BEAUREGARD CAMILLO, sacerdote – (Francia)
Il Decreto super virtutibus: 22 gennaio 1991
Venerabile BARELLO MORELLO CASIMIRO, terziario francescano - (Italia – Spagna)
Il Decreto super virtutibus: 1 luglio 2000
Venerabile TYRANOWSKI GIOVANNI, laico– (Polonia)
Il Decreto super virtutibus: 20 gennaio 2017
Servo di Dio BERTAZZONI AUGUSTO, vescovo– (Italia)
La Positio super Virtutibus è stata consegnata nel 2013
Servo di Dio CANELLI FELICE, sacerdote – (Italia)
La Positio super virtutibus sarà consegnata nel 2019
2. Sinodo dei vescovi dedicato al tema:
“I giovani, la fede e il discernimento vocazionale”
“La Chiesa stessa è chiamata ad imparare dai giovani: ne danno una testimonianza luminosa tanti giovani santi che continuano a essere fonte di ispirazione per tutti” (Documento preparatorio).
Santi e Beati giovani della Famiglia Salesiana (sotto i 29 anni)
Sono 46 giovani in questa fascia d’età: adolescenti, salesiani cooperatori, giovani salesiani in formazione, sacerdoti, donne e uomini consacrati!
Ecco l’elenco dei loro nomi:
3. RealisMO DE LA FE
La santidad representa la encarnación del carisma y ayuda a vivir en forma concreta el espíritu salesiano, venciendo las tentaciones, el peligro de las ideologías y de las falsas justificaciones, todo ello es posible mediante la oferta de una buena práctica y la encarnación auténtica del carisma. Se puede decir que se da una apologética de la santidad que revela, no con palabras o documentos, sino con la vida, la belleza y la verdad del Evangelio de Cristo y del carisma salesiano.
Cada uno de nuestros Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios son portadores de una riqueza de aspectos que vale la pena una mayor consideración y valorización. Se trata de contemplar un diamante en sus múltiples facetas, algunas más visibles y atrayentes y otras menos inmediatas y “simpáticas”; pero no por ello menos verdaderas y decisivas. Conocer y hacer conocer estas extraordinarias figuras de creyentes genera una progresiva identificación con su mismo camino, un apasionado interés en sus cosas, una gozosa comunión en sus proyectos y en la esperanza que animó sus pasos.
Presentemos algunos ejemplos:
4. EL COMPROMISO PARA DIFUNDIR EL CONOCIMIENTO,
LA IMITACIÓN Y LA INTERCESIÓN DE LOS MIEMBROS DE NUESTRA FAMILIA, CANDIDATOS A LA SANTIDAD
Somos depositarios de una preciosa herencia que amerita ser mejor conocida y valorizada. El riesgo es reducir este patrimonio de santidad a un hecho litúrgico-celebrativo, no valorizando plenamente las potencialidades de tipo espiritual, pastoral, eclesial, educativo, cultural, histórico, social, misionero… Los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios son piedras preciosas extraídas de la oscuridad de una mina para brillar y reflejar en la Iglesia y en la Familia Salesiana el esplendor de la verdad y de la caridad de Cristo.
El aspecto pastoral tiene que ver con la eficacia que tienen las figuras de los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios como ejemplos de un cristianismo vivido en las particulares situaciones socio-culturales de la Iglesia y la Familia Salesiana. El aspecto espiritual implica la invitación a imitar sus virtudes como fuente de inspiración y proyección. El cuidado pastoral y espiritual de una causa es una auténtica forma de pedagogía de la santidad; por lo tanto, en razón de nuestro carisma, debemos tener particular atención y sensibilidad.
Una causa de beatificación no es jamás un árido proceso burocrático; al contrario, es una peregrinación de fe en la búsqueda, en la meditación y en la imitación del virtuoso heroísmo de los santos. Es una acción eclesial que tiene un carácter litúrgico en cuanto se dirige a la alabanza de Dios y a la glorificación de sus fieles siervos. Es necesario añadir el hecho que las causas de beatificación de los confesores de la fe y todas las causas de canonización incluyen una cuidada evaluación también de un milagro, que es una obra atribuida a Dios mismo por la intercesión de un siervo fiel y que se ha producido por fuera de las causas por nosotros conocidas. Si la investigación de las virtudes heroicas de un siervo de Dios es obra “de abajo”, el evento milagroso es obra “de lo alto”, una intervención gratuita de Dios, que exige una escrupulosa investigación científica y teológica de la verdad de los hechos.
Aunque no falten grupos e iniciativas que de manera laudable promueven el conocimiento y la oración relacionados a un Santo, Beato, Venerable o Siervo de Dios, es necesario que este aspecto sea mayormente cuidado y promovido. En este sentido llama la atención el notable número de Venerables (actualmente son 17) que de hecho podrían ser ya beatificados, pero por falta del milagro su proceso está represado. Un dato que invita a la reflexión consiste en que la última canonización de la Familia Salesiana, promovida por nuestra Postulación, fue la de Domingo Savio el 12 de junio de 1954; es decir, ¡hace más de 64 años! La canonización de San Luis Versiglia y San Calixto Caravario se dieron gracias a la dispensa del milagro, concedida por el Papa Juan Pablo II. El responsable de la causa no es solamente el Postulador o cualquier particular devoto, sino la comunidad eclesial expresada en diversos organismos interesados (diócesis, parroquias, congregaciones, asociaciones, grupos…) que deben expresar interés, entusiasmo y participación.
3.1 Con el fin de promover el conocimiento, la devoción, la imitación del Santo, Beato, Venerable o Siervo de Dios y la invocación de favores y gracias celestiales, se aconseja:
3.2. Discernimiento previo antes de iniciar una causa de beatificación y canonización
Ante todo es necesario investigar y documentar con sumo cuidado y diligencia acerca de la “fama sanctitatis et signorum” del candidato y la actualidad de la causa, con el fin de evaluar la verdad de los hechos y la consiguiente formación de una firme certeza moral. Además, es fundamental que la causa interese a una relevante y significativa poción del pueblo de Dios y no solo sea el interés de algún grupo y a veces de alguna persona. Desafortunadamente alguna de nuestras causas, más allá de la santidad de los candidatos, sufre de este problema. A menudo surge esta pregunta: ¿A quién interesa esta causa? ¿Quién la promueve? ¿Quién desea de verdad este proceso? Todo esto exige un cuidadoso y fundado discernimiento inicial que evitará la dispersión de energías, fuerzas, tiempo y recursos. Cada causa iniciada pide mucho empeño, cuidado y dedicación. El paso del tiempo, el cambio de las personas (postulador, relatores, vice-postuladores, colaboradores…) a menudo vuelve lento y a veces paraliza, el proceso iniciado.
Muchas veces se tiene la impresión que los procesos de beatificación y canonización sean un hecho burocrático y formal que interesa sólo a alguno. No es visto como un evento eclesial, congregacional y de la Familia Salesiana que deba suscitar el interés, la pasión y el compromiso de todos.
La santidad reconocida o en vías de reconocimiento, por una parte, es ya la realización de la radicalidad evangélica y de la fidelidad al proyecto de don Bosco entendido como un recurso espiritual y pastoral; por otro lado, es una invitación a vivir sea el trabajo como “medio de santificación”, sea la templanza como condición indispensable para la santidad, dado que vienen de aquella libertad de espíritu que vuelve disponibles para amar hasta el extremo. Nuestros Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios son la auténtica encarnación del carisma salesiano y de las Constituciones en el tiempo y en las situaciones más diversas, venciendo la mundanidad y superficialidad espiritual que minan las raíces de nuestra credibilidad y fecundidad. Ellos son verdaderos místicos del primado de Dios en el don generoso di sí mismos, profetas de fraternidad evangélica en la práctica del cuidado y de la corrección, siervos de los hermanos con creatividad.
La experiencia confirma siempre más que la promoción y el cuidado de las causas de beatificación y canonización de nuestra Familia y la celebración conjunta de los eventos vinculados a la santidad, son dinámicas de gracia que suscitan alegría evangélica y sentido de pertenencia carismática, renovando los propósitos y compromisos de fidelidad a la llamada recibida y generando fecundidad apostólica y vocacional.
Carta del Rector Mayor: al concluir el II Seminario sobre la promoción de las Causas de Beatificación y Canonización en la Familia Salesiana
Roma, 20 de mayo de 2018
Solemnidad de Pentecostés
Queridos Superiores, Superioras y Responsables de la Familia Salesiana.
Queridos Inspectores y Animadores y Promotores de las Causas.
La celebración del II Seminario para la promoción de las Causas de Beatificación y de Canonización en la Familia Salesiana, tenido en Roma del 10 al 14 de abril de 2018, con la participación de unas 90 personas provenientes de diversas partes del mundo, ha sido un acontecimiento de gracia que hay que valorar dentro del camino espiritual y pastoral de la Familia Salesiana.
El encuentro ha resaltado cómo el camino y los testimonios de santidad en la Familia Salesiana son, en primer lugar, un don del Espíritu Santo que acogemos con humildad y gratitud. Estas realidades confirman que no basta poner en marcha servicios o hacer cosas, sino que lo que importa es ir con Jesús y llevar a Jesús, anunciando la alegría del Evangelio.
Desde Don Bosco hasta nuestros días reconocemos una tradición de santidad a la que merece la pena prestar atención por ser encarnación del carisma que surgió con él y que se ha ido manifestando en una gran pluralidad de estados de vida y de formas. Se trata de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, consagrados y laicos, obispos y misioneros que, en contextos históricos, culturales y sociales diversos, tanto en el tiempo como en el espacio, han hecho brillar con luz propia el carisma salesiano. Son un patrimonio que ejerce una función eficaz en la vida y en la comunidad de los creyentes, y también entre los hombres de buena voluntad.
Como manifesté en mi intervención de clausura, “quisiera mirar a nuestros santos o beatos, y a todos los miembros de la Familia Salesiana que avanzan hacia la santidad reconocida, como acompañantes en los caminos y en la vida del Espíritu. El testimonio de su vida, su vivencia vocacional, y también sus escritos, son para nosotros referencias de vida para aprender a ponerla toda entera bajo la dirección del Espíritu Santo, para ser sensibles a la escucha de sus inspiraciones y mociones”.
El año en que la Iglesia va a dedicar un Sínodo de los Obispos al tema de los jóvenes, a sus caminos de fe y de vocación, me satisface que se haya tratado no solo de los santos jóvenes que hay en la Familia Salesiana –podemos contar hasta 45 que tienen menos de 30 años y que son una prueba del dinamismo del espíritu salesiano encarnado en muchachos y muchachas, adolescentes y jóvenes–, sino también de la juventud de los santos como expresión de la acción de Dios, con modos muy variados, en la vida de las personas.
Con ponencias de gran calidad, unido a momentos de compartir y de trabajo en grupos, este encuentro ha alcanzado el objetivo de presentar los contenidos y los procesos que ayudan a seguir y comprobar los presuntos milagros; pero, sobre todo, ha servido para confirmar que la promoción y diligencia de las Causas de Beatificación y Canonización en nuestra Familia impulsan dinámicas de gracia que suscitan alegría evangélica y sentido de pertenencia carismática, porque renuevan propósitos y compromisos de fidelidad a la llamada recibida, y generan fecundidad apostólica y vocacional.
Este seminario, cuya tercera edición será del 13 al 17 de abril de 2021, permite hacer algunas reflexiones respecto de la Postulación General y las realidades que ella coordina a nivel local, y que, además, interpelan al Gobierno de la Congregación y sus dicasterios, para irradiarse después en las realidades locales, animadas por las Inspectorías y la Familia Salesiana, en colaboración con las Iglesias locales. Es un ritmo binario o, si se prefiere, una doble vía ––institucinal y pastoral–– para trabajar en sincronía, complementándose, tal como aparece en algunos de los desafíos que se han señalado y que debemos recoger y afrontar:
1) Continuar en la Familia Salesiana, en comunión con las Iglesias locales, la promoción de las Causas por medio de iniciativas que permitan conocer, imitar y rezar a nuestros candidatos a la santidad. Me pregunto en forma de provocación: ¿Nos atrevemos a invocar a nuestros Beatos, Venerables y Siervos de Dios? ¿Creemos en la comunión de los santos? ¿Confiamos en su capacidad de intercesión?
2) Sincronizar mejor la doble vía ––Gobierno y Posstulación General–– con personas que, a nivel local, asuman la responsabilidad de acompañar nuestras Causas, mantenerlas activas, y difundir la veneración a los Siervos/Siervas de Dios, a los Venerables, a los Beatos, en comunión con la Iglesia local. Vicepostuladores, colaboradores, promotores deben sensibilizar, informar, activar intervenciones ante los obispos locales y los superiores. Hay que moverse; no se puede esperar pasivamente a que lluevan de arriba indicaciones y decisiones. Hay que ser responsables y corresponsabilizar, con espíritu de comunión eclesial y de creatividad pastoral. Una primera iniciativa podría ser la de organizar en las Iglesias locales y en el ámbito de la Familia Salesiana una jornada para presentar y divulgar los contenidos del Seminario.
3) Acrecentar nuestra sensibilidad sobre la importancia del milagro y de su necesidad para el buen resultado de una Causa. A la luz de las intervenciones del Card. Amato, de Mons. Pellegrino y del P. Turek, es preciso reflexionar sobre estos dos aspectos: lo científicamente inexplicable y la intercesión. Hay que comprometerse a rezar y hacer que se rece a nuestros candidatos a los altares, venciendo la indolencia y la superficialidad espiritual. También aquí pregunto: ¿Nos parece importante rezar para obtener milagros o, por el contrario, creemos que ya se acabaron los milagros? “Si no rezamos a los Beatos y a los Venerables, no obtendremos milagros de Dios”.
4) Valorar la poliédrica riqueza de la única Familia Salesiana, compuesta por 31 realidades diferentes, algunas de ellas caracterizadas por una forma esencialmente laical: una riqueza que de algún modo es única en la Iglesia. Esta riqueza que se expresa a nivel de carisma, puede traducirse también en nuevas modalidades de colaboración para las Causas de Beatificación y Canonización, con todo lo que implican y el auténtico movimiento de Iglesia que suscitan.
La santidad reconocida o en vías de reconocimiento, por una parte ya es realización de la radicalidad evangélica y de la fidelidad al proyecto apostólico de Don Bosco, a quien debemos mirar como fuente espiritual y pastoral; y por otra, es provocación para vivir con fidelidad la propia vocación estando dispuestos a testimoniar el amor hasta el extremo. Nuestros Santos, Beatos, Venerable y Siervos de Dios son la autentica encarnación del carisma salesiano y de las Constituciones y Reglamentos de nuestros institutos y Grupos en el tiempo y en las situaciones más diversas, venciendo aquella mundanidad y superficialidad espiritual que minan las raíces de nuestra credibilidad y fecundidad. Ellos son verdaderos místicos de la primacía de Dios en la entrega generosa de sí, profetas de fraternidad evangélica y servidores de sus hermanos con creatividad.
Doy gracias al Señor por la gracia de este Seminario que nos ha hecho apreciar aún más el misterio de la comunión de los Santos y nos ha insertado en lo que, con lenguaje artístico, el Beato Angélico llamaba el “corro de los santos” y que, en clave salesiana, es como un “juego del Espíritu” que nos permite encontrarnos y caminar juntos por la senda alegre y comprometida de la santidad. Este tipo de iniciativas son instrumento privilegiado para alentar en todo el pueblo de Dios aquella común vocación a la santidad tan querida en nuestra tradición salesiana y a la que nos invita el papa Francisco en su Exhortación Apostólica Gaudete et exsultate.
Que nuestra Madre, María Auxiliadora, dada a Juanito en el sueño de los 9 años como “la maestra, bajo cuya enseñanza se puede llegar a ser sabio y sin la cual toda sabiduría resulta necedad”, nos tome de la mano y nos acompañe con mirada materna en el camino de la santidad.
D. Ángel Fernández A.,SDB
Rector Mayor
[1] Este estupor, en la historia de Domingo Savio, es típicamente eucarístico y encuentra su momento de gracia en el día de la Primera Comunión vista como una semilla que se cultiva y es fuente de una vida gozosa y de compromisos decisivos: “Aquel día fue para él siempre memorable y se puede llamar el verdadero principio y sobre todo la continuación de una vida que puede servir de modelo a cualquier fiel cristiano. Algunos años después hablando de su Primera Comunión se le veía todavía transparentar la más viva alegría en su rostro: Oh! Aquello, solía decir, fue para mi un día bello y un gran día. Escribió algunos propósitos que conservaba celosamente en un libro de devociones que a menudo leía: 1. Me confesaré frecuentemente y comulgaré todas las veces que el confesor me lo permita, 2° Quiero santificar los días festivos, 3. Mis amigos serán Jesús y María, 4. La muerte antes que pecar. Estos propósitos, que a menudo repetía, fueron como la guía de sus acciones hasta el final de su vida.